Salía por trámites, organicé un mapa mental del recorrido, economía de tiempo, cálculo básico, días y horas de menos concurrencias, todo lo que estaba cerca era al paso, al llegar al centro de la plaza, leí las instrucciones activas a las personas circundantes, “que me siente en el banco, que pregunte por el clima al muchacho que caminaba al revés, que espere frente a un desconocido, que NN llegaría con otra minificción.”
Llevo tres días en la plaza, sentada al revés, pronosticando futuro indicativo compuesto de granizos, frente a frente con el individuo anónimo, aguardando el microcuento del no identificado.
Escribiendo encontré una pasión y así como se viven las pasiones escribo.