Muchas veces las personas me han dicho que debo perdonar y dejar ir todo daño que me han hecho, espero que me perdonen a mi porque es imposible que olvide, hay cosas que se han soldado en mi mente y alma que no importa lo que haga siempre me afectan.
Duele mucho cuando me equivoco, porque se que es algo natural del hombre equivocarse y aprender con eso, pero yo intento que eso no pase, porque toca algo sensible en mi débil corazón.
Durante mis estudios y trabajo en ocasiones cometo errores y me los recalcan, y lo agradezco porque sé que ellos esperan lo mejor de uno, y esperan que uno sea suficiente para ellos, pero en el fondo duele.
Duele tener que esconder a esa niña que creció con los comentarios negativos de su familia, dónde la hicieron sentir insuficiente, inútil y reemplazable, y es por eso que no puedo perdonar, porque a la que le duele no es a mi, es a mi yo de pequeña.