[Primer plano del conductor en el escritorio de noticias, luego a las invitadas en sus asientos]

Lepke Arany: —Buena nueva jornada, mi querida gente, bienvenidas al Conversatorio de Voces del Amazonas. En esta oportunidad, abordaremos el gran conflicto de nuestro tiempo en uno de sus episodios primigenios, que hemos denominado “la guerra secreta en Gyre”. Para ello, contamos con la presencia de dos antagonistas, hoy hermanadas: las ex-rectoras de Norman Island, Nobi Fedorova y Rho Sat, quienes entonces se enfrentaban en bandos opuestos de la Revolución Global. Sin más preámbulos, pasamos a ellas.

[Finaliza la cortina de introducción, se observa la antigua planta en Novosibirsk de Fedorova Inc., subsidiaria de Roscosmos y las voces fuera de escena]

—Doctora Fedorova, saludos y gracias por estar aquí. Sé que esto fue hace mucho, pero ¿tiene idea de cuándo es que comienza la ofensiva contra la ciudad oceánica de Gyre, y por qué?

Nobi Fedorova: —Si mi memoria no tuvo fallas cuando dejé de ser Pol, recuerdo que todo comenzó una madrugada de febrero en el calendario terrestre. Monitoreaba el ensamblaje de un lote de placas de blindaje cuando recibí un llamado de Candamaruta. Éramos socias hacía casi cinco años a través de nuestras respectivas corporaciones, gracias a una iniciativa de ella en el marco de cooperación de las Fuerzas Internacionales. Ese lote iba a proteger sus carros e instalaciones de defensa.

[Se suceden, intercalados, logos empresariales y el armamento que producían]

—Ella estaba furiosa porque había recibido malas noticias. Un grupo de personas que trabajaba para ella había huido a ese pueblo de mar llamado Gyre, en aquel tiempo un rejunte de botes, barcos y sumergibles que flotaba por el Pacífico central. Antes de irse, habían tomado de la base de datos varios tratamientos médicos, como las terapias de restauración vascular y neuronal, y los habían redimido por el barco autosuficiente con el que vivían en esa comunidad.

[Aparece un mapa de la Federación Oceánica en el año 16 A.U.H., con Gyre destacado]

—Candamaruta las había denunciado ante el tribunal de Taveuni, pero el veredicto no la había satisfecho. Habían aceptado que debían compensar por la redención a todas las personas que habían trabajado en esos desarrollos, incluida Candu, pero solo podía reclamar su porción y las fugitivas tenían el derecho de quedarse en Gyre. Decidió no apelar el caso y desconoció, junto al tribunal, que hiciese reclamo alguno.

[Se ven imágenes de archivo de inmigrantes a Gyre, no se muestra a protagonistas por su seguridad]

—Cuando le pregunté por qué no habíamos tomado, al menos, ese dinero, me explicó que era una trampa para que otras personas se fugaran a buscar su parte. Claro que eso yo no lo captaba, para ella el reconocimiento era una tentación dispuesta para robar patentes y mano de obra. Me dijo que nuestras empresas no podrían soportar más pérdidas, terminaríamos arruinadas y, luego, muertas. Debíamos destruir a la comunidad de Gyre para eliminar a las traidoras, eso les daría un ejemplo correcto.

[El logo y las siglas de la Fundación para el Nuevo Orden figuran mientras las imágenes anteriores se desvanecen, comienza música ominosa]

—Le respondí que todos los días trabajábamos para eso, pero que atacar una flota a decenas de miles de kilómetros de distancia era difícil de lograr, además de que provocaría una contraofensiva del ELH. Reconoció eso y dijo que debíamos ser sutiles, la operación nunca fue autorizada por las Fuerzas Internacionales. Me pidió que buscara una manera de dispersarla que no levantara sospecha, y la referí a la devoradora de plásticos marinos en la que trabajaba nuestra Fundación.

[Corta la música tétrica y se reproduce la grabación del acto de fundación de Gyre]

L.A.: —Ministre Sat, un placer volver a tenerle en nuestro programa. Cuéntenos  acerca de la ciudad oceánica de Gyre, como se inicia y cruza su destino con el de la Fundación para el Nuevo Orden.

Rho Sat: —La comunidad de Gyre nació como la idea de miles de veteranas de la Armada Confederada para su retiro, entre ellas Piloto Tifskú. Se reunieron en donde el ecuador se cruza con el antemeridiano y formaron una sociedad que aceptara a cualquier embarcación dispuesta a trabajar y mantener la flota. Juntaron sus fondos y con eso fundaron varios servicios, como una planta potabilizadora, un barco-hospital y un astillero flotante.

[Le continúa una vista de pájaro de la comunidad en sus primeros meses]

—Una red de cables le daba cohesión y comunicación a la flota, y luego se le agregó transmisión energética. El lugar, por sus facilidades, se transformó en el lugar de retiro predilecto de la Armada y comenzó a atraer inmigrantes de todas las regiones del mundo por su comunidad abierta y relajada. Fue por entonces que el Congreso Oceánico decidió entregarles como recompensa por su dedicación dos islas flotantes clase Fanua y una clase Kuahiwi, con su propia central de fusión.

[La vista se funde con grabaciones de la llegada de los leviatanes y el discurso de Rho Sat en la cubierta]

—Yo fui le encargade de inaugurarla, y viaje hasta la comunidad para darles las gracias. Tras la celebración, nos dirigimos al Vela 3 junto a Jon Martensson, quien me había llevado hasta Gyre, para conocerlo. Cuando bajamos del transportador aéreo, Piloto nos recibió con un chorro de agua de la cisterna del barco. Este era enorme, con ocho camarotes, su propio jardín cerrado y capacidad de sumergirse hasta ochocientos metros.

[Siguen fotografías del Vela 3 con Rho Sat, Sic Sat, Jon Martensson, Piloto Tifskú y Alexei Fedorov]

—Una de las habitaciones tenía mi nombre, para cuando quisiera unirme, me dijeron. Tomé un receso temporal de mis funciones como ministre y decidí disfrutar unos días en Gyre. La vista nocturna era sublime, con las estrellas plenamente visibles, y la compañía también. Nadaba feliz por el océano, libre para apreciar la belleza que me rodeaba. Eso se cortó al poco tiempo de mi visita, cuando estalló la epidemia del vibrión come-plástico.

[Mostrar los síntomas causados por el vibrión puede herir susceptibilidades, pero refuerza el mensaje acerca de la primera plaga de Candamaruta]

—Apareció en varias embarcaciones como unas aberturas que crecían y se diseminaban a gran velocidad, para luego transmitirse a personas secas. Los polímeros se disolvían en una masa amorfa donde, al estudiarla en la Universidad de Funafuti, descubrieron al microbio. Diseñaron un tratamiento para detenerlo, que en el Vela lo aplicaba Jon para no exponernos. Yo, debo confesar, no quise salir ni de mi camarote por miedo al viento, dado que algunas personas se habían contagiado así.

[Esquematicemos el funcionamiento de las enzimas del vibrión con figuras sencillas]

L.A.: —Doctora, ¿cómo es posible que, siendo defensoras de la superioridad de las personas secas, desde su Fundación hayan creado la primera arma biológica contra ellas?

N. F.: —Quiero aclarar que la idea de la degradadora era introducir un organismo saprofito que consumiera los polímeros que se acumulaban en el ecosistema global, no un arma. Este microbio contaba con lisosomas diseñados para digerir una gran variedad de compuestos industriales, pero no se había implementado por su baja especificidad. Candu tomó este aspecto y lo llevó al extremo al dotarla de una capacidad de diseminación explosiva.

[Cuando termina, hay una serie de artículos y reportajes del momento sobre la plaga en rápida sucesión]

—Ella seguía los avances de la epidemia a través de medios de comunicación del ELH como este, y durante las primeras semanas estuvo satisfecha con el ritmo de las pérdidas. En el pico se perdieron cuarenta y cuatro embarcaciones en un día, el salto a una enfermedad fue un daño colateral para ella. Yo estaba preocupada por el riesgo de que esta se saliese de control, pero me tranquilizó al decirme que tenía la cura preparada por si llegaba a nuestras costas.

[Le sigue otra serie similar, pero sobre la resolución de la crisis en Gyre]

—El primer inconveniente en su plan apareció con la donación de un segundo astillero para que repusieran las viviendas destruidas, eso limitó el impacto. Luego llegó un tratamiento, centrado en destruir sus lisosomas, y la profilaxis, mediante revestimientos orgánicos que impedían la adhesión. A los tres meses la infección se encontraba abatida allí, mientras que las corrientes oceánicas habían diseminado la enfermedad a las costas del Pacífico.

[Cierra una tercera serie, compuesta con extractos de medios estatales de Asia y América]

—Candamaruta se decepcionó conmigo, me culpó por la idea, y ni siquiera las ganancias por la venta de nuestro tratamiento le fueron un soslayo. Tendría que hacerse cargo ella misma, me comunicó, por lo que me pidió que dirigiera su conglomerado y no lo destruyera en el ínterin. Eso significaba que iba a utilizar a su creador y director formal, Modala Wadiyar, algo a lo que dedicaba su plena atención para que la dominación mental no fuese descubierta.

