Escuchar envejecer
Es la siesta, es la tarde.
Y nunca es tarde para dormir una.
Hay momentos inexplicables,
Días extraños
Ojos cerrados.
No quiero moverme, quiero quedarme muy quieta como si mi cuerpo fuera el verde pasto que crece sobre los bosques.
Y es la siesta, es la tarde.
Y nunca es tarde para dormir una.
Hay momentos inexplicables
Días extraños,
Ojos cerrados.
No quiero moverme, quiero quedarme susurrando edades como la historia a la humanidad.
Nunca es tarde para dormir una.
Quiero quedarme, pero te quedas vos
En mi arena, en mi bosque, en mi sol, escuchando envejecer días extraños y ojos cerrados.
La poesía es el lenguaje del mundo.