Puse a llorar a los mariachis
Y engordé el placer de ver milicos dónde nadie los ve
No soy tan cruel como para no darte la razón de ser anfibio
Más acá que más allá sonarán los discos que elegimos
Trepará la oruga pelosa de quimera
El amor se entrega al olvido tuyo cupidos deformes dilatan mi agobio
Canciones de lata te di espontáneas dolorosas cuerdas de mi hacha
No entré en maravillas almíbar del alma
No quise herir en mi casa tomada por yugos enormes para gente tan baja
Mi vieja mi hija y mi hijo de almohada se los chupa el vacío
El desvarío de mi alma se hunde en penurias que ahuyentan y espantan a gente que puede tomar el sol en Lituania o Alemania
No finjo la demencia de andar por una vía que construyeron otros para nosotros y que debemos recordarlos
Sin olvidarse que ahora mismo nos enloquecen todas partes
A veces presente otras veces impares proponones pilones de gente que habita
Infinitamente disgustada de cinismos perpetuas leyes que se encargan de uno mismo
Las piezas clave fueron la tristeza de vivir la pena que eligió mi hombro
El choque de silencios y del bullicio de otros ahora estoy queriendo ser otro
Ahora estoy volviendo a mi mismo desde miles de miradas
Incluso la tuya duende de sinónimos de mesquita enorme que no cobija a lxs hijos ni lxs abuelas ni al patriotismo
Desnudos pinceles pintan bigotes crueles más odiosos que yo
Y me siento mediocre bajo el nombre de todos de heridas punzó que chuchean el puerto
Entra el psicólogo a escena pero no habrá función se deforma está pieza como cerámica de que espera secarse
Quitar la pena es la idea de mi sol y mi semblante está cansado de cargar el peso de la forma en la que mi demencia se tropezó con el escalón de una escuela que no me integró
Un poco por eso de que la muerte o son todos o soy yo y yo no quiero ver eso
Prefiero no vivir que verlos lejos dónde nunca los pueda ver
Mis moléculas lo saben y atrasan el crecimiento para no despertarme en el medio de un vuelo sin alas como un sueño que se sueña al revés y distribuye objetos del querer y del hace
Envueltos debajo de mi testamento ileso «la nada es todo, el absurdo de los días, lo que practicamos»
No importa cuánto mida la sombra su oscuridad te adentra en los ojos con solo mirar
Tendré que aprender a vivír con la cabeza a cuestas escribiendo por celular lo que se quiebra en la mollera
Es tarde al final pienso y me pongo abajo de la causa final
a detener el tiempo un poco más
Un poco de terapia antes de entrar