[La fotografía de Modala en un festejo del conglomerado Wadiyar debe tener resaltada la antena de control neuronal, con un acercamiento progresivo a esta sección, de vuelta la música tétrica]

—Al estar ocupada con el manejo cotidiano de las empresas no presté atención a lo que hacía, solo cumplía sus requerimientos cuando aparecían. Sé que en un momento solicitó que habilitaran unas instalaciones de investigación y desarrollo en Kannur, en teoría para complementar la academia naval cercana. Estoy segura de que allí es donde desarrolló las ballenas anfibias que irían a devastar Gyre un tiempo después.

[Abre el segmento una sesión del Congreso Oceánico sobre la primera plaga]

L.A.: —Ministre, ¿cómo vivió la plaga del come-plástico, más allá de esos días iniciales, y el ataque de las ballenas anfibias? Entiendo que ya era residente en la ciudad por lo que dice.

R. S.: —Apenas fue posible, fui evacuade a Kirimati y retomé mis funciones. La diseminación del vibrión, sus mutaciones e intercambio genético y de lisosomas con otras especies ocuparon la mayor parte de mi tiempo esos meses. Muchas comunidades no fueron afectadas gracias a las medidas profilácticas, aunque la enfermedad no fue erradicada ya que se descubrió que el vibrión se volvió parte del plancton marino, su reservorio natural.

[Un mapa animado exhibe el avance hacia el oeste de la Federación Oceánica]

—Pasado ese episodio, la «Gran Revolución» volvió a ser el centro de mis asuntos. No utilizo el término «Revolución Mundial» porque hubo algunas regiones del globo que no tuvieron un proceso semejante. Era el tercer año desde el comienzo oficial de esta, con la fundación de la Federación Americana, y en el Pacífico habíamos logrado la incorporación diplomática de varias islas occidentales, ex-miembros de las Fuerzas Internacionales.

[Le continúa la noticia sobre los primeros incidentes en Gyre con el segundo ataque]

—La resolución de conflictos en esa región me hizo estar allí cuando se reportó en Gyre la aparición de las ballenas anfibias. Se las avistó antes, en el estrecho de Torres, pero no se las reconoció como una especie diferente, perteneciente a su propio reino de criaturas organometálicas. Esto recién sucedió cuando comenzaron a devorar las embarcaciones de Gyre, y años más tarde se observó en una revisión que alguien las guiaba desde un vehículo camuflado.

[Diagramas de su anatomía acompañan la explicación]

—Con dientes gigantes y barbas trituradoras, son capaces de reducir un barco y su contenido a una pasta que digieren e incorporan a su cuerpo, de saltar desde el agua y separar su cola en dos piernas robustas, que usan junto a sus aletas articuladas para moverse sobre superficies rígidas. Entre varias incluso lograron hundir el ochenta por ciento del Pedagang, el carguero más grande del mundo, confiscado durante una acción de interdicción y entregado a Gyre para hacer cultivo de alimentos.

[Se muestran las imágenes del Pedagang tomadas desde el aire durante el ataque]

—La milicia le hizo frente con las armas a estas criaturas, y la producción de viviendas se había disparado tras la epidemia, por lo que pudimos resistir el ataque. Por la guerra nuestras fuerzas navales no nos asistieron en la tarea, pero, intrépidas, un grupo de personas logró nadar junto a ellas y alimentarlas con restos de naufragios. Así las alejaron y las domesticamos. Al poco tiempo las ballenas nadaban con tranquilidad junto a los sumergibles o descansaban en el parque flotante Pedagang, que les fue entregado como reserva a las ballenas y sus cuidadoras.

[La toma de las ballenas sobre el casco partido del barco corta a un montaje de productos creados por el conglomerado Wadiyar]

L.A.: —Doctora, hizo mención a la red de corporaciones que conducían junto a Candamaruta, también que ella desconfiaba de usted. ¿A qué se debe esa caracterización, estaba de acuerdo con ella en esta guerra secreta?

N.F.: —A mí no me molestaba conducir al conglomerado, pero sí era evidente que actuaba en piloto automático. Por esos tiempos nunca dejaba de atender mis asuntos personales y mantener mi espacio propio, donde me llamó Candamaruta cuando se dio por vencida con las ballenas. Me preguntó de qué manera, consideraba yo, se podía afectar al pueblo, y le pedí que me explicara por qué le importaba si nadie se había enterado de la oferta de redención.

[Le siguen recortes de enfrentamientos en Bangalore entre la Internacional Maquinista, apoyada por el ELH, supremacistas de la sangre, y el bloque del Desh, apoyado por la Fundación para el Nuevo Orden]

—Me criticó mi falta de consideración ante su situación. Yo me encontraba a miles de kilómetros de cualquier costa, por lo que no los consideraba una amenaza. Ella, en cambio, podría tener esa flota en sus puertas si crecía lo suficiente, decía, y desde allí marcharían hasta Novosibirsk sin ninguna duda. Había que eliminar el asunto antes de que fuera demasiado tarde. Estuve de acuerdo en que debíamos evitar su desarrollo, sí, y allí se le ocurrió la escasez.

[Se ve un montaje de productos creados por el Ejército de Liberación Humana]

—Los mercados de recursos habían sido muy golpeados por la producción del ELH y sus comunidades, pero a su vez nos encontrábamos excluidas de la abundancia por sus leyes. Eso era lo que permitía que pudieran mudarse tan fácil al mar y nosotras tuviéramos que recurrir a la nucleosíntesis para ciertos elementos escasos. Fomentaríamos el contrabando, me dijo, al pagarles el mismo costo a intermediarias que nos trajesen sus mercancías.

[Los registros de ataques piratas ejemplifican bien la violencia de la tercera estratagema]

—La quema de dinero que hizo fue atroz, pero logró su objetivo de tensar las relaciones entre las comunidades que producían más y las que consumían más. Aunque el comercio directo estaba prohibido, mediante la triangulación y el robo hizo subir los términos de intercambio. Los pagos normalmente se hacían en especie, para evitar problemas financieros, y el riesgo de interdicción iba a cuenta de la intermediaria.

[Les sigue otra serie de noticias sobre la complicidad de comunidades del ELH con criminales]

—Cuando tuvieron que llamar a un Congreso de las Tres Federaciones para lidiar con la campaña supimos que habíamos vencido, aunque fue en vano. La esperanza de Candamaruta era que los conflictos disolvieran el ELH o, en su defecto, provocaran escasez en Gyre. Esto último fue lo que sucedió, ya que la resolución del Congreso avaló el comercio con personas y comunidades aliadas, amigas o neutrales que no comerciaran con enemigas. Entre ellas estábamos nosotras, un precio demasiado alto para tan poco castigo.

[Comienza con la primera sesión del Congreso de las Tres Federaciones]

L.A.: —Ministre, la crisis del año 4 fue un punto de inflexión para la Gran Revolución, si prefiere el término. ¿Qué peso relativo le da a las alianzas criminales en ella y la salida adoptada?

R.S.: —Sabíamos que el período de abundancia, provocado por los ingresos de la guerra, en algún momento iba a terminar; ahora, de todas las campañas comerciales, la de Candamaruta fue la más agresiva, sin duda. Afectó en profundidad a las comunidades africanas, en menor medida, a las oceánicas y americanas, y la idea de utilizarla como arma diplomática fue de Erevu Juma, de la Federación Africana. Diría que tuvo bastante influencia en la ley que abrió el mercado interno como herramienta para romper el pacto interestatal.

[Se muestran grabaciones de operativos militares de la Armada Confederada, al mando de la Gran Almirante Liburd]

—Esto causó problemas en varias de las comunidades más desafortunadas. Sabíamos que era una burbuja inflada por Wadiyar, por lo que las inspecciones en el Índico se hicieron rutinarias. Lo confiscado se sorteaba entre estas, pero eso no alcanzaba, además de que las sanciones a quienes eran descubiertas en ese negocio prohibido lo hacían insostenible a mediano plazo.

[Corta la secuencia una fotografía del departamento de biología de la Universidad de Gyre]

—Trabajábamos en medios de solucionar esto, y fue la Universidad de Gyre la que dio con una forma de alimentar a las comunidades oceánicas. En sus laboratorios submarinos se criaron los primeros tunicados con capacidad de nodular elementos que absorbían del agua. Estos animales crecen en colonias remolcadas por el océano abierto, donde filtran su alimento y recursos valiosos, que luego excretan para ser recogidos.

[Otro diagrama dibuja su anatomía y las técnicas utilizadas por quienes las pastorean]

—Los rodeos de tunicados pronto recorrieron el Pacífico central, y los talleres de Gyre comenzaron a crecer gracias a las materias primas que trajeron. Las especies involucradas fueron diseminadas por las comunidades oceánicas y aparecieron adaptaciones locales. Algunas se desarrollaron resistentes a la presión de las profundidades para alimentarse del lecho marino, otras a las fuertes corrientes de densidad que arrastraba los restos de los continentes hacia el fondo del océano.

