Una vez que el tsunami finaliza es que pueden observarse las consecuencias del desastre.
Es así como me encuentro un domingo, luego de días atropellados por la polémica, sentada en un café analizando el daño probablemente irreparable que sufrió la boxeadora Imane Khelif en estos Juegos Olímpicos 2024.
Imane es una deportista mujer cis, es decir se identifica con su género de nacimiento, con una afección médica que eleva sus niveles de testosterona. Esta condición es conocida como hiperandrogenismo.
La polémica de su «falla ante el test de género» creció como una bola de nieve y la idea de un debate respetuoso se desvanecía detrás de títulos pretenciosos,maliciosos y amarillistas.
El deporte (y más aún el olímpico) no es una plataforma esterilizada, pura e inalterable. No es una utopía ni un perfeccionamiento de la cultura humana, aunque a eso apunte o quiera representar.
El deporte está atravesado por relaciones de poder y espeja casi siempre las problemáticas contemporáneas a su desarrollo.
“Las prácticas deportivas han resultado eficaces para promover y reforzar un cierto orden corporal generalizado,cuyos aspectos distintivos son la lógica heteronormativa y la matriz binaria”
No es casual que durante el evento de mayor relevancia a nivel mundial se destaque en los portales y repudios en redes sociales la noticia de una posible deportista trans que compite en la categoría de boxeo femenino, mientras que un jugador de voleibol de playa neerlandés que fue condenado a cuatro años de prisión por violación pasó de manera instrascendente ante los “calificados” críticos del deporte que se manifiestan únicamente cuando quieren expulsar su odio y transfobia.
Deporte y binarismo
Crecimos con una educación que nos unía a todxs en un aula para enseñarnos matemáticas,lengua,geografía pero nos dividía en educación física. Las mujeres por un lado y los hombres por el otro.
Me incomoda enterarme que sigue prevaleciendo esta modalidad pero también confirma la norma. Todo comportamiento humano tiene sus raíces en nuestra cultura y socialización (primaria en el hogar,secundaria en espacios como escuelas,clubes deportivos,etc) desde niñxs nos enseñan a potenciar nuestras habilidades o reprimirlas.
Esta división impone un modelo que se naturaliza colectivamente como irrefutable. Nos condiciona desde nuestras infancias para acomodarnos en una de sus etiquetas y así permanecer dentro del estatus quo.
Es muy importante remarcar que identificarse y pertenecer son necesidades básicas en etapas de nuestra vida en las que somos más vulnerables como lo es la infancia,pre adolescencia, etc.
Es ahí donde nos formamos y sentamos las bases con las que construiremos nuestra identidad.
“La norma es,paradójicamente,omnipresente e invisible.Ella no precisa ser marcada,quien es marcado o lo que es marcado es aquel o aquello que se desvía de la norma”
El deporte está plagado de prejuicios,reglas y normas que le permite a una sociedad perpetuar su legado. El binarismo juega un papel fundamental en esta ley universal.
¿Pero qué pasa cuando la realidad golpea tan fuerte que es imposible seguir haciendo la vista a un lado? ¿Qué pasa cuando se hacen eco las cientos de historias de personas que no encajan en este modelo vetusto y cuestionable?
La verificación de sexo en el deporte
Probablemente hayas escuchado hablar de las pruebas de verificación de sexo y si lo pensás muy bien seguro no recordás que se hayan testeado en hombres. Estás en lo correcto.
Las pruebas de verificación de sexo surgieron después de la segunda guerra mundial.
En 1966 las organizaciones retiraron las pruebas de verificación de sexo y exigieron que las mujeres desfilaran por completo desnudas ante un panel de especialistas y en algunos casos que se sometieran a un examen ginecológico
Es claro que esto era humillante para las deportistas y las quejas no se hicieron esperar. Como respuesta el COI (Comité Olímpico Internacional) implementó un “test cromosómico” con vigencia hasta 1991. Este test tenía muchos errores y pocas verificaciones. En un modo simplista de explicar es un test que no consideraba a aquellas atletas con variaciones en sus cromosomas. En definitiva, una vez más si no estás en la norma no existis.
