El español entendió todo y fue a jugar a un campo ajeno, el periodismo. Tuvo esa exclusiva que miles sueñan, pero que evidencia el presente y futuro: la pantalla se diversifica. Por eso es necesario re-pensar la escena desde la comunicación y educación.
“Espero que os haya gustado. Esto es una locura. Mañana tenéis el vídeo en YouTube en máxima calidad. Por cierto, ni soy periodista, ni quiero competir con la prensa, respeto mucho la profesión y tengo muchos amigos. Pero no puedo rechazar estas cosas si me invitan, ya lo siento”, tuiteó Ibai minutos después de dialogar con Messi en la mismísima cancha del PSG.
Fue la primera aparición del mejor jugador del mundo en la plataforma Twitch, perteneciente a la corporación Amazon creada en 2014 y que aumenta a pasos exponenciales siendo la mayor fuente de tráfico en internet. Los adultos y adultas poco entienden de esta dinámica que se corre de las lógicas televisivas aunque comparte matices: Ibai aparece sin introducción en el césped, dialoga de forma amistosa con un par de periodistas y una centena de personas trajeadas indica que se acerque a hablar con Messi, cansado por la burocracia de los pases millonarios en este fútbol.
La cámara va y viene, lo filma a Messi de espaldas, no consiguen lapicera para filmar, se hacen chistes, la gente comenta: “No puedo verlo, me pone nerviosa de la emoción”, comenta un usuario desde Marruecos.
Horas antes Ibai y Messi habían compartido una última cena en Barcelona con otros deportistas e influencers, lo que generó –para entender la dimensión masiva- más de dos millones y medio de likes en Instagram.
No hay guión, no hay formalidad. Ni siquiera vestimenta, porque Ibai lleva una remera y camisa suelta, desabrochada. Lo espontáneo vende en esta época, le disputa a los muñecos duros que hablan de a pares en el prime time.
Ibai es un border que encontró su lugar en el mundo. Vivió bien en la hermosa Bilbao, tuvo un buen punto de partida como para salir con herramientas al campo laboral aunque los padres sufrieron la crisis de 2008 para tener que pagar deudas y sentir de cerca la separación de los padres con la influencia del patriarcad. Sufrió con compañeros el bullyng en la secundaria española, es “obeso” para este mundo gordofóbico, sale de la estética hegemónica y se ríe de eso. Juega muy bien al padel, invita a jugadores y relatores para que transmitan en vivo en su casa.
“Yo sé que tengo oportunidades por la persona que soy y la gente que me ve. Yo no controlo lo que va a pasar dentro de unos meses”, comenta en el programa Caja Negra el joven que tiene más de seis millones de seguidores en Instagram, y más de siete millones de seguidores en Twich.
Encontró su lugar en esta plataforma masiva y reconoce que como en el fútbol, hay pocos que viven de eso. “Somos privilegiados por vivir del streaming pero no hay gente como nosotros. Quitando a los más top, seremos 50 personas”, explica y advierte que menos del 1% vive de crear contenido, por lo que invita a seguir estudiando y trabajando.
QUÉ ES EL STREAMING
La industria de los videojuegos fue la que más creció a nivel global en los últimos 30 años, con comunidades diversas y populares que escapan al relato mediático. Lo que Ibai le puso fue la narración, y eso empezó a salir bien. Un nuevo campo de sentidos que vincula las emociones de una forma dinámica y esporádica.
Contar a lo que jugás en primera persona, que otros te vean mientras lo hacen y sentir la sensación de que estás junto a otros generó un nuevo paradigma los últimos años. Los tiempos ociosos que estudiaban los sociólogos de la comunicación con el mundo Disney las historietas, encuentra nuevas identidades que no son prefijadas. Por eso el éxito: Ibai es showman, es jugador de padel, es hijo, es español, es argentino. Puede comprar los derechos de la Copa América y cholulear con L-Gante en su mansión.
En los 90 jugábamos al family, al sega, nos sentábamos al lado de nuestros hermanos mayores a mirar las nuevas alternativas. Hoy ese espacio juega a democratizar y ampliar la gama de miradas, con el tinte capitalista. Las criptomonedas ya le han echado el ojo y retribuyen con economía real las posibilidades de ganar. El método Sacoa ya no necesita darte cupones: te da el código para vincularte al mundo.
El capital financiero llegó hasta ahí y lo vinculó con el fútbol. El “Kun” Agüero fue uno de los pioneros que encontró el modo de pasar sus ratos libres del deporte y jugó de enlace: llevó a Ibai a cenar con Messi y dio pie a la era Twich, la que hasta el presidente Alberto Fernández reconoció dando una entrevista en la Quinta de Olivos. Fue el primero de sus pares en darla.
Por eso ese espacio pantalla donde se debaten las conflictividades sociales que es la televisión, encuentra otras formas de vincularse, con una idea de proximidad y vínculo más cercano. Hoy Twich es un paraíso para quienes no vivieron en carne propia la crisis de 2001, quienes no conocen la dictadura: la generación del 2000.
Por eso, el Estado debe empezar a mirar estos procesos desde el punto de vista educativo. Comprender los deseos de las nuevas generaciones y pensar en brindar herramientas que incentiven a la productividad de contenidos, generar políticas públicas de contención y sociabilidad, dar cuenta del campo artístico expresivo en la cultura y el arte, como así también contener los posibles peligros que genera la vida online 24 x 24. Me permito contar que de adolescente he sido parte de suicidios cercanos en Necochea, en la era del counter strike y la vida nocturna ajena del esquema real. Ir al cyber de noche salía la mitad que ir de día. Problemáticas más complejas pero que pueden encontrar en ese espacio un refugio ficticio.
Por eso puede ser necesario vincular desde las escuelas y las carreras universitarias una mirada transversal para las nuevas plataformas donde los y las profesionales encuentren un nuevo campo laboral, como está sucediendo en Tik Tok y You Tube. Que las corporaciones no dominen los sentidos, sino los pueblos.
Licenciado y Profesor en Comunicación Social (UNLP). Maestrando en Educación y Doctorando en Comunicación.
Docente UNDAV – IUNMA.
Periodista en Letra G Medios