Llorar en casa
El llanto de los lobos en el alba,
Las huellas de nieve sobre los pingüinos,
Las rocas plantadas al amanecer,
Abrir los ojos y descubrir
Que llorar en casa
Es una cima
Tenebrosa pero segura.
Una casa que hace ruidos
Que respira como anémonas de mar, arriba, lejos, piel de lana suave.
Envuelve mi cuerpo y el llanto de los lobos se va apagando, y las huellas de la nieve me recorren a mi, y dejo mis rocas en la cima para siempre.
Y
Abro los ojos
Y descubro;
El silencio tenebroso de no oír tu voz
Y lloro en casa hoy
Escondida ahí, entre suaves lanas
Donde jamás podrá el tiempo encontrarme.
La poesía es el lenguaje del mundo.
