– ¿Cómo estás amiga? ¿Cómo fueron tus últimas jornadas en el planeta tierra?
– Y ando masomenos, me peleé con Lucas. Un día me quiere y al otro día ya no. No lo entiendo.
– Entonces, estás inmersa en un mar de incertidumbre, implorando como único deseo al despertar, que llegue la respuesta ansiada.
– Exactamente amiga. Sólo necesito un mensaje que me deje en claro qué es lo que quiere. La pasamos tan bien, te juro. Pero después desaparece y me dice que no quiere nada. Y al otro día me mira las historias, al segundo. Me confunde.
– El sujeto amado no percibe la dimensión de su poder, un simple “hola” podría crear todo un universo.
– Me hace sentir tan mal.
– ¿Cómo si un río embravecido continuara su curso en tus cuencas? ¿Cómo si la sombra opacara el brillo eternamente? ¿Cómo si la espera fuera, ahora, el motor que hace vibrar tus días? ¿Cómo si el sujeto amado fuese alguien enviado desde las estrellas, angelado y perfectamente diseñado para los anhelos de tu alma? ¿Cómo si la indiferencia fuese aún peor que la muerte?
– Amiga ¿Vos estás bien?
– Estás segura de que, si fuese posible, serias capaz de ir a buscar al inframundo su amor enfrascado, serias capaz de soportar las más crueles torturas por una mirada correspondida o tan solo una palabra que germine la esperanza de que podrán despertar juntos en los días más bravos del porvenir.
– (piensa) Si, algo así. ¿Cómo se te ocurrió todo eso? La verdad es que lo único que hago es pensar en él.
– Luz resplandeciente del que ama. El amado puede apagarla por siempre.
– Sólo necesito que me diga de vernos, que demuestre algo de interés y sentirme segura.
– El alma busca un refugio cálido para salvaguardarse de la hostilidad del mundo. Es preciso reconocerse como digno de amor.
– Bueno ya me estas cansando, ¿podes hablar bien?
– El poeta lanza un puñado de palabras con la esperanza de poder hacerle un poco de daño a su tristeza.
– Bueno ¿vamos?
Ambas amigas salen, se dirigen a un paseo por el lago. La poeta se asegura de anotar sus nuevos versos en su celular, la otra amiga solo puede pensar en una cosa «esta está media loca».