Al día siguiente Val y Julen están almorzando en la cafetería. Ambos juegan con la comida en la boca y de repente Saviero comienza también a jugar con ellos, pero estos se detienen y Val lo aleja. Al igual que una rata.

             Aparecen entonces Anika y Karen, se sientan junto a ellos. Karen les comenta a los chicos que Anika los puede ayudar a encontrar a quien utiliza esas pociones prohibidas.

             Anika les muestra lo que estuvo investigando por internet. Esas opciones son ilegales. La página hablaba de grupos fuera de la orden. Que podría estar haciendo un artefacto como ese en la academia. Julen propuso comentárselo a la profesora, pero luego cayeron en la cuenta de que no era muy confiable. Y contárselo al director sería lo último. Esta mañana, el director les dio una advertencia a Val y a Julen de que la próxima vez pondría más trampas en los calabozos.

             Esto quedaba en sus manos.

             La clase del día comenzó.

             Ese día aprenderían magia oscura. Era una materia tan antigua como la academia y esencial para la invocación de demonios y artefactos mágicos.

             El primer hechizo era invocar un artefacto mágico.

             El segundo hechizo era, “Gravedad cero”, era elevar el objeto invocado.

             Karen se quejó, diciendo que este hechizo les hubiese servido unas escenas antes.

             Pudieron elevar los objetos frente a ellos. Karen se asombró por la facilidad que tenía para la magia. Era su primera vez intentándolo y le salía.

             Y el tercer trabajo era invocar un demonio.

La profesora les había hecho una muestra de magia oscura invocando a un pequeño demonio, a este le dio la orden de asesinar a uno de los alumnos. El demonio aceptó a cambio de algo, esta le dio una gota de su sangre. Este demonio se dirigió hasta uno de los alumnos y comenzó a atacarlo. Todos comenzaron a reír.

             La profesora les comentó que Omega tiene un convenio con el Pandemonio, conglomerado de planetas ubicado al borde del universo. Estos debían responder a Omega.

             Cuando todo se calmó. La profesora les indicó en que parte del libro debían comenzar a leer y practicar. La tarea de hoy era invocar un demonio.

             Los chicos comenzaron a practicar. El idioma de invocación era complicado, un trabalenguas doloroso que si no era bien pronunciado causaba problemas. Tan solo algunos tuvieron éxito inmediato, como es e el caso de Maing.

             Maing era mitad demonio y había nacido en el Pandemonio. Su madre era una villana excepcional que especializada en la magia oscura. Había invocado a un gran demonio que obedecía al pie de la letra sus órdenes. Todos se asombraron y la profesora la felicitó por su trabajo.

             La mayoría pudo invocar a un demonio, aunque pequeños. Incluso Julen logró invocar a un bebé demonio.

             Pero a Karen se le dificultó este último trabajo. No podía invocar a su demonio, entonces el demonio de Maing se le acercó y comenzó a reírse de ella, al igual que toda la clase. Incluso sus amigos.

             El demonio había engañado a todos metiéndolos dentro de una esfera infernal.

             Este y sus amigos demonios tenían planeado escapar del Pandemonio.

             Las paredes comenzaron a desgarrarse y el infierno se estaba abriendo paso por la clase. La única que no había sido engañada era Karen que no había pactado con ningún demonio. Estos se apoderaron del cuerpo de sus compañeros sin que la profesora se diera cuenta.

             La clase terminó y todos sus compañeros eran demonios. Sus actitudes eran errantes y más malévolos de lo normal.

             Karen debía volver a sus compañeros a la normalidad antes de que juntos abrieran las puertas del Pandemonio en un conjuro aquella noche.

             Al anochecer, sus compañeros se reunieron en el patio de la academia. Su profesora pasó y los ignoró. Comenzaron entonces a cantar la invocación.

             Las puertas comenzaron a abrirse y las llamas del infierno iluminaban aquella noche. Karen llegó e hizo confundir al líder en el conjuro haciéndola a ella la líder. Karen conjuró a sus demonios para poder luchar contra los invasores, pero ninguno estaba dispuesto a pelear contra ellos.

             Cuando el líder estaba por matarla, llamas de Karen alejan al demoño. Las llamas del infierno se agruparon a su alrededor y era lo que los demonios más temían, Las Llamas del Infierno.

             Con ellas pudo volver a todos los demonios al Pandemonio y liberar a sus compañeros. Todos estaban confundidos, excepto Maing, que le había dicho a Karen que había adquirido la invocación más poderosa en Magia Negra. Las Llamas del Infierno. Maing la alabó y se se sintió entusiasmada por su poder.

             Al día siguiente, durante la clase de magia. Karen intentó demostrar su poder, pero tan solo unas chispitas habían salido de sus dedos provocando nuevamente la burla y la decepción de Maing.

(Karen ha encontrado su singularidad. A simple vista un fuego azul hermoso, pero que tras de si oculta el evento caótico que los llevará a su final.)