me siento solo, abandonado, siento que ya no les importó, o no tanto como en el pasado. Al igual que dijeron en twenty one pilots hace unos años, quiero volver, quiero un segundo de placer a su lado, otra vez. 

es tan raro, verlos reír sin yo estar con ellos soltando acordes para cantar Rock nacional, todos juntos en comunidad. Duele, duele tanto como una separación en el medio de un embarazo. 

Pensé que estábamos destinados a estar juntos y no, se terminó, con una patada en el pecho sin dudarlo, se despidió. Dijo ese «chau» tan sencillamente que pensé que volvería y no, no pasó. Pero esta bien, «poder decir adiós es crecer» dijo mi persona favorita, no dejaré que sus palabras se la lleve esta brisa. 

Aprenderé a soltar, ¿me va a costar? una banda, pero no pasa nada, encontraré mi lugar en otra habitación, no se si con la misma mística pero seguramente con más amor. 

Es eso lo que quiero, un lugar donde sea fácil de encontrar a otros aspectos de mi cerebro, donde la libertad de mi imaginación no se encierre en una madera con 4 o 6 cuerdas. 

Capaz no lo voy a encontrar, quizás me quedé siendo solo un artista incapaz de mostrar el mundo de otra manera. Quiero ser más vanguardista y menos espiritual pero, ¿que más le puedo pedir a esta cabeza? solo acumuló migrañas y malas pasadas. 

Al menos tengo a mi mejor amiga que me banca en todas, aunque a veces esté incómoda. A ella la tengo que cuidar, valorar y sobre todas las cosas amar. Es difícil encontrar a una persona así de especial que cuide tanto mi mente e integridad. Me pase la vida buscando a alguien que me quiera, alguien que me de un lugar, busque tanto que me olvide de mirar a mi costado. Pero ya no, me niego a seguir buscando, prefiero quedarme solo antes que seguirme quebrando.