Nombrar lo invisible

Para escribir hay que leer.

Para escribir hay que hacerse de la palabra del otrx.

Una palabra pensada es una semilla

una palabra escrita es un brote

una palabra hablada, con voz propia es un capullo que estalla en una flor

pero una palabra socializada, que circula y teje redes para resistir es una selva indomita

muchas palabras socializadas son lenguajes que se arman para nombrar lo invisible

relatos para contar lo que no tiene lugar en un mundo que parece achicar cada vez mas los margenes de lo real

todo lo que queda por fuera de esos margenes sera salvado por la narracion

lxs locxs

lxs pobres

lxs que somos devorados por la noche

lxs despojados de nuestro cuerpo y nuestro tiempo

lxs que no sabemos aglutinar la identidad

es asi como una palabra, termina siendo un puente que vincula sentires aparentemente inconexos

Tiene el poder de romper la burbuja de lo individual y sacar el peso de la espalda de quien carga una pena

revelando lo comun del sufrimiento

de las formas de andar la vida.

A veces tambien desenmascara formas del amor

asi se articula el amor, como un lenguaje

Asi tambien para aprender a amar, hay que mirar como aman los otrxs

Quizas hay una verdad que nos fue negada: para amar hay que aprender a coser

Retazos de unx que aparecen desperdigados, unir roturas que nunca estuvieron unidas y han sido parido con su cualidad de rotas

el amor y la palabra son uno el reflejo del otro ambos construyen sentido y lo catapultan por este sendero incoherente que es la vida.

el amor y la palabra existen como un derecho universal, inalienable y humano.

que el amor y la palabra se socialicen

que la rabia hacia quienes nos los quitan

nos organice.

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