[Comienza a sonar música triunfalista y se ven imágenes del décimo aniversario de la fundación de la Internacional en Reikiavik]

—Con esa nueva fuente de recursos, nuestro mercado interno se estabilizó y los preparativos para los festejos por los diez años de la Internacional Maquinista fueron un éxito, el fin de la crisis del año 4. Las campañas comerciales resultaron demasiado costosas para ser mantenidas, por lo que la red de contrabandistas terminó desarticulada, pero nuestra campaña comercial continuó. Resultó ser muy útil en eliminar la influencia de las Fuerzas Internacionales en comunidades que, aun así, no eran parte del ELH.

[Vuelve todo a negro, salvo la llamarada de un cohete que se eleva al espacio]

L.A.: —La violencia criminal fomentada por su Fundación, doctora, desestabilizó de los arcos indonesios a las penínsulas mediterráneas y el océano Atlántico, ¿a ustedes les afectó de manera negativa también, cómo respondieron?

N. F.: —Al hacer un balance, aunque el conjunto de las Fuerzas fue perjudicado, nuestro conglomerado salió fortalecido dentro de ese conjunto. Adquirimos una posición dominante en varias regiones tras la quiebra de numerosas competidoras, así que pudimos recuperarnos de las pérdidas provocadas por la campaña. Eso no compensó del todo la reducción de los mercados, pero sí nos dio más influencia sobre quienes se habían quedado con nosotras.

[El cohete se transforma en una nave que recolecta rocas y aspira polvo sideral]

—Yo volví mi atención a la explotación de asteroides, mi proyecto desde el principio para atender a la escasez de nuestros recursos. A Candamaruta le pareció correcto y me dejó hacer casi sin interrupciones, mientras ella se dedicaba a la administración del conglomerado. Durante ese año desarrolló a la gente octópode, ya a finales de la campaña pirata, a partir de tres especies de pulpos del Índico y el Pacífico, en las instalaciones navales de Kanyakumari.

[Se reproduce una simulación de las primeras comunidades octópodes en cautiverio]

—Ella me reveló su existencia para la celebración del octavo aniversario de nuestra boda. Había mejorado sus músculos, circulación y respiración, además de dotarles con un sistema nervioso central que competía en capacidades con el vertebrado. Se comunicaban entonces a través del lenguaje que escribían en sus cuerpos, o con sonidos agudos en la oscuridad. Comenzaron a formar su propia cultura en el mar de Laquedivas, y les enseñó que nosotras éramos sus diosas creadoras, las señoras del Abismo y del Cielo.

[Le sigue la grabación oculta de una ceremonia del culto a Candamaruta]

—Me sentí muy halagada, y modificamos nuestros ritos de amor para incorporar los votos. Les había explicado que provenían de una rama animal bastardeada por la evolución en un ambiente hostil, mientras que los simios se adueñaban del planeta y estaban por destruirlo todo. Me preocupé cuando atacaron instalaciones de las Fuerzas Internacionales, pero Candu me aseguró que el daño mayor iría hacia la Armada Confederada y las comunidades oceánicas.

[Un mapa animado muestra la dispersión global del pueblo octópode]

—Su velocidad de reproducción era muy rápida y su esperanza de vida se había elevado, por lo que pronto comenzaron a migrar con las corrientes oceánicas. Candamaruta les había dado tecnología avanzada, pero en la escasez de recursos se manejaban con herramientas y vehículos de material orgánico. Cuando se asentaron en comunidades sobre roca, recién comenzó su verdadera metalurgia.

[Un montaje de los ataques octópodes da cuenta del cuarto asalto]

L.A.: —La confesión de la doctora Fedorova acerca del origen octopode salda un largo debate, sin duda sacudirá a sus comunidades. ¿Cómo vivió usted, ministre, la aparición de estas nuevas personas húmedas?

R.S.: —La crisis de la gente octópode fue la confirmación de que había un poder nefasto actuando en libertad, ahora le ponemos nombre. La aparición de las ballenas organometálicas había despertado alarmas, pero la hipótesis de un experimento fallido no se pudo descartar hasta entonces. El primer avistamiento público fue en las islas Farquhar, las cuales colonizaron, y al poco tiempo ingresaron a los océanos Atlántico y Pacífico gracias a sus embarcaciones con propulsión a sifón.

[Se muestran esquemas del funcionamiento de las naves octópodes]

—Eran sumamente agresivas, aunque sus medios eran limitados. Al principio vivían de la caza de peces y otros invertebrados marinos, en caravanas sencillas donde criaban a las nuevas camadas. Tenían la suficiente fuerza e inteligencia para causar estragos importantes, y nuestra actividad en el Índico disminuyó por ellas. Con los recursos tomados en esos asaltos construyeron sus primeros poblados permanentes.

[La transición lleva a una vista de pez de sus ciudades submarinas]

—La primera ola que entró al Pacífico siguió la costa asiática hasta enfrentarse a la resistencia insuperable de las Fuerzas Internacionales, la misma con la que nos habíamos topado nosotras. La gente de las Tres Diagonales, por el símbolo que distinguía a su grupo de otras comunidades octópodes, viró hacia el este y encontró en los rodeos de tunicados de una presa ideal. Las brigadas acuanautas consideraron una expedición contra sus caravanas, pero la Universidad de Gyre propuso algo superador.

[Se reproduce un diccionario octópode con su paleta de colores original]

—Un grupo de investigación había seguido de lejos a este grupo y logrado descifrar su código de comunicación visual. Las brigadas escoltaron al grupo hasta la gente de las Tres Diagonales, quienes reaccionaron con violencia hasta ver nuestras proyecciones visuales de paz. Dialogaron entre ellas y enviaron emisarias de sus diferentes clanes a negociar, lo que llevó a su asentamiento al norte de las islas Ralik como miembros de la Federación Oceánica.

[Se exhiben fotografías y reportajes a las primeras representantes octópodes ante el Congreso Oceánico]

—La gente de las Tres Diagonales nos ayudó cuando la segunda ola cruzó el mar de las Molucas, la gente de los Seis Anillos. Al principio consideraban que las primeras eran herejes y no querían escucharlas, pero un análisis genético puso en duda su historia de origen en el Índico. Logramos mostrarles que estaban relacionadas con pulpos del Pacífico americano también, región en la que se asentaron al unirse a la Federación para buscar respuestas sobre su origen en la Tierra. Más de una va a sorprenderse con esta emisión.

[Corte y fragmentos de documentales realizados sobre el surgimiento de la gente octópode]

L.A.: —Esta revelación es estremecedora, doctora, ¿cómo se sintió en esos tiempos? Me imagino que debe haber sido duro también la rebelión contra sus creadoras por parte de estas. 

N. F.: —Las hipótesis que rodearon la aparición de la gente octópode eran desopilantes, más cuando ellas mismas se adjudicaron un origen sobrenatural. En el ELH culpaban a las Fuerzas Internacionales, y allí al Ejército de Liberación Humana. Las más refinadas postulaban fuerzas supremacistas como el Orden de la Sangre, ambientalistas como el Ejército de Defensa Planetaria, o criminales como la federación pirata del Seewarte. Me entretenía leerlas.

[Continúan los recortes de películas con los territorios octópodes a lo largo del mundo]

—Adoraba compartir ese secreto con Candamaruta, y eso nos unió en aquel entonces, pero no les presté atención, estaba ocupada en la carrera espacial alrededor de Marte. Ella se enfocó en que protegieran el Índico, de manera que la Armada Confederada no pudiera llegar a sus costas. Pero, así como le gustaba experimentar con su creador, también lo hacía con los dominios octópodes que dirigía a través de diferentes sacerdocios y matronas.

[Más fragmentos retratan las divisiones sociales en esas comunidades]

—Esto provocó una rebelión y éxodo de personas, la gente de Dos Barras y Puntos, que se dirigieron hacia el Pacífico para instalarse en el continente sumergido de Zelandia, bajo los auspicios de la Federación Oceánica. Sus ansias de destruirla crecían cada día, esa fue otra gota que derramó su ira, por lo que Candu decidió atacar a los rodeos de tunicados de los que dependían para su crecimiento. Me lo informó cuando surgió el primer reporte de una infección con protistas que exterminaba las ascidias.

[Un mapa muestra la extensión global de la quinta plaga]

—Diseminó la enfermedad a lo largo del océano mundial, para evitar que la respuesta pudiera adelantarse como la vez anterior. Debido a la alta densidad con la que los tunicados crecen en sus estaciones, los protistas son capaces de eliminar rápidamente una colonia. Por eso la aparición de los primeros signos es suficiente para remover los especímenes enfermos y colocar a la población expuesta bajo vigilancia epidemiológica, devastador económicamente.

