bailo en la cocina, 

mientras suena esa canción 

me choco contra las paredes,  

recordando aquella noche,  

quizá la única  

en la que logré hacerme feliz.  

‎ 

todo fue caos,  

ningún dios  

podría haberme salvado;  

fui ruinas  

antes de ser siquiera historia.  

‎ 

aún escucho mis palabras:  

«ojalá nunca te hubiese conocido»  

y esa mirada vacía,  

como un abismo  

donde ni siquiera Hades se atrevería a entrar.  

‎ 

cada rincón de mi piel

lleva la sombra de un YO

que alguna vez fue libre

‎‎ 

intenté odiar(me),  

pero es como nadar en arenas movedizas  

o intentar prender fuego  

al océano 

‎‎ 

sigo bailando,  

con pasos torpes, mientras lloro,  

aferrada a un fantasma  

que ya no existe,  

o quizá nunca existió.   

‎‎ 

¿será este mi castigo?  

¿recordar(me) siempre? 

mi propia sombra no me deja respirar,  

me arrastra al abismo  

una y otra vez.