El deporte no se excluye de todas las problemáticas que solemos presenciar y denunciar cuando hablamos de política o de una militancia transfeminista. Por ende, este se encuentra atravesado por la cultura, las instituciones y la sociedad en la que nos desarrollamos. El deporte produce y reproduce significados.
Si queremos hablar del mismo, debemos entenderlo también como un reflejo directo de aquellos dispositivos disciplinadores . Uno de los tantos problemas que se desprenden y normalizamos es la brecha salarial.
En los últimos años se han observado avances en relación a la conquista de derechos por parte de personas históricamente violentadas y excluidas. Sin embargo, es evidente que nos encontramos en desventaja, y que la lucha por visibilizar y cambiar paradigmas está muy lejos de detenerse o abandonarse,es importante mantenerse activos en la militancia, crear nuevos lazos, presionar para que las nuevas generaciones puedan crecer en un terreno con igual trato y oportunidades.
La mayoría de las mujeres que se dedican al deporte aún hoy en día no pueden vivir de eso,son contados los casos de aquellas que triunfaron en mérito y economía pero incluso con ese bienestar asegurado lejos están de compararse con colegas de sexo masculino.
“Muchas jugadoras, incluso integrantes de selecciones nacionales, directamente carecen de todo salario o solo gozan de un viático, por lo general insuficiente. Esto genera que muchas deban optar entre trabajar y entrenar, lo cual limita de manera directa sus posibilidades de preparación y su rendimiento. A su vez, cuando perciben ingresos, señalan que son considerablemente inferiores con relación a lo percibido por los jugadores de la rama masculina, tanto en lo que pagan los clubes como en los premios económicos que reparten los torneos” (Observatorio de la Discriminación en el Deporte – INADI – Agosto 2020)
Le pregunté a Barbi Rivero ( quien será protagonista este sábado 22 de abril de la pelea con Daniela Bermudez por el título argentino Pluma) si estaba al tanto de la brecha salarial y como le afecta en el día a día.
» Conozco la brecha porque no soy solo boxeadora sino que también soy socia de mi entrenador, distinto a las relaciones que tienen los boxeadores con sus entrenadores y nosotros en nuestra escuela sabemos cuánto vamos a cobrar y cuánto se cobra en el mundo. Siempre la brecha la tengo que comparar porque bueno está dentro de lo que es el margen, yo pelee por ejemplo un título del mundo de una asociación importante y me compré una moto corven y metí un plazo fijo que no era mucho, después tengo un compañero que peleó por un puesto de la misma organización, un puesto, un ranking de esa misma organización mundial que yo hice el título y el chabon se compró una casa,un auto y guardó otro pucho para sobrevivir hasta la próxima pelea.
Es muchisima la diferencia, no es ni 300% ni 400%, es de casi 3000% la diferencia entre hombres y mujeres.Siempre la excusa termina siendo que las mujeres peleamos a menos tiempo pero por ejemplo Amanda Serrano llenó el Madison Square Garden y fue la primera mujer en ganar 1 millón de dólares, es poco igual para llenar un madison, buenisimo y aplaudo pero el tipo que llenó un madison habrá llevado facil 10 o 20 millones […].Tenemos que unirnos, no es tan fácil, porque las mujeres es muy complejo la verdad, trabajamos,estudiamos, algunas tienen hijos y además entrenan doble turno base, es muy difícil pero bueno a veces la pasión hace que una haga cosas que resultan imposibles pensándolo en frío.También hay una realidad y es que hay una cuestión de orgullo, yo que vengo de hacer mi carrera de manera autogestiva junto con mi entrenador porque yo pocas veces salí en la tele y tengo muchas peleas por titulo, bueno para lo que es una mujer bastante 4/5 veces no es menor y quizás algunos hacen una oferta y yo no la agarro porque me parece poco,es para no desprestigiar el boxeo femenino y hay otra que la agarra o porque necesita la plata o porque tiene miedo de que no la vuelvan a llamar[…]
Históricamente las mujeres y disidencias quedaron excluidxs del sistema deportivo. Varias personalidades del ámbito del boxeo por ejemplo se han pronunciado fuertemente sobre estas injusticias, hace unos años Mariana “La Barby” Juárez alzó la voz “He hecho el doble del ‘Canelo’ y no gano lo mismo por ser mujer. He tenido rivales de renombre, ganado mis cosas como han tenido que ser, soy tres veces campeona del mundo, no lo menosprecio, porque es un chico que al final del día ha sabido aprovechar las cosas”
Reconoció que tiene que trabajar el doble y cumple con el rol de deportista y de madre. “Tengo que hacer esos dos papeles, hacer cosas de más y realmente el pago que recibes es menos de la mitad, es una burla lo que estamos recibiendo realmente las mujeres”.
