Subo y bajo, subo y bajo. Y a medida que hago este recorrido vertical miro como el cielo aparece y desaparece por detrás de tu espalda.
En la otra punta del subibaja estás vos, absorto en el cielo-árboles que yo no puedo ver. Cada vez que pateo el piso para volar siento como me rebota el estómago.
Subo y bajo, subo y bajo. Quiero suspenderme por siempre en el aire, congelarnos o petrificarnos o atornillarnos en el instante. Pero vos hacés fuerza para subir y bajo yo.