Necesito morir ayer
antes de conocerte
necesito contar hasta 20
me estrolaste el corazón
apenas te vi
supe que me ibas a herir
supe que no me iba a resistir
nadie entiende esta sensación
la predilección por el desprecio
el canto al cuervo que se para en el reloj
nunca más
necesito morir ayer
antes de hacer un duelo que me lleva años
los pocos años que quedan
revisando el basurero
de las casas que se cierran
con las luces tibias de la cena
necesito morir
porque vivir ya no me queda
muerto el deseo
sólo queda la flema
pegada en el cenicero
y los espasmos de mi recuerdo
como si fueran amebas que bailan en el tiempo
necesito aprender
que no todo es como yo
que no se condensa el orden
que estamos solos
y que tengo un montón de escombros
sobre los hombros aplastándome
necesito salir
estar a la deriva
ver el fusil cuando me mira
y sostener su mirada
con el fuego en la garganta
diciendo hasta aquí
necesito que paren
los pensamientos
los sentimientos
lo que me ahoga
y se resiste
necesito caer
caer hasta el fin
donde pueda pisar
con las rodillas quebradas
porque sólo así me arrodillaré
me doblegaré
para el deleite de la masa
que se hace espora
y se eleva sola
tengo que construir una cátedra
de cómo vivir sin fin
donde todo se ahoga
con el alcohol como soga
vagar de repente sobre la vaina
con el filo de las aspas
de un molino ventoso
un ventilador de espadas
un control de daños
de mil rayos que electrocuten mis ganas
vos no sabés nada
y yo tampoco
pero acá hay que hacer como que sí
como que estamos pensando en algo que cambiará todo
una mano que se estira hacia el rayo de sol
confundida por la sombra
necesito estar entre tus cosas
pero se hace tarde mi amor
y vos ya no estás sola
estás en las obras de una vida de diosas
que todo lo juzgan desde su glosa
andan la vida diseminando la semilla que nos separa
porque en todo caso
estoy para siempre
en el corazón de los sobrevivientes
que me lloran
algunos pocos desordenados clavos
que me fijan como humano
Escribo mal