Otro #8M que llega, pasa y se va. Pero lo que permanece es la búsqueda de justicia.

Otro día en el que nos volvemos a encontrar o a ver por primera vez.

Por un lado, música, birra, glitter. Por otro, llantos, carteles desgarradores y emociones encontradas.

Cada subjetividad se expresa como quiere y puede este día. No hay que olvidar que no todas tenemos la posibilidad de encontrarnos en las plazas. Las discas, amas de casa, neurodivergentes, cuidadoras. El feminismo también es con ellas, con nosotras.

Aún frente a esta diversidad de situaciones seguimos más encendidas que nunca. Aferrándonos a nuestras convicciones, al deseo de una vida mejor. Para nuestras hijas, madres y abuelas, nuestras compañeras de vida. Para nosotras.

Así que no. No esperen que paremos, porque esto recién comienza.

Quedan muchas luchas por librar para librarnos

Hoy y siempre.