I

hace como 40 años que desconfío de la gente que le dice «el nano» a serrat

II

verán que face, enloquecidamente, cada tanto, anda ofreciendo amistades de todo el mundo a todo el mundo. en medio de esta iniciativa de comunicación concupiscente, me he mareado. así que decidí aceptar en primera instancia lo que venga, y después, cuando veo qué publican, los dejo o los saco. no sé si les había contado de las sugerencias de una chica llamada «Horny Girl With Very Big Sexual», que ostentaba la carencia de objeto directo. y ahora viene un tal «Amiguísimo Sánchez» que se manda por privado con la siguiente frase para romper el hielo: «te paso la verga por la virola un rato, ¿queré?»

III

en los discursos de los políticos neoliberales, los modelos socioeconómicos no son comparables con otros posibles (giran en la mismidad de lo hegemónico aceptado), el deseo es solo de “felicidad” de adquisición inmediata, los modos de comunicación son solo aquellos formateados por la publicidad reciente, etc. la unidimensionalidad es práctica y convincente: si las cosas tienen menos espesor, dan menos miedo, tranquilizan

IV

presentar «enemigos» de afuera, como monstruos de tamaños imposibles, o demonios o aliens no pertinentes a la realidad humana (esa que solo puede ser unidimensional en la interpretación neoliberal) es comparable a la comparación que hacía Hitler del judaismo como virus. la apelación al miedo irracional como respuesta a reales o supuestos problemas sociales es necesariamente fascista. se trata -es muy evidente- de discursos fascistas

V

cientos de hermosas mujeres de veinte se hacen selfis en el baño junto al bidé, con la maquinita de depilar como testigo tirada por allá atrás. hoy hay como una asociación necesaria de lo sexual con lo escatológico que las revistas femeninas pretendieron negarnos durante años

VI

cuando digo conservador no me refiero a los postulados, sino a la ausencia de plasticidad política para desarrollar esos postulados en el tiempo. lo digo en el sentido de «conservarse» más allá de las circunstancias, el estado de la cultura e incluso más allá de la historia. dudo que al mismo trostsky (que, por ejemplo, fue pasando de populista a menchevique, de menchevique a bolche, de ideólogo y dirigente militar de la revolución a crítico de ella, etc) le resultaran aceptables muchas de las rigideces del discurso trosco argento («Comprendo que saltar publicitariamente por encima de un obstáculo político no significa eliminarlo prácticamente». Trotsky)

VII

quise escuchar un fragmento de una conferencia en yutube. el tema de la conferencia era la comunicación. como la charla estaba en creole y yo no entiendo creole, le pedí al yutube que me lo tradujera, y en los subtítulos fue saliendo esto: la lengua inglés resolvés bush no agaches karmen figura en ese mole lleno de concreto diseño de cerrazón y mundo del hip hop es el cupo será partido y dimitido por ser quienes son tu sombra al menos un segundo al planeta g como además nos tienen sumisos no debe faltar en tu cuarto dominó ni futbolín ni she was. 

se ve que la comunicación en estos días es un asunto complicado

VIII

los progres solemos manejarnos, en materia de comunicación masiva, con la vieja y avejentada teoría hipodérmica que viene de la escuela de frankfurt: los medios son todopoderosos y la gente es un envase vacío que se llena con mensajes de mierda. pero si además de mirar a los emisores prestamos un poquito de atención a los receptores, nuestra idea del asunto quizá resulte más completa y menos prejuiciosa

IX

¿qué se está diciendo ahora y masomenos aquí cuando se dice arte y -más específicamente- cine independiente?. se connotan en el uso de la expresión independencias de: los grandes capitales y su correspondiente ideología, la industria del arte y sus limitaciones e imposiciones, el mercado y sus regulaciones, los lugares comunes de la forma que derivan de las regulaciones del mercado y de lo comercialmente funcional… etc. hay más, pero estas son comprobables revisando los textos subsidiarios del mercado independiente, por ejemplo: blogs, páginas web, diarios de circulación interna de festivales, reseñas de los medios masivos, discursos institucionales ad hoc. las connotaciones listadas son profundamente equívocas en casi todos los casos si se las coteja con los productos a los que se refiere. en algunos casos puede verificarse cierta independencia en uno de los puntos de la lista, independencia que se relativiza o anula por la «dependencia» en otros

X

del uso equívoco o impreciso que hacen los progres de la expresión «independiente» resulta una productividad publicitaria funcional, más allá del relativo cinismo de cada uno de los que lo usa (alguien dice que «nadie se lo cree» a esta altura). este uso, con sus equívocas connotaciones libertarias incluídas, es representativo de un sentido ideológico pertinente al ambiente artístico y por lo tanto al cinero, que yo llamaría «romanticismo postjipi»