Volvamos a encontrarnos
en las trincheras de Urduy
después de la muerte del planeta tierra
En la agonía de la especie
donde tu esposa ya está muerta
por la fiebre amarilla
y a mi marido lo atravesó
una bala en la frente
mientras ponía
trampas para osos en el bosque
Volvamos a encontrarnos
en las trincheras de Zambón
donde los que quedan se esconden
Preguntaré por tus hijos
-uno incluso no llegó a nacer-
Preguntarás por los míos:
hace más de seis meses
que no los veo y a esta altura
ya siento en el aire la descomposición de sus cuerpos