Un día quise ser ovillo

Y rodé sin rumbo

Vi las estrellas y las estaciones

Las grandezas y todos los colores

Entre ríos me metí, la marea me llevó a lugares inesperados prometidos y encontrados

Un día quise ser ovillo y lo fui

Bajo los brazos del sol en la tarde

Bajo los ojos del amor sobre el silencio

Pero los ovillos se extienden, se liberan.

Y ya no puedo ser ovillo silencioso

Hago ruido y me seco, me quiebro como las ramas al prender un fogón.

Y me hago fuego y mis hilos se deshacen, y me quemo de dolor.

Pero pronto nacerá un pequeño hilo que algún día será mejor, más pensante y menos soñador.