que horrible querer a fuego

en tiempos donde amar es acoso

equivocarse es irreversible

ser varón es estar en la mirá

tener problemas es irresponsable

sucumbir es ser tibio

buscar es atemorizar

como hago para decirle

que todo fue inanición

que compré una forma de amor sin forma

y me olvidé que yo amo de todas las formas

que la encontré y andaba ciego

que tanteando quedé sin frenos

que no podía comer de la angustia de ser

pero que nunca la culpé

que siempre agradeci conocerla

que todo lo que ella era para mí era opio

que me drogué y me evité por no ser nada

por estar en mi juicio final

como se explica al verdugo antes de la electricidad

que entre el público encontré el deseo

como le explico al verdugo que me perdone

que no sabía que había vida después de la culpa

del duelo

de ser alguien que cayó lejos

que encontré un lugar donde saber

pero que ya había abrazado la estupidez

de la araña que me envuelve en su tela

como explico que fuí tonto

que el dolor me hizo ruin

que no quería lastimar

solo quería que me diga

que era mutuo

y sentir que no terminó

como encuentro las palabras si cuando la veo

me veo y ya no sé hablar

que siento que no tengo nada para decir

que es verdad

que no entendí

que lo que yo creí que era una cadena

eran las arterias de su corazón

como le digo que el hambre te hace pensar mal

que no fue hostilidad

sino deseo

un deseo detrás de su escudo de hierro

buscando la parte blanda de su carne

de aprender el amor todo de nuevo

en su persona que me fue derritiendo

como le digo que en su cama nunca muero

y que lo sé

que entiendo

que ya no estoy

pero igual me entrego a su razón

que sus bloques de lego

solo me lastiman porque no es un juego

es el fantasma que me cierra la ventana

y prende la hornalla sin fuego

y siempre hablo de este amor

como un sobreviviente que ya nunca tendrá salvación

y qué versos horrendos

se tejen en el desconSuelo

nunca suficientes para la piedad

nunca despiertos por el ruego

como esas oraciones que se susurran

en monasterios por la mañana

y que se vuelven un eco sordo como de abejorros

y solo perturban

lo que apenas parece

un petitorio

frente a un cristo dormido y clavado

y se nota que de nada sirve

la fe

de los que luego después

van a enroscar la moral con el buen

de nada de nada sé

y no es por lamentarme

después de todo

aoenas vivo

a penas

tratando de remendarme

para los que me sostienen el pañuelo

mientras lloro por dentro

ya con más decoro

fingiendo que quiero vivir

Solo para verles reír

y ahora como

y cómo

para pensar en algo más

pero confieso

que su rastro es infinito

lo que me prendía

ahora me apaga

y yo no creo en el amor propio

esa mierda del autocuidado

genera islas en un mar embarrado

creo en la nobleza que a veces pesa

y los errores que nos enseñan

pero de que sirve la lección

si nunca podremos rendir la prueba

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