Soñé que te morías y me desperté llorando.
Puedo aceptar vivir sin vos, pero no soporto la idea de habitar en un mundo en el que no existís.
¿Se habrá preguntado alguna vez alguien si había vida sin mí?
Lo dudo.
Igual está bien, ser imprescindible es para pocos. El resto, somos actores de relleno.