Una casa propia

Cuando era ñiña me decian que de grande iba a tener una casa, un auto, un trabajo, un novio, y una vida que tenia mas que ver con un cuadrado que con el campo abierto en donde me gustaba jugar. Parecia entonces, en ese entonces, que los adultos eran similes copias de si mismos, estandarizados y seriados unos a otros. Lo que nunca me contaron era que de grande iba a tener que aprender a protejerme antes que nada, antes que todo. Replegarme sobre mi misma para que no me depreden, no me vulneren, no hagan de mi un tablero de ajedrez. Porque lo que de ñiña no existió, de grande me veo en la obligacion de construir.

Un poco asi han pasado 30 años, batallando a capa y espada contra el mundo, pero enrealidad contra nada. Porque ese mundo sigue adelante, las personas siguen adelante, aunque yo este en pedazos, aunque recoja cada grano de mi corazon desperdigado en el suelo.

«Hacete cargo»

«Todo es tu culpa, no busques culpables afuera»

Y hoy habito una casa que se muda conmigo a donde vaya, que se hace y deshace, que prueba, la pifia y sigue probando. Que se niega a la muerte, que se niega al suplicio y al encogimiento de hombros. Que vela porque todxs tengamos un lugar seguro donde ser escuchados, unos ojos amables que no juzgen. Pero tambien esa casa es mi oscuridad, una sombra de mi, que me doy el permiso de integrar.

En esta casa estoy aprendiendo a perdonarme.

Por maltratarme, por dejar a otrxs que lo hagan pensando que ese reflejo era mi identidad y que no podia aspirar a nada mas.

Por dejar que la sociedad dictamine que hacer con mi ira, la catalogue dentro de una amoralidad, mientras asi mismo la convierte en enfermedad.

Me perdono por medicarme hasta la medula por dejar que me convenzan que mi ira esta mal. Que tengo que seguir y agachar la cabeza.

En esta casa descubri que mi furia es revolucionaria

que el divalproato de sodio se lo tomen ellos.

En esta casa, abri un nuevo capitulo de mi propia historia donde abrazo el pasado como todo aquello que no estoy dispuesta a repetir.