Que mágico fue lo nuestro

Que mágico fue lo nuestro ¿No? Ese misticismo del no decir y entender, de sentir sin exigir, de ser sin ceder. Tan mágico que nos hizo olvidarnos que realmente no era así, de rehusarnos a creer que era insano y que no éramos del uno para el otro. Las idas y vueltas ya parecían un partido de ping pong, no importaba si la pelotita se iba afuera, uno la iba a buscar y forzaba seguir la rutina.

Quisiera decirte que recurrí a esa magia del olvido otra vez, volver a pensar en vos y sonreír, pero no es así. Duermo tranquilo, sin buscar ese calor del otro lado de la cama. Me apropié de tus palabras, aquellas que reiterabas en tantas discusiones, «mereces algo mejor», y te reirías al saber que, en el final, te di la razón.

Preferí romperme el corazón con sinceridad, antes que seguir en esta historia fantástica.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio