Al día siguiente, antes de que amaneciera. Los alumnos son despertados por un incendio que se produjo en las alas. Debieron salir del castillo para toparse con la profesora sustituta.

Esta les advierte sobre una de las primeras reglas de oro, “Nunca deben confiar en nadie ni en nada.”

Al entrar al aula, la cantidad de bancos era insuficiente por lo que Julen tuvo que sentarse en el suelo.

La profesora sustituta se llamaba Winny Roman. Esta era una mujer extraña. Le mostró a sus alumnos cuál era su singularidad, desaparecer y aparecer objetos. Les vuelve a recordar que su profesor titular se fue de vacaciones por un tiempo.

Entonces uno de los alumnos le corrige diciendo que el director les había dicho que el profesor había tenido un accidente. El rostro de Winny se desfigura por un instante y luego le dice la segunda regla de oro “Nunca corregir a la maestra”. Lo castiga metiéndolo a una jaula de castigo y poniéndolo en el rayo del sol mientras es acechado por los nativos de la isla.

La clase comienza esa mañana. Ella les da una charla sobre lo que significa ser miembro de la orden y cuál es su rol como villanos. Karen está ansiosa por su primer día de clases, tenía expectativas sobre las actividades malvadas que harían ese día, pero la profesora solo le dio a cada uno de ellos una hoja en blanco en el que deberían escribir una respuesta a la pregunta: ¿Cómo harían llorar a un hombre de 40 años?

La mayoría se quejó por lo simple y aburrido de la actividad, pero de todas formas comenzaron a escribir. Luego debían exponerlo delante. Karen dijo que hechizaría al hombre para que se arrancara pedazo por pedazo la piel hasta solo quedar su carne. Que siga cavando sobre su abdomen hasta hacer un agujero por el que pueda pasar su cabeza y brazos para agarrar sus piernas y como una rueda humana andar sobre el fuego hasta que su carne se achicharre.

Valantine escribió que su cabeza se volviera el dedo meñique de un pie y que golpeara con ella todo a su alrededor.

Todos dijeron sus respuestas, hasta que al final le tocó a Julen, quien respondió que le otorgaba al hombre la inmortalidad. En principio todos lo abuchearon, darle semejante poder a un hombre no era algo malo. Julen lo quiso así pensando en lo solitaria que es la vida eterna mientras ves a tus amigos partir.

Al final del día se muestra al agente 111 sufriendo cada una de las actividades del niño y el deseo de la inmortalidad prolongaría su sufrimiento por la eternidad.[R12]

La madrugada del segundo día, ruidos de pasos se escuchan en el techo. Karen y la vampira se levantan e iluminan con una linterna. Eran pequeñas pisadas. Entonces la vampira vuelve pequeños restos de sangre. Los ruidos se vuelven más fuertes y aterradores hasta que una rata sangrienta cae sobre ellas y no las deja dormir en toda la noche.

(Cuarto capitulo. Karen y sus compañeros harán trizas sin saberlo a un agente curioso)