Nos acostumbramos a asociar la idea de viaje con grandes distancias y destinos turísticos.
Pero dice Marc Augé en El viaje imposible que “El mundo existe todavía en su diversidad. Pero esa diversidad poco tiene que ver con el calidoscopio ilusorio del turismo. Tal vez una de nuestras tareas más urgentes sea volver a aprender a viajar, en todo caso, a las regiones más cercanas a nosotros, a fin de aprender nuevamente a ver”.
Se viaja para conocer algo, para descubrir algo. Se atraviesa una frontera cuando se viaja. Se abandona lo conocido y se sale en busca de algo más.
Ir a trabajar a la cárcel es un viaje. Veo la frontera. Tiene guardias arriba y guardias en la puerta. Hay que llevar documentos para cruzar.
La cárcel es otro territorio.