[Las colonias muertas pueden ser desagradables, recomendable cambiar rápido las imágenes]

—El plan resultó un éxito para mí, porque permitió mejores términos de intercambio para los materiales que traíamos desde el cinturón de asteroides. Más allá de la merma en la productividad, sin embargo, no causó el colapso que ella esperaba. La tecnología médica del ELH era avanzada, no tanto como la nuestra, pero podían contener las enfermedades que ella causaba. Así fue como dejó el tema de lado, o al menos eso creí yo.

[Comienza con una simulación de distintos mecanismos por los que se habría dispersado la protista patógena]

L.A.: —Las armas biológicas vuelven a aparecer en la guerra secreta que llevaba a cabo Candamaruta, ¿desde el Ministerio tomaron alguna medida al respecto, o afectaron la situación en Gyre?

R.S.: —Si no hubiera sido por el patrón de su aparición, demasiado veloz para tratarse de de difusión natural, es probable que hubiésemos dado por hecho que la infección era una reacción del ecosistema a la presencia masiva de las ascidias. La investigación sobre sus orígenes no reveló mucho más que lo obvio desde que había salido de Akranes: querían perjudicarnos por todos los medios posibles. No hubo más que eso.

[Le continúa un montaje de noticias sobre el impacto en las comunidades oceánicas]

—El consenso fue que habían tratado de opacar las celebraciones de ese entonces. Era, ciertamente, un momento de victoria, pero no total y se sabía, no había ánimo para provocaciones. La deserción masiva a las Fuerzas Internacionales las había debilitado, y su alcance no era global ya, pero permanecían fuertes alrededor del océano Ártico, tanto en el continente norteamericano como en el euroasiático.

[Se exhibe un mapa de las Tres Federaciones en 11 A.U.H.]

—La línea de defensa del Ejército de Liberación era capaz de sostener la barrera que existía con estas, estabilizada tras la segunda fase de la Gran Revolución y el endurecimiento de los regímenes sobrevivientes a esta. Lejos, la situación era tan estable que la gente ya la llamaba paz. Gyre, con cierta ironía, era una de las ciudades que podía ser considerada en esa zona, y allí solía dirigirme cuando entraba en receso, al punto que voto como residente.

[Le sigue una grabación de la ciudad en esa época, tomada desde el aire]

—Alexei visitaba también, cuando descansaba de sus tareas para la Federación Africana, y Jon había decidido retirarse al Vela 3. Junto a Piloto y otras personas jugaban al aeropolo y competían en el Torneo Oceánico. A veces coincidíamos en otras ciudades cuando viajaban por eso, pero cuando me encontraba en Gyre no me perdía ningún encuentro. El Skúmur era uno de los mejores equipos de la liga, y recibía adhesiones a lo largo de todo el Pacífico. Ahí no había conflicto.

[Cierra con un fragmento de publicidad turística de Gyre, acerca de su vida nocturna]

—Otra actividad que me encantaba era ir a los bailes subacuáticos, los pasos octópodes me resultaban más sencillos de realizar con cuatro piernas y sumergide. Piloto opinaba igual, por lo que solíamos hacerlo juntes. Hasta había conseguido unos trajes miméticos para poder hacer las danzas completas, que tienen un componente visual clave. Esos años, entre mis visitas allí y a Sic en Rungwe, fueron lo que buscaba obtener de la Gran Revolución, la plaga era ruido de fondo en ese aspecto.

[Se vuelve a mostrar la planta de Novosibirsk del comienzo]

L.A.: —Doctora Fedorova, ¿qué era lo que quería lograr con la Fundación y estos proyectos secretos? Hablo de beneficios económicos, ¿era dinero lo que buscaba enfrentándose al Ejército de Liberación Humana, o había algo más?

N. F.: —Hubo un momento, tras la revelación de Rho, donde consideré si estaba equivocada con respecto a mi oposición a elle. La violencia revolucionaria y la formación del ELH disiparon mis dudas, esta pasó a ser una cuestión de supervivencia. Candamaruta arengaba esta posición y me agredía cuando la cuestionaba, así no entraba en detalles de por qué no hacíamos el mismo esfuerzo para escapar y conseguir un buen lugar en el ELH.

[Cambia a una imagen de la planta de Bangalore del conglomerado Wadiyar]

—Para mí, resultaba casi inconcebible cómo podría recorrer los miles de kilómetros, y las numerosas fronteras hasta llegar a tierra revolucionaria, sin que me mataran en el intento. No me figuraba que para Candu era mucho más sencillo y, desde el otro lado, podían ayudarme en mi fuga. Proyectaba mis razones sobre las de ellas: que una muerte evitable frente al ELH era preferible a una certera por nuestro entorno. Me equivoqué, un ejemplo es la dominación de Modala.

[Se exhibe el organigrama del conglomerado, con enfoque en el centro, Modala Wadiyar, y luego cada rama]

—En teoría, mi situación era más complicada. Yo era propiedad legal de un complejo militar-industrial público-privado, con reglas intrincadas y muchos intereses en juego. Candu era poseída por una compañía química civil, bajo control absoluto de Wadiyar. Aun así, se me integró a la administración cuando lo solicité, siguiendo el ejemplo de Okada, y nunca dejé de sentir la planta de Novosibirsk como mi hogar.

[Aparece una fotografía de Nobi Fedorova en su antiguo cuerpo, junto a su equipo de trabajo, y vuelta al estudio]

—Modala, apenas descubrió que Candamaruta era independiente, trató de destruirla. Su debilidad fue que quiso hacerlo sin que nadie se diera por enterada, tenía miedo de perder su poder con la noticia. ¿Quién iba a confiar en un potenciador cerebral diseñado por una persona fuera de control? Y habrían hecho bien, porque Candamaruta detectó esta traición a través de los implantes neuronales de Modala y, cuando se presentó ante ella, le arrebató el control de su cuerpo.

[Un diagrama de los implantes muestra cómo trabajan en el cerebro]

—Esto fue un año antes de nuestra boda, y noté sus cambios después de esa experiencia. Era más asertiva, lo que me atrajo más a ella, y también paranoica, aunque yo creía que no conmigo. Me decía a mí misma que era necesaria por su seguridad, una falsedad que recién descubrí cuando vi sus registros. Otras personas sujetas a la dominación perdían sus neuronas del yo, pero no Wadiyar. Candu lo evitaba, lo sometía a sueños constantes con las cosas horribles que hacía y padecía diariamente. Era su entretenimiento, su juguete, como lo era yo también.

[Corre una lista de las comunidades adheridas a las Tres Federaciones tras su primer Congreso]

L.A.: —La oposición a ese proyecto de opresión lo sostuvieron las comunidades del Ejército de Liberación Humana, y usted, ministre Sat, estuvo al frente. ¿Cómo continuó su tarea con los ataques reiterados de Candamaruta?

R.S.: —Bueno, las Federaciones siguieron en expansión al incorporar nuevas comunidades, en especial aquellas que habían abandonado las Fuerzas con anterioridad por ese proyecto. Algunas podían unirse directamente, mientras que otras debían pasar por un período de transición hacia una sociedad que reflejara nuestros valores y métodos. Un tercer grupo era admisible, pero, por cuestiones de seguridad tanto suya como nuestra, prefería permanecer fuera del ELH. No sería justo excluirlas del reconocimiento.

[Prosigue con grabaciones de comunidades amigas del ELH]

—Esto se veía, principalmente, en el noreste de África y el sudeste de Asia, que era la región por la cual yo debía velar. La apertura de nuestro mercado, en este sentido, ayudó al encuentro a través de la exposición y el intercambio. Fue a través de esta red que llegó hasta Gyre el narcógeno, el hongo de la felicidad, traído por una persona desconocida desde la comunidad de Pattaya, donde lo adquirió de alguna representante encubierta de Wadiyar.

[Interrumpe una serie de noticias sobre la sexta plaga]

—De manera oficial yo fui convocade cuando estalló la crisis, pero estuve allí al inicio de todo, por coincidencia. Sic había tomado un descanso de su trabajo en el hospital y había viajado a Gyre, donde los muchachos lo recibieron. Tuve un día libre y fuimos a navegar hasta tarde con Piloto, Jon, su pareja, y un par de personas más. Se nos hizo tarde para buscar su cena y fuimos a un club de comida como cierre de la velada. Allí se dio la primera incontinencia.

[La serie termina con el reportaje sobre este incidente en particular, cortesía de El Archipiélago]

—Una de las personas en una mesa cercana comenzó a reír sin control. Trató de ir a los servicios, pero no podía coordinar sus movimientos y cayó al suelo. Llamaron a emergencias y Sic se acercó para ayudar. Cuando escuché por primera vez del hongo, me pareció inocuo por como lo describían. Se compartía a través del moco nasal, que colocaban en la parte superior interna de su fosa. Desde allí proveía narcóticos a voluntad, al principio.

[Cierra una simulación sobre cómo se consume e imágenes de personas haciéndolo, cubran cualquier identificador]

—A los cinco minutos llegó la ambulancia y la trasladaron al hospital, donde recuperó su compostura. Según su testimonio, el hongo había reaccionado a un pensamiento pasajero y se lo achacó a la inexperiencia. Volví a escuchar de este cuando un reporte de la Universidad notó que, además sus propiedades narcóticas, reparaba el daño celular y revertía algunos aspectos de la senescencia. Era considerado promisorio contra esta hasta la crisis, cuando perdieron la consciencia sus primeras usuarias.

