El 23 de abril leyó en la Biblioteca Virtual Mauro A. Fernandez pero hubo problemas técnicos que impidieron disfrutar…

Posted by Selva Dipasquale on Monday, May 18, 2020
un desierto de vaga arena azul ¿ves? no
es difícil que la arena casi blanca, casi
marrón, casi cremita, casi gris, se torne
de una vez azul en tu cabeza, porque el
color que tiene es una porquería. si no
fuera por el sol que a veces la miente
dorada. mentimos que la arena es azul
y es vaga, una cosa que siempre hace
borges: lo que es vago es el azul. así
que es un azul fácil, tenue, para el que
tu imaginación no pide mucho esfuerzo.
no es como el helado de crema del cielo,
cuyo celeste franco, fantástico y divino
invade con violencia la idea de lamer algo


los espejos se guardan en un lugar
literario más bien molesto pero
parece que hay que mirar las cosas
espejadas porque si no dolerían
mucho. en un charco, en un escudo,
en la hoja de una espada, en tus ojos:
espejos empañados o sucios o con
pelusas, oxidados, con tierrita, como
las cosas que hubiéramos visto si
acaso hubiéramos podido verlas


lo que hace ajena a la voz es su falta,
la imposiblilidad de decir lo que haría
falta. la falta que le queda a la voz es,
sin embargo, la posibilidad del arte. un
modo de la desesperación, una manera
que insiste en decir lo que no se puede
decir. algo que da vueltas en la forma,
en el modo. cuide su modales, a mi no
me venga con eso, usté tenga cuidado

me venga con eso usté tenga cuidado
en el modo. cuide su modales a mi no.
decir algo que da vueltas en la forma,
que insiste en decir lo que no se puede.
modo de la desesperación, una manera,
sin embargo la posibilidad del arte. una
falta, la falta que le queda a la voz es.
la imposiblilidad de decir. lo que haría,
lo que hace ajena a la voz es su falta

las variaciones que pueden suponerse
en el jadeo de un perro: algunos que
conocen eso irán derecho a la obra
sinfónica de zappa. no es necesario
porque aquí a mi lado tengo un perro
viejo y grande que suspira fuerte. ese
perro peludo que jadea dice que se va
a morir, claro, dice eso en su jadeo y
eso te sugiere que vos te vas a morir
también. por eso es bueno tener perros
o gatos o canarios que -pobres- siempre
están en una mina de carbón. es bueno
tener animales porque casi siempre
jadean y se mueren antes que vos y
mientras pasa el tiempo te dan su amor
descerebrado. ellos no te dan verdadero
amor, el problema sos vos que necesitás
esa cosa blanda. a todo esto, zappa
hará una sinfonía grandilocuente que
tiene no obstante ritmos blandos y anda
dando vueltas para decir que todos
nosotros nos vamos a morir con esos
tiradores en forma de y griega que
él se ponía cuando dirigía orquestas


me asusté de mis piernas un poco
que eran víboras blancas lisas feas
pegadas a una cadera al atardecer
durmiendo en el reflejo del vidrio
grueso que separa el jardín de cierta
casa. supe luego que detrás había
pastos y perros y delante una silla
de hierro y luces. supe de mí cuando
moví el pie: las serpientes no tienen
dedos. ahora, de día, no se ve bien

¿cómo un ejército
se detiene
en su huida? ¿se detuvo
en qué momento? ¿cuando
frenó su caballo el primero, el segundo,
el tercer soldado? ¿cuando
muchos soldados
dejaron de huir? ¿cuando
el último soldado
se detuvo en la huida?
¿es el caballo
perdido sin jinete en la llanura
parte del ejército que huye?
¿escapa el caballo
o corre solamente, perdido?
si ya no persigue el enemigo
al ejército que a espaldas persiste
ignorante en el escape ¿se dice de eso,
todavía, huir?
¿o es que todos
hace mucho tiempo
habían empezado a detenerse?


se sostiene apenas la copa
sobre la mano suave. quien
desconoce el agua y el vidrio
pregunta: cuál entre las cosas
que envuelve la mano es
más frágil, si el vidrio o el agua
el agua sin su vaso, le dicen,
se rompe, es imposible. quien
pregunta ve de la mano blanda
su amor al vidrio, mira el agua
que dice la forma de la copa
y mira al vidrio, lentamente,
deslizarse en el tiempo


la delicada línea que separa
el cielo del mar no existe.
sabrás que todo es curvo,
revuelto y confuso. igual
los novios hartos de mate
lavado y de charlas sobre
astrología y danza verán
al amanecer en esa marca
celestial algo que termina
y algo que empieza. ellos
entonces van a besarse
apasionadamente mientras
la arena constante les
molesta en la raya del culo


