Lo que se puede entender de la alegoría de las cavernas es básicamente un cuestionamiento a la realidad y a la verdad. Una disconformidad con aquello que rodea el mundo psicológico y social del hombre. Habla de los temores del hombre, habla de la rutina del hombre, habla de la “facilidad” que el hombre encuentra en no salirse de sus propias sombras. Lo que me parece irónico y paradójico es lo siguiente: este texto pone en evidencia la falta de libertad de dichos prisioneros, pero no contrapone el hecho de que estos prisioneros puedan encontrar placer en ser esclavos, o estar entretenidos observando un continuo eco moribundo proveniente del propio sistema social, necesario para ser un ciudadano. Y podríamos pensar que quién saca la conclusión de “llamar esclavos” a los prisioneros no somos nosotros leyendo, sino un personaje atravesado por Platón, al que inventa para manipular las ideas del querido lector. Es un trabajo psicológico donde ejerce un cierto control de la objetividad absoluta sin dar tregua a diferentes perspectivas, es subjetivo porque aquellos que pertenecen a un supuesto sistema opresor no ven opresor dicho sistema al que pertenecen sino que son especialistas en visibilizar otra opresión ajena a la que ellos viven, entonces yo podría pensar que en cierta forma el hombre este que se cree un hombre libre por escapar de un sistema opresor prefiere soslayar los requisitos y características de la realidad y la responsabilidad para embarcarse en un viaje inconsciente, idealista y fantasioso, termina siendo esclavo, como ya mencioné, del idealismo, ¿quién es uno para criticar la esclavitud del otro?, si no hay un mísero ser humano que realmente sea libre, porque la sociedad no está construida, ni hecha para la libertad del hombre, porque el hombre siempre va a terminar siendo esclavo de las leyes, esclavo de la propia moral, esclavo de la modernización, esclavo de la propia creación, esclavo claramente del capitalismo, esclavo de la negación y esclavo también de la soledad y lo que llamamos “ermitaño” si decide alejarse del conjunto naturalista al que en realidad se debería denominar como normal. El hombre es esclavo de su conciencia. El hombre persigue una única cultura: ser esclavo creyendo que va en busca de su libertad. Y es que… señores y señoras la libertad nunca llega. La costumbre nos acecha.
Pongamos un ejemplo para no dejar esto que digo como abstracto:
Juan Pérez está esperando terminar la secundaria para no tener que ir más a la escuela, el mismo sistema obliga a Juan Pérez a no soportar la presión ejercida hacia él y terminar queriendo trabajar de lo que sea para conseguir (ilusamente) su emancipación y su independencia, pero al cabo de un tiempo Juan Pérez comprende que su jefe es el vivido recuerdo de aquel directivo que lo tenía en la mira, que a un nivel jerárquico lo aplastaba y lo esclavizaba, supongamos que podemos ver la misma situación con menos drama: Juan Pérez no se queja de la explotación laboral porque no existe dicha explotación laboral, existe una inercia por mantenerse económicamente, clasistamente, socialmente, y ahí viene la palabra que trastorna a las mentes humanas y con ellas todas las vocaciones existentes: ¡dignamente!, porque señoras y señores Juan Pérez no quería trabajar en una fábrica, Juan Pérez quería ser payaso, existe en su conformidad un sinsentido más grande que la omnipotencia de su jefe y todos los jefes del planeta juntos. Porque ahora Juan Pérez está buscando jubilarse, y se va a dar cuenta que así se le pasó la vida, y cuando se jubile va ser esclavo de la dependencia monetaria del estado, va a ser esclavo de que esté tranquilo tomando mate en su casa y una vez que tiene algún que otro ahorro le caguen afanando, cuando se jubile comenzará otro miedo que ha existido siempre: el miedo de morir sin antes haber sido libre. Y Juan Pérez se pasará sus últimos años pensando por qué carajo no hizo lo que verdaderamente lo satisfacía, ¿o será que nada es capaz de satisfacer las expectativas humanas?, ¿o será que la idealización nos lleva creer en la verdadera plenitud del hombre, ¡bah! Nos plantean un arquetipo de mente ideal, donde no existe el estrés, ni la ansiedad, donde no existe espacio para la tristeza, nos demuestran la perfección a través de ejemplificaciones de plástico. Y lo cierto es que lo único real es lo que te comenta tu vecino, que hace tiempo no ha sabido que hacer con los negocios, que no ha sabido que hacer con la ex esposa, con los hijos y hasta consigo mismo. Y encontraremos un punto débil en cada paso que analicemos, porque creer en la libertad conjuntamente con el placer de estar, de permanecer, de existir, sería hallarnos en un estado de ambigüedad. Ser reprimido como un prisionero no quebrantador de la ley es malo, ahora bien: ser reprimido a por haber hecho algo ilegal es perfecto, todos estamos de acuerdo. La destrucción del hombre no se debe precisamente a la esclavitud, sino a una búsqueda de libertad trivial e inalcanzable que es cómo una peluca, que es como llenar la cara de maquillaje.
