Uno cuando ve una foto, se deja engañar por la ilusión de perpetuidad de la misma, uno no piensa ¿Cuándo va a ser la última vez que vea esta imagen? ¿Realmente se quedará por siempre en mi memoria?

La respuesta obvia es, que cuando vemos esa identidad estática, sabiendo que solo es seguida por un intento de recuerdo que se va a ir distorsionando a medida que pasa el tiempo, es ahí cuando uno se pregunta ¿Por qué no aproveché mejor este recuerdo? Este instante.

No tenía pensado borrarte de mi disco duro, ni pensar que ese retrato fuera el último en quedar en mi computadora. No tenía pensado formatear la tarjeta de memoria de mi celular, llevándose todos esos recuerdos en píxeles consigo, sin importar cuáles fueran, clavarme esa daga en el pecho era necesario para que mi corazón deje de doler luego de cortar esa hemorragia.

No tenía pensado que algún día te iba a dar un último beso, un último abrazo, un último te amo ¿Quién puede confiar en la perpetuidad? Un crédulo como yo, obvio. No tenía pensado recordar tan poco de nuestro tiempo juntos, vivido lo vivido, nunca me hice las preguntas básicas, por confiar en mi inocencia.

No tenía pensado que me ames, ni tenía pensado que te iba a amar. Que sé yo, un poco la vida se trata de eso, de no pensar tanto las cosas porque pueden amarrarnos al techo y usualmente deberíamos caminar en el piso. Aunque, el amor te amarra a un globo aerostático sin que te des cuenta.

No tenía pensado llorar tanto, recordando lo compañera que fuiste conmigo, o las veces que me diste palabras de aliento, me abrazaste o contuviste. No tenía pensado que eso fuera lo que más me iba a doler de todo este proceso. Y mira que te extraño, pero no es suficiente para mí, tengo que apuñalarme con tu bondad.

Nunca pensé que al día de hoy, nos encontremos en un pacto de silencio e invisibilidad, que yo a veces no pude respetar, para poder crecer y reencontrarnos a nosotros mismos. Nunca pensé que salir de ese lugar podría darme otras oportunidades, sobre todo de amarme más a mí mismo. Pero todavía un poco, sigo siendo un crédulo.