“En sociología, los primeros estudios que contemplaron de algún modo la existencia de los cuidados se sitúan en la década de los años 80 del siglo XX, de la mano de algunas sociólogas italianas y anglosajonas. Ponían de manifiesto el trabajo invisible que las mujeres adultas realizan para cuidar la vida en las sociedades del bienestar. Así, se pasó a valorar el trabajo realizado desde los hogares por sus propias características y por su importancia en el cuidado y bienestar de las personas” Mazzeo, V. y Bocchicchio, F. (2021)
Las mujeres realizan el 70,2% de todas las tareas de cuidados no remuneradas, mientras que los varones aportan solo el 29,8%. Así, las mujeres dedican, en promedio, 6:31 horas al Trabajo No Remunerado (TNR), mientras que los varones sólo le dedican 3:40 horas.
A su vez, la teoría del capital humano explica que existe una relación directa entre los ingresos y las competencias laborales adquiridas. Para el caso de las mujeres, la mayor carga en las tareas de cuidado limita sus posibilidades de invertir en “capital humano”, generando una clara diferencia con los varones y bajando sus salarios (Brizuela & Tumini, 2008).
Es así como llegamos a tener que dividir 24 hs del día entre dormir, trabajar para lograr un ingreso coherente con la vida promedio, realizar tareas de cuidado no remuneradas y entrenar para perseguir un sueño como deportista profesional. Simplemente imposible.
La brecha salarial es uno de los factores que hoy nos separa de la igualdad de condiciones y nos expone desde diversos frentes la desigualdad socioeconómica que se filtra en los deseos de las mujeres por lograr un futuro profesional y digno.
En el 2022 los puestos de los cien deportistas con más ingresos en el mundo son dominados por hombres y solamente figuran 2 mujeres: la tenista japonesa Naomi Osaka, con ganancias de 53.2 millones de dólares y la tenista estadounidense Serena Williams con 35.3 millones de dólares, entre premios y patrocinios. (La Nación 2022)
¿A mismo trabajo, mismo salario? El desgaste físico es idéntico y no discrimina por género. Quien boxea es su arma de ataque, su escudo de defensa y pone el cuerpo a disposición del deporte, conociendo su exposición y riesgos.
Pero el deterioro de una práctica de contacto es además pobremente retribuido en relación a pugilistas de igual categoría, peso y entrenamiento.
«En diez años he tenido más de 60 puntos en mi cara y múltiples conmociones cerebrales. He pasado noches en las que casi me desmayo en la sauna tratando de lograr el peso.No me importa un duelo intenso por el día de pago correcto, pero trabajé demasiado duro toda mi carrera para terminar ganando 25.000 dólares, porque no estoy tan desesperada. ¿Entienden las personas que organizan las peleas los riesgos que corremos? Elegí este camino pero sólo quiero lo que cada luchador merece, ser compensado de manera justa por arriesgar mi vida» Respondió en su momento Heather Hardy, una boxeadora profesional que se ubicó en el ojo de la tormenta al atreverse a mencionar públicamente que rechazaba ofertas a simple vista millonarias porque no puede permitirse a sus más de 30 años exponer el cuerpo por tan poco.
¿Tan poco? Las críticas no se hicieron esperar, miles de anónimos y no tan anónimos hicieron llegar su descontento a redes sociales, alegando que puede simplemente dedicarse a otra cosa o que el boxeo femenino no vende y no es culpa de ellos.
Como si en todo caso la venta de un producto como lo es el espectáculo de un deporte históricamente másculino fuera responsabilidad de las mismas personas que lo practican en una desventaja rídiculamente alta.
Es insultante responsabilizar del consumo a las boxeadoras,entrenadoras,equipos técnicos que trabajan arduamente en un ambiente hostil y prejuicioso.
Por ejemplo esta falta de patrocinadores o sponsors guarda relación con la poca difusión mediática que tiene la mayoría de estos deportes en su versión femenina.
Es difícil pensar en una solución para desvincularse del bombardeo mediático que ejercen los medios de comunicación, son una influencia fundamental para la opinión pública, se presentan como agentes sociales que potencian y reproducen los estereotipos de manera continua y muchas veces sin ningún tipo de cuidado o responsabilidad social.
Sin embargo, creo que podemos apostar a aquellos espacios emergentes de divulgación con nuevos modelos deportivos basados en la colaboración, la diversidad y el respeto que merecen ocupar lugares y hacerse oír.
El boxeo es un deporte maravilloso, las boxeadoras entregan cuerpo y alma para lograr las mismas metas, dan todo de sí y la pasión atraviesa fronteras, rompe con prejuicios y allana el camino a generaciones futuras.
Es un trabajo diario, repleto de amor…pero no se puede vivir del amor.
Referencias :
“He hecho lo doble que el Canelo y no gano lo mismo”: el fuerte reclamo de la Barby Juárez por la disparidad salarial en el boxeo – Infobae
Boxeo: El alegato de la excampeona: «Arriesgamos la vida pero no hay dinero para el boxeo femenino» | Marca.com
La Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género publicó el informe «¿Por qué las mujeres ganan menos? Las brechas de género en la economía argentina” | Argentina.gob.ar
Mujeres deportistas: cuando la brecha salarial es un socavón (larazon.es)
Discriminación por género en el ámbito del deporte argentino (argentina.gob.ar)