Me preparo
para soñar sin sueños.
Me preparo para reír
Sin sonrisas.
Me preparo una cama chiquita, casi diminuta dónde no quepa ni siquiera mi cuerpo.
Y me acuesto en el filo del borde, a la deriva de la noche y a merced del tiempo.
Y todo se hace lento, fugaz, incorregible.
Ella se prepara para invitar a su cuerpo a dormir, estrechando lo que queda y lo que falta granizar sin organizar quien morirá mañana.
Es la hora, es el funeral. Todos están quietos como las imágenes que de tanto repetirse se detienen.
Me preparo, mientras entro en la noche, a la deriva de mis sueños oscuros y mientras me preparo,
me reparo sin pensar, sin llorar, sin agonizar,
Porque me preparè toda mi vida para vivir en la dificultad,
Porque amar es una tarea difícil pero que encuentra su lugar.
Ahora solo queda clasificar
recordar, cerrar, respirar, dormir, amar, reparar.
La poesía es el lenguaje del mundo.