me maquillo.

me tapo todas las ojeras

todas la manchas

todas las cicatrices.

trato de arreglar con ilusiones ópticas

las irregularidades de mi cara.

me sonrió

un poquito

«estoy linda»

pero me veo los dientes

«no vuelvas a hacer eso» me digo.

la mancha puede taparse

pero no puedo no volver

a abrir la boca.

salgo a la calle.

me rió

a carcajadas

y pienso

«no hagas eso, te están mirando».

hablo

y solo puedo pensar

como me gustaría

tener un alambre en los dientes.

no me importaría

cuánto duele.

trato de sonreír en las fotos.

no una mueca, una sonrisa.

una sonrisa real, amplia.

veo la foto

y la odio.

lloro,

la borro

y me toco los dientes

los aprieto

a ver si se juntan.

los aprieto fuerte

quiero que se acomoden.

«no sonrías otra vez, por favor» pienso.

con el tiempo aprendí una estrategia,

poco factible si soy honesta.

cuando conozco a alguien,

trato de mover el labio superior 

lo menos posible

y no gesticulo mucho

modulo como puedo.

no quiero abrir mucho la boca

pero me hacen reír

y sonrió, no puedo evitarlo.

entonces veo esa mirada.

me analizan rápidamente los dientes

y vuelven a mis ojos.

me encojo un poco de hombros.

quisiera que no lo vean.

«le debe dar asco» pienso.

vuelvo a casa

me miro los dientes

sonrió

lo odio

y lloro.

quisiera no tener la necesidad 

de abrir la boca.

quisiera no sonreír

quisiera poder envolverme los dientes

con un simple alambre.

«es todo un proceso» me dicen

pero no me importa.

«duelen muchísimo, no podes ni hablar»

no me importa, no quiero hablar tampoco.

me duele más que me vean.

estoy dispuesta a todo con tal

de no sentir que observan

todas, absolutamente todas las irregularidades

que poseo.

aunque duela mucho

aunque cueste mucho

solo quiero 

poder acomodarme.

cada tanto aparece una foto mía

tierna

pero con sonrisa.

la miro un millón de veces.

repaso la foto de arriba a abajo.

«se notará?» pienso.

«tenes una linda sonrisa»

no, no me mientan de forma tan descarada.

yo sé que no, yo sé que es mentira.

yo sé que me lo dicen porque deben notar

cuál es mi flaqueza, mi debilidad, mi punto bajo.

«me gustan las sonrisas especiales»

me dijeron alguna vez.

qué tiene de especial la mía? nada

qué podría tener de especial?

piezas desacomodadas.

no quiero sonreír

pero me cuesta no hacerlo.

soy feliz pero mi felicidad no es bonita.

no puedo transmitirla

con las piezas desacomodadas.

todo en mi esta tergiversado.

no hay nada que sea

«como debe ser»

quiero llorar.

a menudo pienso lo mucho

realmente lo mucho que me gustaría

tener una sonrisa bonita.

me gustaría ser la chica bonita

de la linda sonrisa

que contagia alegría.