Las emociones con procesos a nivel mental que dan camino a cosas maravillosas, despiertan la pasión, la motivación y amor en las cosas que hacemos, en como interactuamos con lo demás y en como vemos la vida, pero también es un arma de doble filo.
La depresión es un trastorno, producto de todas las emociones negativas temidas en un tiempo muy prolongado, y siempre la he comparado con vendarse los ojos, porque no puedes ver lo que el resto ve, solo ves lo qué tú cerebro triste y resentido quiere ver, y aunque después estés bien, las percepciones y las verdades del pasado quedan sentenciadas. Me di cuenta que por mucho tiempo culpe a muchas personas de mis desgracias, culpe a muchas personas de destruir mi autoestima y mi percepción del amor; Pero quizás la única culpable fui yo misma, la depresión te vuelve egoísta, quieres obtener a la fuerza eso que nunca te dieron, un poco de atención, amor y aceptación, pero cuando estás mal no entiendes que eso se gana sinceramente y no a la fuerza.
El resto es inocente, y yo soy la culpable de todo lo mal que me pasa, porque no pienso y solo siento, pero estoy en paz, porque ya no necesito sufrir por recibir algo que no se me va a dar, que solo debo ser paciente y que algún día eso llegará como un regalo, como alguien que me saque el vendaje de los ojos.
O al menos estaré en una espera eterna.