Al día siguiente tocaba clase de anatomía humana. Aquí su profesora los llevó a la sala de química. Debían disecar a un Hunzo, un habitante del planeta Drim que no suelen medir más de 10 cm de alto. A partir de sus manuales y su sujeto de prueba comenzaron a examinar cada una de las partes del pequeño humano. Este seguía vivo a través de un hechizo que no los dejaba morir.

Julen no pudo ni hacerle ni un corte a su sujeto. Con este había empezado a hablar y a compartir sus sentimientos. Karen pudo disecarlo con facilidad. Tenía una gran fascinación por la sangre, su color.

Anika, su compañera de cuarto, no pudo evitar beber su sangre y dejar sus órganos tan secos como una pasa vieja.

Val lo diseco utilizando sus poderes. Extrajo cada una de sus partes y expuso todos sus niveles estructurales, dese la piel hasta sus células. La profesora quedó maravillada con él y sus compañeros igual.

Pero Marko ya tenía planeado su venganza. Uno de sus amigos iba en esa clase y le dijo que administrara al sujeto de Val una poción mágica para que su poder no tuviese efecto. Pero esta no funcionaba. Entonces el chico decidió agregarle más de lo debido hasta que al final, la sobredosis hizo que el poder de Val se excediera y descompusiera a su sujeto en partes infinisimas.

Su profesora le puso mala nota por no poder presentar su trabajo terminado. Val no había entendido lo que había pasado con su poder. Karen decidió ayudarlo. Al final de la clase, Julen libera a su sujeto para que vuelva a su planeta, y luego ayudan a Val a descubrir lo que sucedió.

En el salón de clases encuentran restos del polvo mágico que había usado … Anika los acompañaba y les dijo que en el salón había olor a sangre, mucha sangre. Era de un Hunzo. Entonces la magia pierde efecto y el Hunzo comienza a unirse en todas sus partes, pero de forma atroz y deforme desparramando sus entrañas por todo el saló.

Este era grande y estaba enojado por la forma en que utilizaban a su pueblo para experimentos escolares.

El Hunzo comienza a perseguirlos fuera del salón. Anika trata de detenerlo chupando su sangre, pero era demasiado para ella. Val trata de fragmentarlo, pero la poción lo había hecho resistente a ese tipo de magia.

Karen entonces lo detiene tocando su punto débil con una espada, tal cual lo decía su libro de anatomía.

Deciden dejar le monstro allí, pero a la mañana siguiente desaparece. No encontraron su cuerpo por ningún lado.

La etiqueta de la poción tenía un nombre, Decidieron quedársela hasta averiguar de quien era. Val sabía que no era un producto legal, no tenían el sello de la orden.

Avisaron al director del Hunzo que estaba en el pasillo, Karen pensó que así podría tener una mejor fama por haber derrotado a aquel mounstro, pero cuando este fue con sus fumigadores pensando que se trataba de una rata gigante, pero al llegar al lugar, el Hunzo había desaparecido. Nada había quedado de él.

El director, muy enojado porque lo habían sacado de su tiempo con una masajista, los castiga enviándolos a los calabozos.

Los demás alumnos estaban observando también, y Marko tuvo la oportunidad de reírse en la cara de Val, mostrándole así que su venganza había salido mejor de lo esperado. En lengua dactilar, Marko le dijo: “No vuelvas a meterte conmigo.”

(Hunzos y trampas se presenta como el sexto capitulo de esta serie. Los chicos deberán ser más malos para superar estos y muchos obstáculos más.)

Por Rocio Cabello