Como resultado : cientos de carreras terminadas antes de siquiera iniciar y muchas otras condenadas a un debate público que acabó por agotar sus deseos de continuar.
Me expulsaron de la residencia de atletas,revocaron mi beca deportiva y borraron mis récords y actuaciones de todos los registros atléticos de mi país. Me sentí avergonzada y abrumada.Perdí amigos,perdí a mi novio,perdí la esperanza y la fuerza.Pero yo sabía que era mujer, y que mi diferencia genética no me otorgaba ninguna ventaja física injusta
María José Martinez Patiño fue la vallista española que cayó bajo las reglas arbitrarías de este test y padeció la persecución y manipulación de medios,sociedad y ámbito político.
Tenía el síndrome de insensibilidad completa a los andrógenos (SICA).
Se debate mucho estos días sobre las famosas ventajas biológicas y debo decir que es un tema que me interesa investigar en mayor profundidad, es un tópico que mal abordado termina convirtiéndose en un circo de miradas perversas pero requiere de un enfoque sólido y sobre todo humano.
Hablar de ventajas no puede reducirse a modo sencillo y precisamente son cientas las condiciones que pueden interferir en un atleta para convertirse en uno de élite.
Conocemos la historia de Michael Phelps y si analizamos su impacto mediático vamos a probar que la imágen es positiva. Es más, no solo es positiva, es distinguida y premiada por sobresalir,se trata de alguien de “otro mundo”. ¿Pero cómo? ¿No era que resaltar era señalado? No siempre.
Records y premiaciones convirtieron a Phelps en leyenda, hablamos de un deportista que acompañó su estricta conducta deportiva con un cuerpo preparado para hacerle frente. La ventaja fue clara y aceptada,premiada y documentada como un caso especial.
¿Por qué no ocurre lo mismo con las deportistas femeninas?
Imane Khleif enfrentó más que una oponente en el ring porque fuera de él se encontraba el mundo. Un mundo que se cree capacitado para hablar libremente de lo que no sabe.
Es el mal de la época podrían decir pero yo solo entiendo que es el mal de todas las épocas.
Hablar de ventajas en el boxeo siempre fue controversial y más si consideramos que en la historia del deporte las mujeres fueron inhabilitadas a practicarlo porque la fuerza no entra en categoría de lo estrictamente femenino.
Sin fuerza no hay poder : Testosterona
No podemos abordar la disputa en el boxeo femenino sin mencionar que en realidad lo que se quiere resguardar es la idea de poder que se fusiona con la fuerza física y que representa al boxeo masculino como un ideal y base fundacional del mismo.
Podríamos ahondar en detalle sobre la relación de fuerza y poder( y seguro lo haré en un futuro ) pero por ahora solo voy a traer elementos que sirvan a la situación actual.
El boxeo se divide en categorías por peso (Hablamos de boxeo pero también deberíamos hablar de boxeo femenino y másculino ya que tienen diferentes reglas y “permisos”)
La división por peso es claramente sencilla y permite hacer una diferenciación rastreable, estamos de acuerdo. Pero no es el único parámetro de fuerza.
Se repite mucho que la testosterona es el elemento clave que determina la potencia y por lo tanto la ventaja a conseguir.
En Estados Unidos,la testosterona se distingue de otras drogas de las que a menudo se abusa porque tiene una imagen positiva.Su asociación con la potencial viril hace que sea vista a través de la lente del género y de una sexualidad que la valora.
Es importante destacar que la gran mayoría de estudios que respaldan estas teorías son probadas en hombres cis, que prueban que la testosterona ayuda a aumentar tamaño muscular pero no prueba que los atletas exitosos tengan alto nivel de testosterona.
En todas estas formas hablamos de hormonas naturalmente producidas por el ser humano. Si una atleta mujer ( así como el nadador Michael Phelps) desarrolla una ventaja biológica,¿Es entonces un problema o un milagro? ¿Es portada de revista por prodigio o portada por salvajismo?