Para mí hay otro mensaje en la alegoría de la caverna, normalmente nos quedamos con lo obvio: ¡hay que ser libres! Y no vemos todo el mecanismo macabro que hay atrás. Platón plantea una grieta entre el ser social, y el ser individual. Habla del bien como persona, como espíritu, pero no creo que esté hablando del bien social, de lo que se cree funcional al sistema en el que las personas viven, porque no encontró una solución liberadora en el mismo mundo, sino que tuvo que inventar otro idealista y mágico. Es más valeroso una persona que intenta cambiar un mundo de sombras que una persona que escapa a otro mundo para obtener sus propios beneficios. Sería iluso creer en que existe la luz permanente, sería completamente idealista creer que sí existe este mundo “lumínico” y estereotipado que el filósofo presenta. Porque Platón nos habla de una autorrealización del ser humano, sin incluir a este humano en un mundo con otros seres, parte de algo a lo que llamamos “convivencia”), ¿no será que Platón nos expresa un mundo donde la soledad y la falta de organización hace que reine una sola idea, y casualmente esta única idea es la propia, independientemente de si el prisionero se llame Juan Pérez, Platón, Roberto o Jaimito?
Para mí su alegoría no colabora con el bien social, nadie podría creer despues de leer esto, que el humano está destinado a vivir en sociedad. Porque Platón nos plantea la desintegración de la socialización, reflejado en la soledad de un hombre feliz, conforme consigo mismo, mientras la muchedumbre no aparezca, mientras (resumiendo) no haya una contraposición a su mundo ideal. Parecido a los programas de Disney, desde chiquitos nos impulsan a estar a favor, a estar acostumbrados a un arquetipo de perfección idealizado, no solo físicamente como lo es en el caso del cuerpo hegemónico de las princesas, sino también en el valor moralista exacerbado de prejuicios. Y este hombre feliz es libre, pero esta libertad bien pudiera haberle costado la vida. Así como en muchas alegorías se ve siempre el mensaje moralista que nos quiere dejar el escritor/filosofo yo propongo analizar el verdadero porqué de esta alegoría.
Lo que Platón nos indica es que somos marionetas, es que estamos manipulados por algo más grande que no podemos controlar, lo cual hace referencia al poder, al nivel jerárquico y a la grieta entre jefe y subordinado también, dando a entender que si hay prisioneros hay también gente que goza haciendo esclavo a otro. Sin embargo en el final da un giro y nos indica lo que todo idealista es capaz de analizar y concluir: “todo está en uno”, y es que nadie más que uno mismo puede tener la voluntad de convertirse en esclavo, una gran reflexión que finalmente concluye en un presunto final “extraño”, me hubiese parecido más efectivo, (desde el punto psicológico) que Platón encontrara esto a lo que llama “Libertad” en el mismo mundo de las sombras… En psicología la escisión es separar el mundo en buenos y malos, en héroes y villanos. Digamos que Platón utilizó este mecanismo de defensa al máximo y directamente “creo” todo un mundo de “héroes” y todo un mundo de “villanos”.
Me lo imagino describiendo:
En la rutina de figuras se me ocurrió un juego: comenzar a contar las veces en que me distraía de las formas para crear una que no se había presentado nunca. Logré percibir…
Y ahí puede lograr percibir algo diferente que embellece y libera a este mundo oscuro, (si querríamos seguir siendo idealistas). Irse a otro mundo, plantear una alegoría “arriba” nos convierte en lectores selectivos y clasistas, revisemos con profundidad. ¿Cuál es el mensaje? ¿Irte a un sitio donde la evolución exista y dejar a los ignorantes pudriéndose en su miseria? ¿Esa es la solución? Y es que no se explica con exactitud porque estos hombres son prisioneros, sacando la esclavitud del alma y esa porquería, podrías creer que dichos hombres prisioneros son libres, y que él es el que no encaja, y que él hasta podría ser una contraposición del verdadero bien. Sin ir por los caminos del relativismo me atrevo a decir que esto es subjetivo, porque las facultades elogiables y preciadas por un prisionero no son muy fiables que digamos. Y me atrevo a decir que en este mundo lumínico podrían existir dos contradicciones:
No existe un mundo sin rutina, sin sistema y sin reglas.
No existe un mundo sin una parte emotiva, nadie podría estar atado a un sitio sin antes sentir dependencia a dicho sitio.
Conclusión: el mismo prisionero que se hace llamar “Liberador” podría terminar siendo esclavo de su propio mundo idealizado, porque como vimos los otros dos prisioneros estaban contentos con su mundo de sombras, ¿quién me dice a mí cual es el verdadero mundo del bien y el mundo del mal? Y visto de manera actual me parece ofensivo plantear que el mundo “oscuro” sea el “mal” y el lumínico el “bien”, algo racista y estereotipado. Esto sin contar en que está tratando de convencer continuamente al lector, utilizando esta estrategia de un diálogo explicativo inventado. Tal como un manual de instrucciones que te dice que deberías hacer y sentir. Además da entender que la liberación del hombre es personal y que jamás podría hacerlo en conjunto, en sociedad. El escapa de las sombras en soledad, una postura individualista nos da el mensaje subliminal de que uno se salva solo y que el otro siempre estará para insultarte o matarte. Y no es un mensaje muy positivo ni habla muy bien de sus relaciones interpersonales…
Fuera de esto:
También podríamos ver a la alegoría de la caverna como un pensamiento casi suicida, o atravesado por las pulsiones de muerte, porque quién no imagino que este mundo idealizado podría ser el más allá, es decir, este es el único lugar donde no habrá un nivel jerárquico o un orden determinado porque básicamente es desconocido. Lo que nos plantea Platón es que la verdad, la justicia y la libertad están fueras de la realidad, plantea que están fuera de la sociedad. ¿Plantea que debemos morirnos para encontrarlos? Quién sabe, quizás sea verdad…
Platón fue un filósofo que deja huellas y cuestionamientos hasta el día hoy.♥️