Mi vida no es mía. Permanezco dentro de un engaño donde creo tener el poder de elegir, cuando ya han decidido que mi mundo será cuadrado. El aroma, los colores, el tono y los sabores, todo ya ha sido definido y concretado. 

Este es mi camino a la demencia. Los pensamientos que atesoraba, todos y cada uno de ellos con mi esencia, hasta los que están marcados con un orgullo receloso con mi nombre bordado por fuego y carbón, son mentiras, una ilusión simple y definitivamente retorcida. Después de todo nunca tuve el control del molde y ¿cómo podría saber q estaba?, cuando solo me han dictado mirar hacia adelante, con pasos firmes sin lugar para remordimientos.

Quiero arrancarme algo, un pulmón quizá, mi estómago serviría también. Necesito que vean que el producto ha fallado y nunca podrá volver a lo que era.

Aunque yo soy la que vivo en este cuerpo, con esta mente, y sobre todo, soy yo la que camina estos pasos con pesar, no puedo elegir que decir, ni que soñar, ni siquiera el mínimo derecho de creer me es permitido a mi propio criterio. 

Por el cruel hecho biológico y el terrible orden social, soy como una oveja en el corral, sin voz ni voto, tonta desde siempre, siguiendo ciegamente. Secretamente anhelando perderse para siempre del rebaño.