La fuerza enlazada a la testosterona o el peso es simplista. En la actualidad sabemos que no es tan evidente.
Una diferencia cualitativa en el tejido muscular, como una mayor concentración de enzimas glicolíticas y una mayor proporción de fibras musculares de tipo rápido , puede explicar la disparidad en la fuerza. De hecho, se ha informado que la capacidad glicolítica, así como el área muscular ocupada por fibras de tipo rápido, son mayores en hombres que en mujeres . La diferencia de género en el poder también puede verse influenciada por factores antropométricos y específicos , así como por las características morfológicas de los músculos.
Hormonas,peso,fibras,distribución de masa muscular,funciones neuromusculares,etc. Así como el binarismo es impracticable (y las asociaciones deportivas tuvieron que asumirlo) deberíamos nosotrxs entender que repetir y eternizar el legado de fuerza = testosterona = masculino es simplemente arcaico e inútil.
No podemos entender al boxeo si no aceptamos su evolución en investigaciones científicas, aún si se tratan de resultados que incomoden.
Y si estamos enfrentando un nuevo panorama es importante saber donde estamos situados.
¿Qué categorías estamos utilizando? ¿Sirven hoy en día? ¿Ayudan al deporte o simplemente se trata de divisiones que son fáciles de mantener?
Es por esto que considero que aquí tenemos varias disputas, no solo hablamos de deporte porque se trata de uno históricamente asociado a la masculinidad sinónimo de fortaleza y poder y no es un momento intrascendente. Estamos en la era de las “fake news”, la “agenda woke” y el “progresismo impuesto”.
Política y deporte: Un marco teórico
Unos días antes de los Juegos Olímpicos Elon Musk declaró en una entrevista que su hija (oficialmente Vivían Jenna luego de transicionar ) estaba “muerta” por el virus “Woke” al que culpaba directamente.
¿Qué es el virus “Woke”? ¿Se relaciona con la “agenda woke”? Sí, ante la creciente oleada tradicionalista y de derecha estamos en condiciones de afirmar que esta es una de las banderas que defienden a capa y espada.
Todos los movimientos sociales que representen un cambio y ampliación de derechos a los sectores más vulnerables obtienen su respuesta violenta y radical de las alas más conservadoras.
La agenda es el fantasma, el enemigo a derrotar y controlar. Esta idea está directamente relacionada y va de la mano con una atmósfera plagada de conspiraciones y paranoia social.
No me voy a explayar en la ridícula idea de que un presidente se exprese de tal forma.Milei está al día con la protesta antiprogre,es un personaje que cumple con la demanda y condena públicamente todo aquello que se entiende como ajeno, que rompe con la norma y molesta.
No es novedad que los políticos de derecha ( Trump,Bolsonaro,Milei…) ataquen a las minorías sin ningún tipo de argumento o interés de preservar la dignidad humana. Solo son funcionales a la rabia colectiva y se replican porque tienen un público que espera exactamente eso de ellos.
En esta ocasión no fue diferente.
La violencia política también interfirió en la vida de una deportista de Algeria que solo quería participar representando a su país en unos juegos olímpicos.
Los medios y redes sociales a la orden del día.
En estos Juegos olímpicos no investigué a fondo las polémicas desde un inicio, no por nada particular sino que fue casual, simplemente todo lo que leía sobre las disciplinas era a través de redes sociales como twitter o instagram.
Al manejar la plataforma de mi club “Pelea como una piba” (feminista y para mujeres y/o disidencias) es normal que todo mi algoritmo esté colmado de cuentas deportivas y voceros del ámbito boxístico.
El panorama era innegable, un 90% de mis contactos repudiaba a la entonces “boxeadora trans” que ponía en riesgo la vida de la boxeadora cis italiana. En numerosos posteos e historias se repetía lo mismo, la figura de la boxeadora “trans” era sinónimo de monstruosidad (incluso en una de las fotografías virales se la representaba como un animal enorme y peligroso, muy alejado a un ser humano, es una reducción de su existencia a un dibujo cruel y malintencionado).
Es la primera vez que me enfrento a una pregunta en cada lugar que frecuento “¿y vos qué opinas sobre la boxeadora trans?
