deambular

irradiar en pasos

el camino liso

arrastrando los zapatos

como niños cansados

después de una tartulia

buscar en tus ojos

algo mío tan mío

como lo que quise

encontrarme con alguien extraño

mirando mi desorden con desprecio

encontrarte en tu ámbito

sosteniendo la sonrisa

como si no te conociera

sentada en el piso sintiendo nadas

que pesan todo

y contemplar en tu tristeza tu cuerpo

embriagarme de tu pena con alcohol de quemar

para sentir mis brazos de abrazo

para comprobar mi boca empujando

y tener miedo de tocar cualquier cosa

como un gigante en una casa de muñecas

tirarme al piso y no moverme

esperar que me digas cómo

y verte odiar mi docilidad

me quedo sin rayas

en un mundo de barrotes

y vos te quedas con tu cuadrillé

en un mundo de rejas