cuando estás por levantarte de día y ves
en el aire esas cositas flotando al sol que
entra por la chapa. son átomos que durante
el día no viste porque no se ven y se mueven
lento y sin parar. galaxias o cuerpos divinos o
pelusas de chicas divinas o basura agria o música
que gira y se abre o se junta o brilla y no te pide
que la escribas. y también cada puntito de esos es
gente en la ciudad tan pobre tan triste que no pide
nada. incluso podrían ser insectos muy chicos


la tierra negra en este lugar de la pampa
es blanda. hube matado. maté y es menester
enterrar. sucede que la pala se hunde aquí
rápido y suave. cada palada puede entrar
donde debe, como si supiera que he deseado
hacerme un conocido de la muerte. resbala
la hoja de la herramienta brillante en lo negro, es
parte de mí. no recuerdo la fosa ni el cadáver,
no sé del pasado. eso qué importa. soy yo
ahí que miro el fondo oscuro cada vez más
cerca de mis manos aunque no sepa cuándo
voy a llegar. mientras, se hace difícil sostener
la carne muerta


porque alguien se cansó de él es que fué soltado
este pescadito naranja que antes entró a la casa
en una bolsa de nyon. pronto está en el inodoro:
lo tiró una vez la nenita o el padre o la madre. irá
a las cloacas porteñas como dicen que cayeron
a las cloacas de new york los pequeños cocodrilos
grises que hicieron mascotas de moda y fueron luego
desechados. ya gigantes, blancos, muchos y ciegos,
salen a veces de su caño y asustan de noche a un
negro. qué tipo de mostro será el pescadito naranja
que en la pecera nos daba su amor descerebrado
mientras le tirábamos escamitas de alimento

a veces un perro
te sigue y no
lo ves pero sabés:
con el hocico
te apunta y con las orejas
en alto calcula

tus pasos. andás
por la calle con esa
presencia animal
que suave
acecha. parece


que te sigue y parece
que te lleva. entonces
mirás sobre tu hombro

y el perro no está


(un sonetito dedicado a nosotros los pobres)

Nadie ha pagado la luz y por eso
niños en grafa vendrán a cortarla
Los esperamos, les daremos besos
y que se apiaden desta espera amarga
Van a apagar la luz, rápido leo:
Edipo a su madre quiso matarla,
funestos ciegos cegaron a Ernesto,
que Carriego fumaba y era ciego
Mientras llega la tarde leo cosas:
cráneos vacíos miran todavía,
Borges sin ojos en tiempos de Rosas
(Por la noche los censores venían,
y vimos en la penumbra espantosa
unas pinzas gigantes que tenían)


era anoche la primera tarde
y los dos viajaban felices
en la caja de madera de un
camión rojo que cayó de la
pared, y quedaron pedazos
al fondo del sueño. en esta
mañana fabrican los dos una
cama con maderas oscuras y
dejan al atardecer un montón
de virutas rojas hermosas
que son las esquirlas del sueño

no se ve porque es de noche pero está
cerca el arroyo de agua tornasolada
agua dulce y suave que brilla en el borde
de sus olas oscuras agua que envuelve
las piedras finamente por debajo agua que
no trae nada más que tiempo que corre
para cantar y canta para correr que tiene
sombras vivas que respira como el cielo


bien miradas -de muy día y con los ojos
entrecerrados- las campanas de bronce se
ablandan y son de agua, traen unas voces
graves adentro y el grito aniñado del metal.
el que toca las campanas hace un desastre:
acuchilla el aire con virutas doradas y
suelta al mismo tiempo esa voz tersa y
oscura de río que queda en el eco. a veces
hace falta mover un poquito el aire, aunque
eso sea el llamado apabullante y triste que
turba los domingos en la punta de la iglesia

(uno viejo pero que sabe a cuarentena)

una chica flaca, de piernas largas
se lavó con cuidado el pelo, se
puso bálsamo, se afeitó, se puso
un vestido de algodón hasta
la rodilla con muchas flores
amarillas y sin espalda, se
lavó los dientes con bicarbonato
tomó un té de jazmín y después
se tiró en la cama a mirar tres
películas seguidas de superhéroes


(el último)

lo que te digo es que lo literal es muy
muy violento. cómo la polenta va a ser
nada más que polenta. ¿ves? no sería
aceptable para el alma humana que algo
fuera lo que parece ser o que fuera lo que
parece su puro nombre decir sobre eso. no
me jodas. lo que hacemos es otra cosa, eso
se mueve como puede en ese hueco que
tenemos, qués como mínimo complicado