No lee partituras. Nada nuevo, porque Frank Sinatra tampoco lo hacía. Pero Antonio Martínez Ocasio, “puertorriqueño de calle”, de hogar de clase media y con la mayoría de sus canciones en español, lo superó en reproducciones de Spotify, en seguidores de Instagram y en visualizaciones de YouTube.

Era empaquetador de un supermercado cuando se dio a conocer mundialmente con un trap lento bajo el nombre de “Bad Bunny”. “En ese momento estaba horrible en mi vida personal – reveló -. El mundo me veía, pero yo estaba desaparecido”.

Sin embargo, marcó su presencia en la escena mundial cuando, en 2018, lanzó su primer álbum de estudio, X 100pre, que le otorgó el Grammy latino por Mejor Álbum de Música Urbana. Desde entonces, los fans no paran de crecer, las premiaciones se siguen contando, e incursiona en el mundo de la moda, del cine y del streaming. 

El “posteo” de Instagram donde el reguetonero anunciaba la salida de su primer álbum, junto a la foto que inspiró su nombre artístico. 

“Yo me veo como un artista que ve las cosas de manera diferente y trata de crear su propio mundo”, se autodefinió. Así, Bad Bunny expresa su arte también, por ejemplo, cuando usa ropa “femenina”. “Siempre me llamó la atención – confesó -, la veía más creativa, más dinámica. Ahora es parte de mí y ha acabado siendo revolucionario”.

La “revolución” del “Conejo Malo” se extiende a diferentes países e incluso entre personas que no escuchan reguetón. Según el cantante, tiene “fans de muchos tipos”: rockeros, adultos y señoras de 70 años, fans de la comunidad LGTB y también – asegura – “fans homofóbicos”.

En la MET Gala de 2024, el cantante fue elogiado por tener el look más acertado al dress code de la noche. 

Por esta razón, el artista cuida que “todos puedan pasarla bien” y se identifiquen con sus canciones, pero no por eso desaprovecha el alcance que tiene en Latinoamérica. Después de que una mujer transgénero sin hogar fuese asesinada en Puerto Rico, apareció en un programa vestido con falda y una camiseta con el lema: ‘Mataron a Alexa, no a un hombre con falda’. El boricua, sobre sus oyentes, reflexionó: “Yo tengo la capacidad de engancharlos con este reguetón y con este vocabulario. Les doy un mensaje sin que sientan que les doy un sermón”. 

¿Y el rechazo a géneros populares como el rap o reguetón? “No se va a superar nunca, eso es como el racismo o como la homofobia”, conjeturó el compositor y productor. “El reguetón es un género que viene de la calle, del underground, de la gente pobre que no tuvo opciones. Yo creo que de ahí viene el rechazo”.  

Bad Bunny reivindica el transfemicidio de Alexa en un programa de televisión estadounidense. 

Benito, como lo llamaba su madre, a pesar de su prolífera y reconocida trayectoria e a lo largo de menos de una década, confiesa que se siente aún “como un ciudadano regular de Puerto Rico”, que no podría “ir por el mundo” pensando en su música y en su bienestar.