[Otra simulación acerca de sus efectos en el cuerpo primate abre el segmento]

L.A.: —Doctora, ¿cuál era el objetivo del narcógeno? En otras armas es evidente el mecanismo destructivo, pero aquí cuesta entender que estaba haciendo Candamaruta.

N.F.: —El hongo de la felicidad está basado en una terapia de rejuvenecimiento que habíamos elaborado con Candu, pero que habíamos decidido no comercializar por sus efectos adversos. El hongo se fusiona con el núcleo genético de la célula huésped, por lo que es casi imposible removerlo sin matarla. Este proceso además interfiere con las operaciones más complejas de las neuronas cerebrales y las fibras musculares, por lo que decidimos vender el servicio, pero no la herramienta.

[Se exhiben publicidades de la terapia en diferentes idiomas]

—No sabía que había elaborado una versión para Gyre, donde incrementó su capacidad de interacción con el cerebro. Sí que utilizaba una versión diferente en las personas reducidas a la esclavitud que exponía a la radiación. Este hongo también crecía por el sistema linfático e inmune, a los que complementaba, y con esto alargaba la vida útil de sus cuerpos. Su piel terminaba convertida en una capa gruesa y queratinizada, que variaba de color y textura según el daño sufrido.

[Se ve un esquema con el ciclo de vida del hongo de la felicidad]

—El ciclo de desarrollo sin intervención muestra cuál era su plan original. La introducción fue deliberada, ya que podría haber liberado las esporas, pero eligió darle un signo vicioso al enfatizar la producción narcótica. Sabía que se compartiría hasta formar una base amplia entre personas cuyas acciones detestaba, mientras que los efectos negativos tardan un año en aparecer y, para entonces, son irreversibles. Así pretendía quebrar la solidaridad revolucionaria.

[Hay que censurar las grabaciones de pacientes para resguardar su identidad]

—El hongo se acopla al cerebro y responde a estímulos neuronales de maneras diferentes y perniciosas. A veces estos refuerzan su crecimiento dentro de este hasta tabicar secciones enteras, otras fijan caminos neuronales. Habilidades como el lenguaje, la memoria y el movimiento motriz pueden resultar imposibles de coordinar, o se pierde por completo la voluntad al fragmentarse la mente en diferentes egos.

[Finaliza con la fotografía homenaje al personal de los hospitales de Gyre]

—La fase final es cuando el cuerpo ya no puede beber o alimentarse por su incapacidad. Entonces el hongo fagocita al huésped y produce las esporas desde la dermis que, al ser inhaladas por otras personas, inician el ciclo en ellas. Ella creía que las personas sanas iban a abandonarlas a su muerte cuando ya no fueran útiles para la comunidad, encima por decisión propia. No esperaba que fueran a cuidarlas, de manera tal que la fase de propagación nunca llegó y la plaga fracasó.

[Comienza con publicidades sobre el hongo y sus efectos benéficos]

L.A.: —La crisis del narcógeno puso a prueba la actitud desregulada de Gyre, fuertemente criticada en la Federación Oceánica. Ministre, ¿se podía hacer algo para detenerla antes de que esta estallase?

R.S.: —El consumo del hongo disminuyó de manera pronunciada tras las primeras internaciones, pero no cesó ni cuando se confirmó que la fusión celular era irreversible. Al hacer un relevamiento, el número de personas que lo había utilizado fue enorme, y la promesa de juventud resultaba más tentadora aún que la de droga a demanda. Incluso Jon casi la utilizó por eso, pero decidió recurrir a tratamientos menos invasivos para su senescencia. Ya en circulación, fue una bomba imposible de detener.

[Le continúan las retractaciones de dichas publicidades]

—El desarrollo no es uniforme entre individuos, hay personas que sucumben más rápido que otras, eso no ayudaba a transmitir el mensaje. Tampoco existe una correlación fuerte con la estimulación para narcóticos; la producción de estos se acopla tras unos meses a los ciclos de sueño y hormonales del cuerpo, más allá de la voluntad de este en reducir la interacción. El hongo, invariablemente, termina por imponerse en el ecosistema corporal si no hay un rechazo inicial al momento del implante. Eventualmente hasta los egos más obstinados son reducidos por él.

[Las fotografías de las salas repletas también deben ser censuradas]

—Me llamaron cuando ya no tenían espacio donde internar a las personas afectadas, por lo que enviamos un buque-hospital de la reserva. Pronto este estuvo repleto, y se reforzó con un tercer barco. Por entonces se dieron las primeras respuestas, gracias a las terapeutas mentales. Ellas lograron rearticular un yo capaz de influenciar su cuerpo con los fragmentos cerebrales existentes en una paciente. Luego, replicaron el proceso en varias más. No estaban muertas, solo perdidas en una mente extraña.

[Hay consentimiento para mostrar a las personas en las grabaciones de la terapia conecto-complementaria]

—El gran avance se logró cuando la Universidad de Gyre detectó que el hongo tenía compatibilidad con varias especies fotosintéticas. Se elaboró un proyecto de simbiosis con algunas de estas que le permitiera recuperar la independencia a las personas afectadas. Oliver Jones fue el primer voluntario, eligió un alga y así se transformó en la primera persona liquen. Otras personas eligieron vegetales y fueron denominadas personas árbol y personas pasto, según su elección de especie.

[Varias vistas de pájaro de los bosques humanos de Gyre hacen de broche del segmento]

—Liberadas al sol fueron felices en los parques, jardines y piletas de la ciudad, donde se volvieron un atractivo turístico más de la ciudad. Algunas continuaron trabajando, mientras que otras se entregaron al sopor vegetal. La primera que combinó ambos caminos fue el abuelo de una de las investigadoras, a quien quería recompensar por su cuidado. Durante meses se concentró en esto, al punto que una de las ramas que crecían de sus uñas le obsequió un fruto dulce y lisérgico. Es uno de las principales exportadores agrarios de Gyre hoy en día.

[Se ve la planta del conglomerado Wadiyar en Nagamangala, inaugurada para la creación de seres de cristal]

L.A.: —¿Cómo continuó su guerra secreta, doctora Fedorova? Dice que desconocía la utilización del narcógeno en Gyre, ¿en qué momento regresa a la planificación?
 
N.F.: —Una vez que pude delegar la dirección de la carrera espacial a mis familiares me concentré en el proyecto de las células cristalinas. Durante años habíamos desarrollado las baterías cristalinas de alta densidad, que alimentaban la mayor parte de los aparatos y una parte significativa de las personas. Nuestra idea era lograr que esa batería pasara a ser una fusión entre el corazón, tripa y pulmón de las personas de sangre. Las aves de tormenta fueron el primer prototipo en ese camino, y se probaron sobre la ciudad.

[Luego, una demostración del funcionamiento de la batería entrelaza la secuencia]

—Las diseñé para resistir las condiciones atmosféricas más devastadoras, con el fin de recolectar su energía. Adquirían su fortaleza, tanto a través de la coordinación celular para formar zonas dinámicas que alternaban entre flexibilidad y rigidez, como una reparación y reemplazo de las células dañadas a gran velocidad. Miles de terminales en su plumaje capturaban los flujos eléctricos en las nubes y los almacenaban en su batería, que luego traían de vuelta al nido.

[Se consiguieron las pruebas de diseño de las aves de cristal]

—Candamaruta tomó este diseño y lo modificó para que pudieran influenciar las condiciones atmosféricas. La principal técnica era calentar el aire y el agua con rayos para formar columnas ascendentes que propiciaban tormentas, ya sea ciclónicas o de arco. Estas últimas fueron las que eligió para atacar la ciudad de Gyre, ya que no estaban contempladas en su plan de defensa, y más de doscientas aves participaron en la ejecución de esta.

[También una grabación de la milicia de Gyre sobre el séptimo ataque]

—La coordinación entre las aves no fue óptima, por lo que la tormenta no alcanzó el nivel de destructividad que se preveía en el estudio. Tras virar y volver a volar sobre la ciudad, el trabajo en equipo entre las aves que formaban las columnas y las que preparaban el frente de avance funcionó mejor, alcanzando vientos sostenidos de más de ciento cincuenta kilómetros por hora. En una tercera pasada, cambiaron de formación y lograron formar varias trombas marinas. Hoy en día son parte del arsenal aéreo del Desh, otro éxito mío del que me arrepiento.

[Cierra una simulación sobre cómo las aves generaron las trombas]

—Tras esta, regresaron hacia el continente, camufladas entre las nubes. Candamaruta evaluó los daños como satisfactorios pero insuficientes, y preparó una nueva expedición. Cuando vi las noticias acerca de las tormentas inexplicables en Gyre le pregunté si había sido ella, cosa que admitió. Me dijo que había autorizado la demostración del arma sobre la ciudad, a lo que le pedí que ya no interactuara con ella si no había un motivo que nos obligara a hacerlo. Como siempre, me ignoró.

