Luego de hacer una breve investigación sobre las distintas posiciones que se pueden encontrar en las distintas sociedades y que por supuesto podemos escuchar a diario, encontramos principalmente cuatro ideas que predominan a la hora de tomar partido ante este dilema.
Podemos dividirlas en dos, las que aceptan cierto punto la prostitución y las que no. Por el lado de las que están en contra:
El prohibicionismo “es un modelo teórico jurídico que considera que la prostitución es moralmente inaceptable y por eso no acepta su reconocimiento en el mundo jurídico.” (Daich; 2012) Por lo general está “liderado por cristianos que defienden el concepto de la familia cristiana, es una corriente moralista conservadora anti-prostitución que considera que la prostitución es un pecado que atenta contra la noción de familia occidental y cristiana. Suprime la prostitución oficializada o estatal” (Instituto de Técnicas Sociales de la Fundación Fondo Social Universitario, 1986)
El abolicionismo “es un modelo teórico jurídico que considera que la prostitución debe ser abolida, es decir, derogada sin vigencia legal, del sistema social como defensa de la dignidad de las personas. Por ese motivo propugna que, con el objetivo de erradicar esa actividad, carezca de reconocimiento en el mundo jurídico.” (Daich; 2012) y segun la Fondation Scelles para el feminismo abolicionista “la prostitución debe ser abolida, es decir, erradicada, no prohibida, porque es una institución patriarcal basada en la desigualdad entre varones y mujeres. Esta corriente teórica considera que la explotación sexual y la prostitución son fenómenos inescindibles. Considera a la prostitución como un sistema de opresión sexista, racista y clasista.” (2016)
En estos dos ejemplos podemos ver que a pesar de estar ambos en contra en un caso se busca la existencia de una figura legal de la prostitución y en la otra no.
Ahora bien vayamos con las posiciones que encuentran a esta práctica como aceptable:
En primer lugar el reglamentarismo de la prostitución “es un modelo teórico jurídico que considera que la prostitución es necesaria socialmente y debe ser controlada por el Estado. El reglamentarismo utiliza un sistema de control sanitario y policial, que es ejercido únicamente sobre las prostitutas y no sobre los clientes consumidores, con el objetivo de prevenir contagios masivos de enfermedades venéreas.”(Heim y Monfort; 2005) y por otro lado El regulacionismo de la prostitución es un punto de vista feminista sobre la prostitución y un modelo teórico jurídico que considera que la prostitución es un trabajo y defiende su reconocimiento jurídico. (Daich; 2012) también se considera que “el trabajo sexual es puesto en tela de juicio debido a una actitud negativa hacia el sexo, el puritanismo y constituye un acto de violencia contra la libertad sexual de las mujeres” (Juliano; 2005)
Entonces, podemos afirmar que el dilema coquetea con dos espacios principalmente: el jurídico y el moral. Y usted…¿Dónde se encuentra?
Tengo 20 años. Soy estudiante de la carrera de Lic. en Psicología de la Universidad Salesiana. A pesar de mi pasión por el comportamiento humano, también me entusiasma mucho la filosofía, la historia, la política y otras ciencias sociales.
Buena base para un interesantísimo debate. En lo personal, yo suelo estar del lado de la reglamentación y la prostitución no es la excepción. Si igual va a ocurrir, que por lo menos se pueda regular y no quede oculto, excluido y marginado.