Soy sólo la mitad de un libro, con puntos suspensivos. 

Un libro que absorbe balas,

que permite que otro escritor escriba. 

Un libro que corta con su papel porque no es posible amar sus páginas. 

Me gustaría volver a ser el árbol que una vez fuí. 

Pero mis manos no vinieron a cambiar la historia. 

Mis sentimientos se filtraban a través de la tapa.

Dejando un rastro en la tinta, 

del amor que algún día pudo ser.