[Comienza con un montaje de reportajes sobre la utilización de una nueva arma meteorológica]

L.A.: —La tormenta Sorpresa fue uno de los eventos más destructivos en términos de vidas que tuvo Gyre, y el Ministerio no contempló al conglomerado Wadiyar como atacante. ¿Qué sucedió para tamaña equivocación?

R.S.
: —Tras la hibridación masiva que había sucedido en Gyre, el Orden de la Sangre había declarado una campaña de exterminio contra la ciudad. Por eso es que pensamos que las aves de tormenta habían sido enviadas por esta organización, quienes tenían bases en el Pacífico nororiental. Nuestras aves y misiles resultaron incapaces de detenerlas, ya que eran destruidas por los rayos eléctricos antes de poder alcanzarlas, y estaban fuera del alcance de la artillería convencional. Por eso actuaron con impunidad.

[Se funde con otro acerca de los estragos producidos por las tormentas]

—La devastación fue profunda, aunque afectó más a las embarcaciones pequeñas. La ciudad desde sus inicios había sido construida con adaptaciones a las diferentes condiciones del mar, incluido tormentas, pero el pronóstico y las medidas preventivas eran muy importantes. Estas últimas, en cambio, habían aparecido súbitamente. No hubo tiempo de cerrar las escotillas, sumergirse o retraer los cables, por lo que las personas fueron atrapadas al descubierto.

[Que prosigue a otra secuencia con la reconstrucción de Gyre]

—Las reparaciones fueron intensivas y extensivas, al punto que casi agotamos nuestra cuota del fondo de emergencias. La renovación incluyó el reemplazo de los cables por una red de espuma viscosa que amansa las aguas y fija las embarcaciones en su zona. Es translúcida, y al mes alojaba vida orgánica en el remanso marino que se formó. Los bosques de algas y las formaciones de corales crecen allí, y las aguas de Gyre se tiñeron de todos los colores en el Parque del Homenaje, el sitio donde se recuerda el ataque.

[Corta una publicidad turística de la ciudad con las nuevas atracciones]

—La ciudad, con la espuma, alcanza los novecientos metros de profundidad, un área de penumbra constante. Pocas personas vivían entonces en esta parte, dedicada a las actividades subacuáticas y a los puertos abisales. Como no se había visto casi afectada por los sucesos en la superficie, las comunidades de Gyre decidimos construir en esa zona un refugio para futuros eventos que pusieran en peligro nuestras vidas.

[Se muestra una vista de pez del bunker de Gyre]

—Gigantesco, es capaz de albergar a toda la población de la ciudad, y se mantiene en su zona por un sistema de boyas que pueden desprenderse para escapar hasta el fondo del océano. Consideraron descender hasta él cuando las tormentas volvieron a acontecer, yo estaba en Jakarta, pero la espuma resultó efectiva. No solo eso, los recuperadores de energía en la espuma permitieron que esta se transformara en electricidad para devolver al fondo de emergencias. Esas fueron inversiones con rendimientos colosales, pero una amargura triste perduró en Gyre.

[Una serie de esquemas explica el funcionamiento del código genético cristalino y sus nano-moléculas]

L.A.: —Los cuerpos de cristal demostraron su éxito en el ataque a Gyre, hoy hasta usted lo utiliza, ¿por qué no se enfocaron en estos y continuaron la guerra secreta?

N.F.: —Los trabajos en las células cristalinas se mantuvieron, aunque las distracciones de Candamaruta comenzaban a molestarme, eso es cierto. Perdíamos un montón de recursos y eficiencia debido a la red clientelar de Estados y sus élites que sosteníamos con nuestras actividades, por lo que no podíamos afrontar más gastos que no produjeran sendos retornos. Esa ciudad en el Pacífico se había vuelto una obsesión en su mente, y si era por peligros, los había mucho más cercanos.

[Se ven imágenes de la cumbre en Dubai de las Fuerzas Internacionales, considerada un fracaso rotundo]

—Nuestra posición dominante era motivo de envidia y resentimiento por parte de la competencia. A medida que la situación global se estancó entre el ELH y las FI, no les quedó otra alternativa que crecer a costa nuestra. La utilización del etnocentrismo y otras ideologías no revolucionarias fue clave para esto, y motivó a Candamaruta a adoptar al transhumanismo como vehículo para aumentar nuestro poder. Los cuerpos de cristal se volvieron un vehículo para esto, en vez de un fin en sí mismo.

[Continúa con otras del congreso de Desh, desde donde se lanzó la plataforma política]

—Sedujimos a las élites con la posibilidad de juventud eterna y poder más allá de los sueños, con la visión de un futuro donde nadie cuestionase su posición, la pesadilla revolucionaria estuviera finalizada y galaxias enteras al alcance de su dominio. Solo debían confiar en Candamaruta y en mí, nosotras defenderíamos al orden del caos hasta el fin del Universo. Las personas comunes se adaptarían o morirían, y eso no nos importaba en lo más mínimo.

[Más fotografías e imágenes de organizaciones aliadas al bloque del Desh]

—Por eso me enoje cuando observe en las noticias que una manga de langostas organometálicas había atacado Gyre, ya que sabía que Candu estaba detrás de esto. Al principio lo negó, pero luego me admitió que estaba siendo formal en sus declaraciones. El reino de Chagos buscaba detener el crecimiento de Gyre y había solicitado ayuda a sus diosas. La transformación de la flota en una isla flotante gracias a la espuma viscosa les era un presagio del fin de los mares y las vidas octópodes, no podía no ayudarlas.

[Las últimas son de las comunidades octópodes leales a Candamaruta]

—Ella les dio las crías de las langostas para que devoraran la espuma, las estructuras y las vidas que se encontraban en ese adefesio que no debía ser. Candu, en cambio, trabajaba en el desarrollo del núcleo de fusión, que permitiría reemplazar la batería cristalina por un generador nuclear cristalino. Me mostró los diseños y me resultaron fascinantes, por lo que no presioné más sobre el asunto. Su talento nunca dejó de conquistarme, hasta sus horrores admiro, muy a mi pesar.

[Se abre con una vista de pájaros sobre la periferia de Gyre antes de la invasión]

L.A.: —Hoy en día las langostas vuelan abiertamente sobre los ejércitos de Desh y sus dominios, pero su aparición fue durante la guerra secreta. ¿Cómo fue la experiencia del primer asalto?

R.S.: —Nadie esperaba langostas en Gyre, y después de su aparición eso se transformó en un refrán de la ciudad. Surgieron del océano, cerca de esta, para asaltar los márgenes de la ciudad, donde se encontraban las defensas de espuma, los puertos y las comunidades más nuevas. Las baterías antiaéreas, tanto de partículas como lanzamisiles, se vieron sobrepasadas y comenzaron a ser destruidas. Ahí se dio la alarma federal.

[Cortan grabaciones de la milicia combatiendo a la octava plaga]

—La comandancia del Pacífico estaba a cargo del almirante Nathaniel Mori, quien se reportó con la escuadra de reacción rápida. Mientras la mayor parte daba apoyo a la milicia de Gyre en la defensa, él realizó un reconocimiento de las mangas que ascendían por el océano, desde las profundidades a la superficie, y las rastreó en el abismo por miles de kilómetros. Intentaron un bombardeo a la columna cerca de la ciudad, pero las mangas continuaron como si nada hubiese sucedido.

[Le siguen otras donde la escuadra dispara torpedos contra estas]

—Las langostas comenzaban a desmenuzar los bordes cuando una voló hasta el parque Pedagang. Agredía a una persona pasto de allí, mordiéndole sus brazos una y otra vez, cuando una de las ballenas anfibias escupió su lengua para atraparla en el aire y comérsela entera. Esta persona dio aviso, y las acuanautas guiaron a las ballenas hasta la manga ascendente donde, apenas olfatearon las langostas, se abalanzaron para darse un festín con ellas.

[Acompaña una vista de pez de las ballenas nadando]

—Las langostas trataron de defenderse, pero las ballenas las aspiraban y trituraban con facilidad. Interceptaron la mayor parte de la manga, lo que hizo al resto manejable para la milicia y la Armada. De todas formas, era cuestión de tiempo a que las ballenas fueran sobrepasadas por los refuerzos, pero el almirante Mori dio con la fuente en una comunidad octópode del Índico, donde las críaban y liberaban. El contraataque fue organizado con apoyo de personas exiliadas de allí, y el reino de Chagos fue derrocado tras la batalla.

[Otra vista de pez, ahora con las crías acompañando a las ballenas adultas]

—Tras la comilona, muchas ballenas se reprodujeron. La investigación mostró que había un nexo biológico entre estas especies, por lo que las conservamos como alimento para ellas en la reserva Pedagang. Cuando recibimos noticia de esto, se me aclaró un aspecto del panorama. Los animales organometálicos estaban relacionados con las personas octópodes, probablemente por la misma organización creadora. Solo faltaba descubrir cuál era esta, y el conglomerado Wadiyar estaba en la lista de sospechosos ya entonces.

