Para aquellos que se quejan de los bajos salarios en la docencia, y sienten avasallados sus derechos también la Filosofía tiene un origen. Aquí les doy una lista de famosos filósofos antiguos que debieron sufrir la esclavitud.
PLATÓN
Fue el más notorio caso. Muchos esclavos han llegado a ser Filósofos, pero nadie tenía el linaje de Platón, quien era descendiente de una familia que hoy llamaríamos de la Nobleza de clase alta. Pero su empeño en encontrar las condiciones para crear un Estado perfecto, tal como lo postulara en su obra: La República, lo llevó a relacionarse con Dionisio I, el tirano de Siracusa, e integrarse a su corte temporalmente. Pero tras discutir fuertemente con el Tirano, por diferencias políticas, este quiso matarlo primero y finalmente lo entregó a un mercader para que lo venda como esclavo. De esta suerte se libró el gran sabio merced a sus amigos y la intervención de un rico comerciante que pagó por él para liberarlo. Se ha dicho que el dinero que se juntó por Platón, era considerablemente alto, y al juntarse por partida doble, una parte fue destinada a comprar los terrenos donde se construyó la Academia.
JENÓCRATES DE CALCEDONIA.
Jenócrates de Calcedonia fue el conductor de la Academia después de Espeusipo, primer sucesor de Platón. Su carácter era de tal mansedumbre que despertaba la admiración de toda la ciudad. En mérito a su honestidad los atenienses abolieron solo para él, la obligación de prestar juramento antes de oficiar de testigo. Cierta vez Alejandro Magno le envió una partida de dinero para sostener la Academia, tomó una pequeña parte y devolvió el resto, ya que según él Alejandro ya tenía todo el Mundo para mantener.
Solo a Jenócrates, Antípatro soberano de Lernia, le devolvió los prisioneros atenienses que había tomado en una batalla.
Cuenta el chismoso de Diógenes Laercio (Siglo III DdC ) que sus propios discípulos ponían a prueba el virtuosismo de Jenócrates arrojando mujeres en su cama, para que estas salieran defraudadas.
Más, por muy querido que fuera Jenócrates, los atenienses lo vendieron como esclavo en la plaza pública para que Estado pudiera cobrar el impuesto a los “metecos”, como se llamaba a los habitantes de la ciudad que no eran originarios de Atenas. Un sabio adinerado: Demetrio de Falera, lo compró y lo liberó según él, para hacerle un servicio a Jenócrates y a la educación de la ciudad.
Murió una noche al chocar con un estanque a la edad de 82 años.
FEDÓN DE ELIS
Un filósofo muy famoso fue Fedón, discípulo de Sócrates. Como esclavo estaba obligado a prostituirse en una “Mancebía”. De cómo llegó a esa situación no se sabe, ya que algunos dijeron que provenía de familia adinerada. De noche cerraba su casa y se iba a escuchar a Sócrates, que lo sometió a sus tradicionales interrogatorios en busca de la verdad del alma y descubrió en el joven el genio adecuado para destacarse en la Filosofía. Llegó a ser uno de los discípulos más queridos de Sócrates, quien luego a través de algunos de sus amigos obtuvo la liberación de Fedón de su cautiverio. Tan querido era Fedón que fue uno de los pocos que estuvieron junto al lecho de muerte del maestro. El mismísimo Platón escribió un libro llamado FEDON, donde pone en boca de éste el relato de las últimas horas de Sócrates en la cárcel antes de beber la cicuta, tal como lo imponía su sentencia. Fedón partió de Atenas a la muerte de Sócrates y fundó una escuela filosófica que posteriormente se denominaría “de los Elíacos”.
DIOGENES DE SINOPE
Diógenes de Sinope al que llamaban “El Perro”, integra con Sócrates, Empédocles, Platón y Aristóteles, el selecto grupo de los más conocidos sabios de la antigüedad. En este caso como el más destacado pensador de la escuela Cínica, antecedente del estoicismo. Es autor según la leyenda de las más descabelladas situaciones. Se le atribuyen, las más variadas anécdotas, que lo pintan desmesurado, excéntrico y descarado. Y todas esas actitudes juntas con el pensamiento que exponía generaba un gran fanatismo en sus seguidores.
Era hijo de un banquero en Sinope. Fue acusado de adulterar la moneda. Huyendo de la justicia terminó en Atenas. De este hecho dicen, habla en su libro “Pantera”.
En Atenas se acercó a Antístenes, quien fundó la escuela Cínica, llamada así por que enseñaba bajo el pórtico de Cinosargo. Antístenes no quiso recibirlo por su mala reputación, e incluso amenazó con darle un bastonazo en la cabeza, pero Diógenes insistió hasta que lo aceptó. Siendo innumerables las anécdotas sobre la vida de Diógenes y no habiendo una biografía que las ordene cronológicamente, se ha dividido su vida en dos tiempos, el de Atenas y su vida en Corinto.
