Soy medio inglesa por parte de padre. Mi verdadero apellido es Starr, como Ringo, pero no somos parientes. No uso ese apellido porque me parece muy canchero. Prefiero Estrella, de la magnitud que sea.

Lo importante en este caso es que tuve una bisabuela inglesa muy colonialista que vivió en la India, y dejó un cuadernito con algunas recetas. Una es de chutney, sobre la que vengo variando y experimentando hace bastante.

Ella ponía las especias primero, en una olla de hierro. Un chorrito de aceite (yo diría de maíz) y, con el fuego bajo le echaba (todo picadito a medias en el mortero): granos de pimienta negra, un poquito de clavo de olor, canela, jengibre, un poco de ají picante fresco y una cucharada de sésamo. Si te cabe el comino también puede llevar un toque.

Cuando las especias empezaban a echar su perfume le metía la fruta y la verdura cortada en cuadraditos de 1 cm y la doraba apenas, más bien la ablandaba: 2 cebollas medianas, 3 manzanas medianas, un pedazo de unos 15 cm de largo del cabo de un apio también cortado. En vez de manzanas, o combinado, podía poner pera, durazno o membrillo. Después un puñadito de pasas de uva. También podía poner un poco de zapallo o zucchini.

A esto le agregaba dos tazas medianas de azúcar blanca o rubia o una de azúcar y una de miel y dos tazas de vinagre de manzana. Tapaba todo y lo dejaba 25 minutos más o menos, revolviéndolo a veces con una cuchara de madera.

Cuando estaba casi listo, le agregaba unas nueces picadas y lo envasaba caliente en frasco de vidrio. Lo servía del frasco, a temperatura ambiente.

El chutney es una conserva muy buena para acompañar carnes de cerdo y de pollo. Por ejemplo: pollo deshebrado con chutney, sobre una base de arroz blanco. Se lleva muy bien con la con cerveza.