[Comienza con el orbe radiante brillando en la noche de Gyre]

L.A.: —La presión que deben haber sentido en la Fundación tras la liberación de Chagos, doctora Fedorova, y encima al poco tiempo el orbe, ¿cuál era el ambiente dentro que llevó a tal crimen?

N.F.: —El orbe fue el fin de mi tolerancia con Candamaruta. Tras ese momento decidí que no admitiría más equivocaciones de su parte. No solo había ido en contra de lo que me había prometido, lo hizo de una forma peligrosa. Hasta entonces, sus intentos habían sido sutiles, como habíamos acordado al principio. No había nada de eso en soltar una bomba nuclear sobre Gyre y esperar a que no se dieran cuenta de dónde provenía. Fue una locura.

[Un montaje de reportajes en medios de todo el mundo ilustra el noveno ataque]

—La explosión fue unas semanas después de nuestro onceavo aniversario. Le cuestioné que no me hubiera dicho de sus planes entonces, a lo que respondió con evasivas. Otra prueba de armas, dijo, a lo que contraargumenté que se podría haber hecho en mis tierras de manera más eficiente, con mejor estudio del motor de fusión del orbe y su potencial destructivo. Cambió entonces su respuesta a que era una retribución por la pérdida del reino de Chagos, lo cual me desesperó más todavía.

[Se muestra una grabación de la reconstrucción de Gran Chagos en la Federación Oceánica]

—Le pregunté por qué había caído el reino octópode. Culpó a la debilidad de las criaturas orgánicas por no poder resistir el ataque de las acuanautas. Le expliqué que habían sido atacadas en soledad por ejecutar sus planes, sin que podamos ayudarlas, y que lo mismo podía sucedernos si alguien rastreaba el orbe hasta nuestras instalaciones. Ella se indignó de que me comportara como «gusano», la primera vez que la escuché utilizar ese término para referirse a las personas de sangre. Nosotras éramos inexpugnables junto a las Fuerzas Internacionales, me aseguró.

[Otro montaje, este de movilizaciones antimaquinistas y mítines antiorgánicos]

—Mientras se mantuvieran unidas, acoté. Puse en duda que vinieran a ayudarnos si nosotras éramos las provocadoras de la contraofensiva, no al menos antes de que nos hicieran tanto daño que salvarnos resultara indispensable para el resto. Aprovecharían nuestro craso error para consolidar su poder a costa del nuestro y, de sobrevivir al contraataque, tendríamos que lidiar con quedar relegadas. Candamaruta lo negó al principio, pero aceptó que tenía razón: no había apetito de momento por continuar la guerra. Debería haber tenido en cuenta esas palabras, “de momento”.

[Cierra con más movilizaciones, pero estas antibelicistas y maquinistas]

—Cómo podía hacer entonces, me dijo con honestidad, si cada año las Tres Federaciones crecían en número y poder. Llegaría el momento en donde nos quitarían todo lo que habíamos hecho, en nombre de la igualdad, si no las deteníamos antes. Me preguntó si yo me creía igual a ellas, y le respondí que era distinta a todas las personas, único, y lo soy. Ella me dijo que consideraba lo mismo, que nosotras éramos de una categoría diferente: diosas materializadas para ocupar nuestro lugar en el Universo, usurpado por meros animales de sangre. No se lo discutí, pero tampoco lo acepté en mi fuero íntimo.

[Abre el seguimiento del ELH del orbe mientras lo desplazan bajo el agua]

L.A.: —Ministre Sat, la explosión nuclear sobre Gyre fue el peor atentado contra la Gran Revolución, la única instancia donde se utilizó un arma de este tipo. ¿Quiere explicarnos qué sucedió ese día?

R.S.: —Detectamos el orbe cuando ingresó al Pacífico gracias a nuestro sistema de alarma temprana. Se desplazaba por la zona oscura del océano, pero las patrullas submarinas lo forzaron a emerger a la atmósfera y dispararse. Allí tuvimos menos éxito, ya que el material era el mismo que el de las aves de tormenta. Emitía una radiación ionizante que impedía analizarlo de manera directa, mucho menos atacarlo de manera precisa, por lo que nuestras aves permanecieron a resguardo y las balas no hicieron mella.

[Le sigue otra donde emerge, aunque se interrumpe por su brillo]

—El curso de este era claro, se dirigía hacia Gyre, por lo que se dio la alerta general en la ciudad. En cuestión de minutos, una enorme cantidad de embarcaciones se sumergió en el agua y la espuma. La población de la ciudad evacuó hasta el refugio y las vejigas de flotación se liberaron cuando las últimas personas ingresaron a este. Flotaba a dos mil metros y medio bajo la superficie cuando el orbe alcanzó la ciudad. Fue un triunfo esa carrera para nosotros.

[Un mapa muestra el recorrido desde las posibles bases de lanzamiento hasta Gyre]

—Yo lo seguía por nuestro sistema de vigilancia satelital y esperaba una gran explosión, pero sucedió algo más devastador aún. Durante tres días brilló sobre la ciudad, las turbinas sosteniendo una luz tan fuerte que fue imposible registrarla de cerca sin perder los aparatos involucrados. Su energía destruyó la vida y tecnología que se encontraba expuesta en las embarcaciones y la espuma, una esterilización más efectiva y profunda que la que un evento momentáneo hubiera alcanzado por sí mismo.

[Se exhiben los daños causados por la radiación del orbe]

—Cuando su brillo menguó, cayó e impactó sobre el Karagatan, crucero en el que detonó. La explosión fue poderosa y se llevó consigo una sección entera de Kagalakan, comunidad de Gyre que recibió apoyo de toda la Federación para su reconstrucción. El Vela 3 sufrió daños moderados en su equipamiento, pero se mantuvo en buenas condiciones. Otras embarcaciones debieron ser descontaminadas o reemplazadas, pero por fortuna no hubo personas entre las víctimas.

[Luego los causados por su detonación]

—El daño ambiental sí fue gravísimo, en cambio, por lo que la ciudad se abocó a restaurar los corales y las algas. Estaba convencide entonces de que la inquina contra Gyre era por su significado simbólico para la Gran Revolución, su promesa de redención y una nueva paz verdadera. También de que era un recordatorio de que nuestra lucha no terminaría hasta que la última persona del Universo estuviese libre al fin. Al fin y al cabo, ese era nuestro juramento, y todavía lo sostengo.

[Un mapa representa al mundo y sus instituciones en el 9 A.U.H.]

L.A.: —Doctora Fedorova, ¿cuál diría que fue el detonante para semejante cambio de estrategia por parte de su ex-aliada, pudo la venganza realmente casi adelantar diez años la guerra mundial?

N.F.: —Fue la unión de Singapur a la Federación Oceánica, no la liberación de las comunidades de Chagos, lo que desató la furia de Candamaruta. Era un punto estratégico desde donde amenazaban las costas y aire del régimen del Desh, recién consolidado, gracias al magnífico puerto espacial y marítimo con el que contaba la ciudad. Las actividades espaciales revolucionarias eran cada vez mayores y eso me preocupaba, ya que amenazaban nuestro predominio en los campos de asteroides.

[Se ven gráficos comparativos entre naves de distintas organizaciones espaciales]

—Al mismo tiempo, sabía que un paso en falso por parte del ELH en un área tan delicada le jugaría en contra. La ocupación del océano global había sido ayudada por la conflictividad legal y una sensación de lejanía que no existían en el espacio. Cualquier intento de construir comunidades en la órbita terrestre podía considerarse una amenaza existencial para las Fuerzas Internacionales, y al fin se justificaría una invasión a gran escala de las Tres Federaciones.

[Luego, una serie de artículos en medios estatales sobre una guerra espacial contra el Ejército de Liberación Humana]

—Mi estrategia era cuestión de paciencia: mantener nuestra posición y, tal vez, forzar un error. El clonovirus no cumplió ninguno de esos requisitos: era otra arma biológica agresiva y siniestra, estaba hecha con tecnología reconocida como nuestra, y colocaba al ELH en la posición de víctima frente a las naciones neutrales que prestaban atención tras la bomba nuclear. La ideología transhumanista de Candamaruta chocó con nuestros planes y casi los hace trizas, aunque en ese momento no lo vi así.

[Continúa con noticias de medios del ELH sobre la décima plaga]

—Candamaruta buscaba causar una pandemia que exterminase a las personas simias al hacer inviables sus cuerpos pluricelulares. Su miedo era el crecimiento poblacional de estas personas, por lo que la reducción era buena, y sin estas, consideraba que las personas secas del ELH serían derrotadas velozmente. En realidad, las personas de sangre en las Fuerzas Internacionales nos iban a matar a nosotras en cuanto ellas se vieran afectadas, nunca lo pudo entender.

[Le siguen las mismas noticias, pero de medios neutrales y asociados a las Fuerzas Internacionales]

—Vi el brote en los medios locales de Gyre y sabía que debía actuar antes de que escapara de la ciudad. No hablé con Candu, ya que sabía que no iba a darme ninguna respuesta útil, y entré directamente a su mesa de trabajo. El último archivo leído era el diseño del clonovirus y su tratamiento, que tomé sin que se diera cuenta. Le pedí a una de mis compañeras de planta que me prestase su ave mensajera y envíe la cura hacia la ciudad de manera secreta.

