Allá por mediados de octubre saqué un artículo donde, con ayuda de la Inteligencia Artificial de Chat GPT, definí fin de marzo como el fin de la bicicleta financiera. En artículos posteriores del mes de diciembre se determinó el 27 de marzo por simple pasión timbera y por ser la fecha del cumpleaños de un amigo muy querido.
Teniendo el caso del carry trade de Macri y Caputo fresco en la memoria fue cuestión de alimentar a la IA con los casos argentinos de bicicleta financiera y el análisis de casos similares ocurridos en Brasil y Turquía. Determiné, asistido por Chat GPT y textos alusivos, que la transición promedio de las bicicletas financieras de “ tiempos de bonanza” a «colapso» nunca superaban el año y medio, por más inyecciones de deuda que se le metieran en el medio. Además, la crisis del gobierno de Milei ya se veía venir con claridad y las intervenciones del BCRA en el mercado cambiario se estaban convirtiendo en un vicio. Pero también tenían un factor que les daba margen de maniobra: el masivo blanqueo de capitales que le permitió al gobierno que el carry trade llegue vivo al 2025.
Con el correr de los meses, las noticias sólo mantenían que el fin de la bici estaba a unos meses de distancia: el desarme de posiciones en pesos de Toyota, que tuvo impacto por lo económico pero también por lo simbólico, los rumores de renegociación con el FMI, la magrísima recaudación por ventas del sector agroexportador, la apertura de importaciones, el boom de argentinos en el exterior y, por supuesto, el Libragate.
Para el primero de marzo, la estafa que el Presidente difundió por sus redes ya había impregnado al mercado de dudas y empezó una furiosa intervención del BCRA para mantener los valores de los dólares paralelos cercano a los 1.200 pesos. El día que colapsó el carry trade (el 27 de marzo) el Blue, el MEP y CCL estaban arriba de los 1.300 pesos.
Pero ¿Por qué el 27M es el día del colapso?
La mañana del 27 de marzo de 2025 empezó con todo tipo de información que ya demostraba que en el gobierno estaban nerviosos. Caputo y Milei salieron a dar declaraciones sobre que el aporte del FMI iba a ser mayor al esperado, que se buscaban nuevos financistas y también algunas acusaciones de intentos de golpe de estado, como para ir preparando el terreno para echar culpas ante el fracaso. Incluso portavoces del Fondo salieron hablar de un aporte “considerable”, sin ponerle números exactos como habían hecho desde el gobierno.
Esto no impidió que los dólares paralelos empezaran a subir y el Banco Central tenga que poner 24 millones de dólares, situando las reservas en USD 26.222 millones, un número similar al que entregó el gobierno de Alberto Fernández. Una de las bondades del plan de Milei (la acumulación de reservas) se caía como un castillo de cartas. La que sigue es la de la inflación controlada.
Ese 27 de marzo fue la novena jornada de pérdidas, totalizando USD 1.445 millones en ese lapso, que, si se suman todas las ventas desde el 1 de enero dan USD 3.390 millones. Más del 10% de las reservas totales del país gastadas en intervenir el mercado cambiario en sólo tres meses, sin ningún plan más que aguantar.
Pero lo que terminó de decretar la muerte de la bicicleta financiera este 27M fue cuando llegó el momento de renovar los 9.2 billones de pesos que, en su gran mayoría, estaban en la bicicleta esperando cuándo correr al dólar. Como Caputo olió que la cosa venía peluda, mandó al Banco Nación a comprar de estos bonos en pesos. Veamos este gráfico:
Concepto | Monto (billones $) | % sobre vencimiento |
---|
Total a renovar | 9,2 | 100% |
Renovado sin Banco Nación | 0,682 | 7,4% |
Renovado con Banco Nación incluido | 6,2 | 67,4% |
De los $9,2 billones que vencían, el sector privado sólo renovó el 7%. El resto huyó. El Banco Nación, la misma entidad que Milei quería privatizar hace apenas unos días, tuvo que absorber el 89% de lo que se colocó, que sigue siendo poco porque deja 3 billones de pesos que en este mismo momento están siendo gastados para gastos corrientes (sobrevivir) o están viendo como saltan al dólar. Mientras, el Banco Nación se llenó de papelitos el carry trade se derrumbaba en vivo. No quedó ni la ilusión de que alguien más crea en el peso hasta que corrija su apreciación.
¿Va a haber devaluación?
Todas las personas que conocen el caso argentino saben que la devaluación se viene sí o sí. Los libertarios siguen soñando que va a ser después de octubre. Algunos economistas sostienen que con los dólares que hay, más los que se puedan conseguir, esta agonía puede extenderse máximo cuatro meses. Yo veo demasiadas señales que la devaluación va a ocurrir la semana que viene, que ya arranca con un vencimiento de USD 1.300 millones que va a ser otro golpe sobre una macroeconomía enclenque, unas reservas de libre disponibilidad que apenas se desprenden del cero y unos signos de fatiga que sólo se ven antes de una crisis.
Así que ha abrocharse los cinturones, comprar papel higiénico, conseguir dólares como sea y a prepararse para lo que suele pasar en Argentina cuando un gobierno confía únicamente en pedalear y pedalear sin saber a dónde ir.
Publicista en Buenos Aires por dinero. Escritor, chef y peronista amateur.