Una maldita mentirosa
que vive dentro de mis huesos
cuando estás lejos me susurra
que no es tan malo vivir sin vos.
Confisca los pequeños
trozos de vida que hay en mi alma
Y los esconde
en las sombras de mi médula,
y los esconde
donde la sangre no los devuelva a mi sistema,
y me inventa neumonías.
Y cuando te veo otra vez
se va, se olvida
ella levanta la represa y yo me ahogo sola
bajo el peso del amor
que le tengo a este capricho de sentir que me querés.