Me molesta detectar a simple vista quien consulta genuinamente interesado por mi opinión y quien pregunta desde una postura morbosa y de goce casi como queriendo dejarme en evidencia frente a mi militancia y modo de entender al deporte desde una perspectiva de género.
Es claro que no interesa en estas últimas personas saber que opino, es esa pregunta la que busca poner en jaque a un movimiento político social que atenta contra las creencias tradicionalistas.
¿Cómo se propaga un mensaje de odio para que cale tan profundo en la psiquis colectiva?
El movimiento armado de fake news
Lo que parecía una reacción de indignación orgánica no lo fue. Fue un ataque coordinado en X (ex twitter) que venía gestándose desde, por lo menos, el 27 de julio y continúa hasta hoy. Volcánicas, con ayuda de DFRLab, rastreó el inicio del bulo transfóbico y encontró más de 10 mil trinos en la red social “X” que replicaron el mismo mensaje de odio, reproducido en millones de cuentas a nivel global. Solo el nombre de Imane ha generado más de 2.3 millones de menciones en X hasta la mañana del viernes. Así empezó a instaurarse la falsa idea de que Imane, una mujer cisgénero, era una mujer trans y que podría haber matado a Carini en el ring
En el trabajo de “Volcánicas” se puede ver el rastro que deja el trabajo organizado de cuentas conservadoras que plantan una noticia y replican incansablemente hasta que esta misma se termina por infiltrar y convertir en realidad.
Para muchos de los contactos que aparecieron en mis redes fue esta noticia la que tomaron por verdadera y repudiaron sin detenerse unos minutos en investigar el trasfondo. Nos encontramos aquí con uno de los focos de daño estructural que padeció Imane.
La ignorancia.
Repitiendo y soplando : un ejercicio de todxs
Nadie pierde el tiempo cuando se trata de un click que los mantenga vigentes. Es tentador y solo lleva un segundo, poder dar tu opinión sabiendo que sos una figura pública que la escena espera con ansias.
Es así como cientos de boxeadoras y boxeadores salieron al ataque, con posteos, historias, tweets que sin filtros denigraban a Imane, nombrandola monstruo, hombre, un tipo que peleaba con mujeres y ejecutor de la violencia de género, una catástrofe evitable, un chiste.
Es la noticia que pasa de boca en boca, de plataforma en plataforma y se duplica, triplica en cuestión de microsegundos, convirtiéndose en una plaga difícil de eliminar. La fake news ha sido implantada y ahora solo resta estudiar los daños.
¿Alguno de todos estos ídolos se detuvo en investigar a fondo antes de opinar públicamente sobre la sexualidad e identidad de un ser humano? ¿Cómo podemos seguir tomando tan ligeramente nuestras opiniones? Ignorando que formamos parte de un entramado social que históricamente ha resultado perjudicial para sectores invisibilizados.
Nosotros los comunicadores, deportistas, personas, podemos intervenir y romper con esta cadena.
Volviendo al principio, cuando se me consultó por mi opinión en esta ocasión supe exactamente qué responder: No estoy informada aún, voy a averiguar y si tengo algo para decir lo diré.
Es tan simple y sin embargo se trata de una práctica extinta.
Reflexión
Confirmado en redes que Imane es una mujer cis, la boxeadora italiana Angela Carini se disculpó por sus dichos. Estamos en el día después de la tormenta,del huracán, del tsunami.
No es la misma circunstancia cuando me dirijo a las redes sociales, allí el silencio es ensordecedor. Nadie se retracta y pocas son las conclusiones que se despegan del caos.
¿Qué es lo que queda en el día después? Una casa deshecha, un terreno arrollado, una base maldita y un corazón quebrantado.
Aún así no es suficiente, está bien Imane es mujer pero esto no borra la huella de personas trans que merecen su espacio en los juegos olímpicos.
Leo hace años que la deuda con la comunidad trans es un hecho, sin embargo pienso en cuando esa deuda será cobrada.
Por ahora pareciera que nadie quiere pagar.