EN EL OJO DEL HURACÁN.

Desde hace ocho meses, Argentina se encuentra transitando un sendero bíblico hacia una Tierra Prometida. Y así, el pueblo “todo” camina como entre las aguas separadas del Mar Rojo… Del lado derecho, medio país vive esperando a que todo mejore y del lado izquierdo, la otra mitad vive esperando a que todo explote. Mientras esto sucede, el gobierno actual transita cómodo por ese camino abierto, liso y allanado sin que alguien lo persiga y lo controle. Yo, como ciudadano padeciente de esta situación, siento que nos encontramos en el “ojo del huracán”, una tormenta provocada por los políticos corruptos que la vinieron alimentando a través de su continua e histórica cuota de mezquindad personal y avaricia ilimitada.

                                 Todo lo que químicamente se mantiene estable, se logra a través del equilibrio de fuerzas y así sucede, cuando un polo negativo se conecta al positivo; se produce un movimiento, una circulación de energía, pero en un solo sentido, hasta que inexorablemente ambos polos se neutralizan y mueren. Todo lo que físicamente se mantiene estable, se logra a través del equilibrio de fuerzas y así, cuando el polo norte de un imán se enfrenta al sur, hay una atracción, una suerte de contienda entre ambos extremos hasta que finalmente se unen para mantenerse aferrados…

                   Mi duda es: los argentinos de ambos lados de estas aguas abiertas, ¿seremos capaces de lograr un entendimiento, un equilibrio de fuerzas antes de salir del ojo del huracán?

                                                                                                                                                           Osvaldo Roble