Unos piratas lo secuestraron y lo llevaron a la plaza pública para venderlo. Lo compró un hombre culto y rico llamado Jeniades. Cuando le preguntó el subastador que sabía hacer respondió: mandar a los hombres. Y cuando vio a Jeniades ataviado de ricas vestiduras le señaló y dijo al mercader: ¡A ese, véndeme a ese que necesita un amo!
Jeniades, con el tiempo lo liberó y le confió su casa y la educación de sus hijos. Vivía en un barril, y poseía muy escasas pertenencias. Murió por una infección que le produjo la mordedura de un perro. Sus discípulos, se disputaban por decidir quién se haría cargo de su entierro, hasta que llegaron los jefes de la ciudad y reclamaron a Diógenes como Propiedad del pueblo de Corinto. Lo llevaron a la entrada del istmo y lo enterraron allí, levantando una columna de mármol coronada por la escultura de un perro.
MENIPO
Fue un filósofo destacado de la escuela Cínica. Pero su avidez por el dinero lo llevó a abandonar esa práctica de vida. Era Fenicio, y paso largos años como esclavo. Pero a su agudeza de ingenio, el alquiler de su cuerpo en jornadas extras, y pidiendo limosnas, adquirió el dinero suficiente para comprar su libertad y la ciudadanía de Tebas. Cuenta Hermipo, un filósofo contemporáneo, que prestaba dinero a comerciantes navales y alquilaba a trabajadores por jornada. Desdichadamente lo asaltaron y lo dejaron en ruinas, por lo que terminó ahorcándose.
MÓNIMO DE SIRACUSA
Mónimo fue esclavo de un rico banquero de Corinto. Frecuentemente Jeníades, aquel que había comprado a Diógenes, visitaba a su amo y de escuchar sus conversaciones le surgió la pasión por la Filosofía. Comenzó a hacerse el loco, tiraba cosas, y causaba disgustos a diario a su amo hasta que éste no lo soportó más y lo arrojó a la calle. Corrió entonces a unirse a Diógenes con lo cual su amo terminó de convencerse de su locura.
Un cómico de la época se refirió a Mónimo de esta manera: “Hay un sabio llamado Mónimo, tan sabio como poco conocido” … “su máxima favorita en nada se parece al ‘Conócete a ti mismo’, ni a otras muchas máximas famosas. ¡Todo lo ha dejado tras de sí este mendigo, este mugriento! Toda opinión -decía-, no es otra cosa que vanidad”.
EPICTETO
Si alguna personalidad ha sido capaz de mostrar al mundo del pensamiento, la capacidad del genio humano para alzarse por sobre toda circunstancia, ese ha sido EPICTETO.
Era esclavo de un romano. Nació en Frigia alrededor del año 50. Seguidor de la Filosofía Estoica, que Zenón de Citio fundara al final del periodo socrático, terminó él mismo siendo el mayor exponente. Tuvo entre sus seguidores a personajes de la talla de los emperadores Adriano y Marco Aurelio, poetas como Séneca en la antigüedad, y al General San Martin en la edad Moderna.
Una gran élite de intelectuales romanos se declararon Estoicos, tal vez porque después de una seguidilla compuesta de emperadores como Tiberio, Calígula y Nerón, consideraron productivo encaminarse en una senda más virtuosa.
La teoría estoica es aquella que postula la capacidad el espíritu de controlar el pensamiento y dominar así cualquier circunstancia, aun las más dolorosas que puedan afectar al hombre desde su existencia material. De esta manera se logra la Libertad en la virtud, que como sabemos desde Sócrates está asociada a la sabiduría. Y no importa en qué circunstancias te este aprisionado la existencia, seas un emperador o un esclavo, la libertad del espíritu si la cultivas te hará un ser humano digno sin importar la situación social o económica en que te veas sumergido.
Escribió dos famosos libros: ENQUIRIDION y DISERTACIONES. Aunque algunos historiadores confiables dicen que fue su discípulo el General Arriano de Nicomedia quien organizó sus notas y dio forma a los libros. Resultan una guía práctica para hacer del pensamiento la fuerza más poderosa para dominar la realidad. Desgraciadamente hubo de demostrarlo a Epafrodito, su amo, soportando que le torturara retorciéndole una pierna hasta romperla. Finalmente para no arrastrar el vengonzoso estigma de haber lastimado a Epicteto, Epafrodito lo liberó y le ofreció una indemnización. Así Epicteto pudo junto al sabio Musonio Ruffo dar forma a sus lecciones de vida.
Luego de que Nerón expulsara a los filósofos, matemáticos y astrólogos de Roma, se estableció en Nicópolis, y sus lecciones fueron tan famosas que personas de todas partes del mundo fueron en procesión a escuchar a Epicteto.
Murió entre los años 125 o 130 de nuestra Era.