[Un mapa de Gyre muestra cómo se expandió la epidemia de clonovirus variante alfa]

L.A.: —El brote de clonovirus fue considerado un fenómeno local, lo que trajo problemas cuando Desh comenzó a utilizarlo como arma años después. ¿Por qué Gyre decidió eso?

R.S.: —La aparición del clonovirus no fue sorpresa en nuestra ciudad, ya que todas las personas esperábamos otro golpe después del orbe. Cada pequeña desgracia e inconveniente podía ser transformada por los medios en la próxima catástrofe, pero cuando apareció el virus fue unánime la opinión, aunque luego cambió. Los primeros casos se dieron en el sector norte de la ciudad, unas llagas que aparecían en la piel orgánica expuesta, con mayor intensidad en las mucosas.

[Una simulación ilustra cómo opera el agente dentro del cuerpo primate]

—Si alcanza la fusión genética con la célula infectada, esta pasa a actuar como un tumor maligno que el sistema inmune tenía problemas en identificar y combatir, un mecanismo de virus común. La primera variante se esparcía por la zona local mediante la reproducción, y además liberaba nuevos virus para replicar el proceso en otras regiones del cuerpo. Las funciones vitales se detenían o eran cooptadas por estos tejidos, lo que llevaba pronto a la muerte.

[Otra cómo se propaga entre individuos]

—Esta era fulminante, capaz de reducir a una persona a una masa de tejido putrefacto en cuestión de una semana. Se transmitía por pequeñas partículas producidas en las laceraciones, que viajaban suspendidas en el viento de barco en barco. Cuando la exposición era interna, normalmente por la ingesta o respiración del virus, el fallecimiento acontecía en cuestión de días tras la falla masiva de órganos.

[Solo se exhiben imágenes de personas con síntomas iniciales leves]

—Nuestro sistema de salud estaba abocado a la respuesta cuando me llamaron a la Universidad de Gyre. El sector afectado se encontraba en cuarentena, y entre las personas infectadas habían encontrado una persona árbol. Los hongos simbiontes eran capaces de mantener a raya al virus, y de ese balance había surgido algo extraordinario. El tejido infectado había sido protegido y trasladado hasta un fruto externo, donde se desarrollaba un embrión.

[Cierra la grabación de la primera niña árbol rompiendo la cáscara frutal]

—Mientras analizábamos su desarrollo, una patrulla de la milicia informó que un ave había depositado un mensaje en un falso huevo y se había dado a la fuga. Esos archivos eran detalles técnicos del clonovirus y un tratamiento que permitía desactivarlo sin daños colaterales. Se comenzó a fabricar al poco tiempo, y el episodio no habría salido de las crónicas locales de no ser por el tratamiento para la reproducción que resultó del agente y su utilización posterior por Desh.

[Empieza con diversos reportajes desestimando la epidemia de clonovirus]

L.A.: —¿Hubo repercusiones tras la filtración de datos sobre el arma? Fue realmente valiente de su parte, salvó incontables vidas con eso, aunque sus motivos no hayan sido los mejores.

N.F.: —Durante semanas temí que Candu me descubriera, que nuestro vínculo se disolviera, que fuera arrestada y ejecutada por traidora. Borré los registros de los accesos y también de las comunicaciones en la planta. El ave, junto a su persona, fue enviada a un puesto jerárquico en una ciudad noratlántica, de manera que fuera casi imposible entrevistarla. Solo me quedaba esperar a que sucediera el temblor.

[Se ven más noticias que hablan de un experimento de clonación del ELH que falló]

—Nada de esto ocurrió y continué con mis trabajos sobre los cuerpos cristalinos. Las pruebas en vivo habían sido útiles para la corrección de los diseños y cada generación de máquinas era más poderosa que la anterior. Fue entonces que consideré por primera vez la transición a un cuerpo de cristal, una metamorfosis en etapas que eliminara de una vez los peligros que sufríamos las personas secas. Mis preocupaciones pasaron a ser otras.

[Un esquema explica las etapas y qué partes se cambian en cada una]

—Candamaruta estuvo taciturna durante ese tiempo, lo cual me daba desconfianza. Yo sabía que monitoreaba la situación en esa ciudad del Pacífico, tratando de descubrir que había salido mal. Cuando finalmente me habló, no hubo mención a nada relacionado a Gyre ni al ELH ni algo parecido. Quería saber cómo estaba y en qué trabajaba. Le mostré los bocetos que había armado para el proceso y la idea le encantó. Ya no seríamos diosas envasadas al metal, adoptaríamos la misma forma que estrellas y planetas en nuestra conquista del Universo.

[Se exhibe el documento de Desh donde se estipula que la progresión a cristal es el objetivo transhumanista]

—Tras intercambiar por horas observaciones y sugerencias, se atrevió a tocar el tema de nuestra discusión anterior. Hasta me pidió perdón a su modo, con un reconocimiento de que ambas habíamos desarmonizado atrapadas por nuestras cosmovisiones. Ella quería dejarme en claro que yo era lo más importante en su vida, y que me elegía por sobre todas las otras personas y organizaciones del Universo. Yo le dije lo mismo y, así, me dejé llevar.

[Hay imágenes de la transformación de Candamaruta, pero no las conseguimos, así que van las de Wadiyar]

—Al mes estábamos planificando nuestro cambio y a concebir por primera vez a nuestras hijas, ideas radicalmente opuestas a las que habíamos trabajado hasta el momento. Las empresas pasaron, no a un segundo plano, pero sí a tener menos prioridad. Nuestro vínculo se volvió lo primordial y el eje que organizaba nuestra obra, al punto que ya no importaba que pasara con el planeta. Donde estuviera con ella yo sería feliz, eso creía.

[Abre el último segmento la grabación de una guardería de Gyre]

L.A.: —Para cerrar con usted, ministre, ¿dice entonces que se optó por el origen local del clonovirus debido a sus capacidades terapéuticas? ¿Hubo alguna voz disidente en esto?

R.S.: —La revelación de que las células infectadas revertían a un estado totipotencial, que replicaba a la persona simia, cambió el paradigma del tratamiento, sí. Los tejidos comenzaron a trasladarse a incubadoras para que su gestación pudiera concluir sin afectar al cuerpo huésped. Me da risa esto ahora que sé que la intención original de Candamaruta era destruir a la gente simio. En vez de eso, terminó acelerando su reproducción.

[Sigue otra de la oficina de investigación en el tribunal]

—Sobre lo otro, yo estudié los archivos del falso huevo y supuse lo que termina siendo cierto: habían estado probando armas sobre Gyre, y la culpable más probable de esto era Candamaruta a través de su conglomerado.  Se lo comuniqué al resto del equipo de investigación cuando analizábamos cómo se degradaba un complejo del virus. Una de las fases intermedias de este proceso era el mismo complejo que se utilizaba en la terapia Wadiyar para la eliminación del cáncer. No sirvió de mucho.

[Se muestra una comparación entre los agentes de la terapia y de la enfermedad]

—No les pareció evidencia concluyente, ya que esa terapia podía ser copiada por algún tercero. Les di la razón, pero el nivel de dificultad que implicaban estas elaboraciones indicaba algún tipo de colaboración interna, como mínimo, pero no la suficiente para probar una relación criminal. Con la razón del ave pasó lo mismo: yo dije que era una prueba fallida a la cual se quería contener antes de que se sepa en el gran continente, pero era más probable que fuese alguien local cubriéndose.

[Un esquema ilustra las relaciones entre las diez plagas de Candamaruta]

—Si se agregaba a lo que sucedía desde hacía años, el patrón señalaba al régimen de Wadiyar en Desh. Me cuestionaron por qué agrupaba eventos que podían ser independientes, ya que muchas organizaciones se habían opuesto a nuestra ocupación del océano. Tal vez era responsable de algunos, o de ninguno. Argumenté que Wadiyar tenía motivos para hacerlo, tanto como uno de los principales pilares de las Fuerzas Internacionales, como uno de los más fervientes defensores de la desigualdad humana. También tenía los medios para fabricar estas armas. Especulaciones.

[Finaliza el documental la investigación cerrada por el tribunal de Gyre]

—No tenía nada que presentar y lo sabía. El brote fue tratado por eso como un incidente local y el clonovirus fue adaptado como herramienta. Sin embargo, mi recelo con Candamaruta, la mente tras la máscara de Wadiyar, no desapareció, me alegra que hoy la doctora Fedorova confirmase mis sospechas. El problema fue que para entonces había sido elegide ministre del Espacio Exterior por las Tres Federaciones, y desde Singapur me dediqué a observar lo más que pude sus acciones. Esa fijación me distrajo de mis obligaciones, y así es como no previne el evento de Tiangcheng. Solo entonces puse en pausa mi investigación, y por lo Inefable, que mal que hice.