El debate político se concentró en el desafortunado “Petegate”
Más allá de especulaciones electorales menores, se ponen en evidencia las prioridades que muestran a la clase política, bastante alejada de las urgencias y necesidades de la sociedad. Por esa razón, voy a apartarme de esa discusión, para distraer la amable atención de los lectores, con unas breves reflexiones vinculadas con la necesidad de disminuir el impuesto inflacionario, generar empleo y mantener con vida la canasta alimentaria.
Es cierto, que hoy nada es más importante que superar la pandemia completando la vacunación. Pero simultáneamente necesitamos de un plan de desarrollo, con el objetivo de generar riqueza para evitar distribuir pobreza.
En este contexto no es una novedad sorprendente, que en el sistema capitalista, las empresas cualquiera sea su origen buscan rentabilidad.
La encuesta de Expectativas elaborada por IDEA, concentró la preocupación empresarial en el nivel de inflación, la falta de un plan económico, la incertidumbre, la suba del dólar y el cepo cambiario, factores que generan una percepción desfavorable del futuro para ese sector. Insisten en la necesidad de una reforma tanto impositiva como laboral y la necesidad de un buen funcionamiento de las instituciones y de la Justicia.
Estos planteos se generan en un momento en que la inflación distorsiona la competitividad y no genera un clima de negocios. Se agrega el problema de una población en aumento y las limitaciones de la calificación laboral, con jóvenes que no terminaron el ciclo secundario y adultos desempleados que han recibido planes sin contraprestación de trabajo, ni cursos de capacitación en oficios.
En su momento, el Ministro de Trabajo Armando Caro Figueroa que venía de la experiencia del Pacto de la Moncloa en España, promovió una flexibilización laboral, que mediante contratos temporarios permitiera el acceso a la fuente de trabajo de los desempleados, sin afectar los derechos adquiridos de quienes se encontraban en planta permanente. Pero los sindicatos en defensa del garantismo laboral llevaron adelante con Ubaldini catorce paros generales al gobierno de Alfonsín. Sin emabrgo el Ministro Kulfas en la actualidad está contemplando esa variante, atento a que el sistema tradicional no está facilitando el empleo.
Estos antecedentes no crean un clima de negocios favorable y en este período generó la desinversión por parte de las Multis, que con sus planes de reestructuración y revisión estratégica, decidieron en varios casos discontinuar con las filiales argentinas por el desempeño de sus activos en el país.
Es un dato objetivo que la presión impositiva en Argentina, sólo es superada en la región por Brasil. Basta con recordar, que en Argentina tenemos 165 impuestos, conforme al informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Los resultados no son los ideales si se los confronta con el nivel de economía en negro y la proliferación de facturas apócrifas. Hay en la materia un largo reclamo de los especialistas por una reforma impositiva, basada en la estabilidad, claridad y simplificación normativa y operativa, con una matriz más productivista que recaudatoria.
Otro tema a considerar es el del Cepo Importador, que dificulta el acceso al dólar al tipo de cambio oficial a las empresas que importan, afectando especialmente a las que son dependientes de esa operatoria, como fue el caso de Falabella.
A las multinacionales en general se les plantea la dificultad para girar dividendos al exterior y la rentabilidad de las ganancias en dólares financieros son pequeñas. En consecuencia, Argentina no resulta de momento un mercado atractivo para esas entidades.
Estas limitaciones llevaron a que empresas como Brighstar –fabricante de celulares- pasara a manos de Mirgor de la familia Caputo y Walmart fuera adquirida por De Narváez, empresarios más habituados al manejo político, financiero y sindical, con el que las multis no quieren lidiar.
El consumo está sostenido en una buena medida por la Tarjeta Alimentar, AUH Y Plan Potenciar Trabajo. Obviamente los beneficiarios, en muchos casos con familias numerosas optan por los productos de menor costo, en el que compiten precios cuidados y marcas de los supermercados.
En este contexto, la necesidad de fondos lleva a que se convoque a las Administradoras de Fondos para que inviertan en Títulos del Tesoro, pero la volatilidad de los bonos atenta contra la valuación de las carteras y provoca en estos casos el retiro de cuotapartistas.
Con una brecha del tipo de cambio oficial y el libre del 80% la situación complica el panorama y superadas las primarias y el “Petegate”, debería llegarse en un gesto de grandeza o al menos de supervivencia del sistema, a un acuerdo marco sobre los temas que afectan la inversión, la producción y el empleo.