CARTA SIN DESTINO XV

Es verdad que en todos mis inicios pronuncian una condenada distancia, conecto puntos en silencio con audacia, rodee gente que buscan cambios desde la creatividad, de los que dejan en el aire, en el papel, en las canciones, las manifestaciones de humanidad libre con su impresión de valores en convivencia del arte independiente, el posible lugar mejor.

Pensé en la dulzura, que poca es en las vidas ¿Sabremos de dulzura y ternura? palabras en la acción debilitada digna de moverse en todos los abismos y paraísos como piedra libre preciosa de ego merecido por alcurnia de andar

Soy de quien estimula mi temblor por siempre, aunque no de la energía negativa, la genérica mentalidad anticuada del lugar femenino en reparaciones hogareñas acompaña sus mágicas transformaciones al dar libertad al cuerpo.

Tengo un manual de quejas femeninas sobre diversos tipos de circuitos eléctricos, hembras, machos, positivos, negativos, zapatillas, toda una ciencia dedicada al magnetismo que danzamos en niveles de un espacio sin gravedad, tan unidos y flojos que nada presiona nuestra luz. Todos los inventos que nos complican la existencia con tornillitos tamaños ceros… previos a ser antes invisibles, reparar un tomacorriente con semejantes características, imagine usted la situación… una tarde de voltajes.

Del instante al rito cotidiano sueño sus relatos en las tardecitas, me fundí en su lectura, que es mi fuego hoy, cada letra grieta de penumbra y algarabía, crepúsculo de palabras leyendo sus minutos, sus poesías en mi pasaje del viento susurrando sin nombres.

Burlé mis tonterías justo cuando creía que amor no sabe ser escrito, ni la poesía es de los felices, letras del silencio, melancolías, y añoranzas. Callejeros en castillos de colores está el deseo, el amor perece ser perfecto, tiene sueños propios y la poesía carece de todos ellos, flácidos timbales de un señor rencoroso, entre ladrillos, baldosas y veredas verdes

El trompo de mentira en fuerzas del segundo me puso delante estrías a lo real de mi solitaria existencia. En sonrisas lo veo tan distante, así como paso a paso marque para ser recuerdos que lea mi certeza más humana, mi orgullo desplomado en palabras a las cosas.

Sé la vida solitaria de un piso común al paso, es la maniobra ese fuego que a mi ánimo llega siempre la claridad, trajo una hermosa energía en mi habitación y habló esa mujer que lucha y ama cómo tantas, mas es mi arma la palabra, lo único que tengo de guerra y amor.

Bosqueje sin fechas, me arrepiento de no haber sumado ese detalle que sea un obsequio lleno de escenas en esta espera. Así son días locos entre lunas, otros enloquecidos de sol, impresos de vida, las acuño aquí, amontonando sueños y anhelos y le escribo.

 

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