Diez iglesias


La primera para pedir que vivas 

La mejor de las vidas.

La segunda para que tu alma sea conservada en un cielo infinito de constelaciones. 

La tercera para invocarte cuando mis ojos se cierren y se abran en otros ojos.

La cuarta para que seas fuerte frente a las tristezas,

Y una quinta para las certezas.

La sexta puede ser para que veas tus mejores fortalezas y te forjes una coraza para habitar pero también para invitar.

La séptima pido que cuiden tu fragilidad.

La octava para tu ser maravilloso, ese que habita tu pecho luminoso, pido que no se apague ni cambie ni se aferre a la muerte.

En la novena toda la ternura y también toda la locura del amor que te ofrecen,

Y tal vez así en la décima veas

En vez de mirar

Y puedas encontrar paz al despertar.