He estado teniendo días difíciles conmigo misma,
me di cuenta que quizás mis fantasmas eran solo sábanas.
No había visto mis muñecas hasta qué me ganaste la pelea,
no sé si perdí por débil,
o ganaste por ser muy fuerte.

Y cada vez que caigo al vacío,
me doy cuenta que me tiro, no caigo,
y cada vez que me tienden la mano, 
la corto,
no la agarro.

Tengo miedo, pero me aferro al miedo,
no me quiero ver en un espejo,
porque sé que puedo volver a depender de una soga si me encuentro con mi cara rota.

Y cuando estoy tendida en el piso,
viendo oscuro mi futuro,
me aferro a lo que mantiene al mundo vivo,
un lapiz y un papel, y escribo,
porque es todo lo que siempre he hecho: escribo.

Me dijeron que todo lo que me atormentaba tenía solución,
correcta o no, fácil o no,
era una solución,
entonces excavé mi piel hasta poder ver mis huesos,
entonces excavé mis muñecas hasta volarme internamente los sesos,
entonces perdí todo mi potencial,
y nunca pude demostrar,
que yo era más que eso.

Y cuando me enojé,
maté,
con palabras maté,
y me di cuenta que yo también sabía matar,
que yo también podía lastimar,
entonces pude agarrarle la mano solo a los confiados,
ya que ellos saben mantenerse parados cuando les duele algo,
entonces pude confiar ciegamente en quién me llamaba arte,
y amarme solo cuando me amaban,
entonces cuando me dejaban,
agarraba un lapiz y un papel,
y hacía lo único que sé hacer bien,
escribo.

Y escribo, escribo, escribo,
escribo para poder quemar fantasmas,
escribo, escribo, escribo,
escribo para poder ganar y no caer al vacío,
escribo, escribo, escribo,
escribo para dejar de lastimar,
escribo, escribo, escribo,
escribo para lograr mirarme al espejo,
escribo, escribo, escribo,
escribo por mi futuro,
escribo, escribo, escribo,
escribo por mi potencial perdido,
escribo, escribo, escribo,
escribo para poder confiar en los que merecen que confíe,
escribo, escribo, escribo,
porque escribir es lo único que sé hacer,
escribo, escribo,
¿escribo?
¿realmente lo sé hacer?
¿realmente puedo hacerlo bien?
y entonces lo intento, porque eso es en lo que me baso desde que vivo en este invento,
porque nunca fui natural,
porque lo que siempre he hecho fue intentar,
porque miro mis muñecas y recuerdo que fui la razón de la herida abierta de alguien más,
por solo saber intentar,
y hago todo lo que puedo para no caer al vacío,
para que la curva no se convierta en un círculo,
¿que voy a hacer cuando me dé cuenta de que las palabras también son un intento, un invento?
porque no quiero morir,
pero tampoco quiero seguir intentando,
porque no sé qué decir
entonces escribo,
y así sigue el círculo.

Libro de la portada e inspiración:

«Balúarte»

-Elvira Sastre.