Hijo del sur

creo que estoy pensando en vos, post pesadilla

Pasó media hora, en pausa, nunca pude escribirte nada. No puedo sin que mi cerebro te reproduzca, tu voz leyendome todo; las notas que te paso, los mensajes y mis palabras ahora mismo. Evité el recuerdo, cruzarte, nombrarte, pero me salió una foto tuya, escribo rapido. 

Nunca estuve parada en la vereda del frente, la del no-amor. Las iglesias siempre suenan cuando les doy la espalda, las caídas son profundas, las pesadillas terminan cuando me das la mano. 

No entiendo y sigo buscando, qué está mal cableado para que no se me haya quedado la idea de quererte un poquito más, como vos a mi(sin ponerte en duda)

Saque todas tus cosas en una caja, las traje conmigo. Quizás tenían razón: el amor sí era real, manifiesto y brillante. No tuve en cuenta que es completamente casualidad, no te dije, lo pensé hace mucho, uno no elige a quien ama y uno no elige a quien no.

Todo lo que amo es accidente.

Todo lo que dije no era era cierto, ahora no se que me empuja a contarte cosas que no queres saber; llenarte de nuevo las manos de palabras con la excusa de que son tuyas, que no las podes pedir de vuelta. 

Nunca lo dude y ahora no paro de dudar ¿cómo te amo? ¿cómo me amas? ¿qué hubiese pasado si me quedaba un ratito más? ¿se podría haber llamado de otra manera? ¿habria otra distancia?

Me dijiste que no te importaba. La primera vez que te vi ibas en una bici chiquita con mi corazón en la mano, preferias no tomar, me miraste a la cara y caminamos siguiendo un rio. Me acuerdo de verte rodeado de flores, arbol de jupiter, verano. Un cuadro pintado por un niño, crayones, el sol en la esquina izquierda tres nubes amontonadas. 

Pienso en cómo tardaste un a semana en decirme que fumas, en tu mamá, en cómo ibas a misa, no porque creías (igual pienso que si) pero quiza y solo quiza te salvaba en algun accidente, tus manos nerviosas (latido inicial: correspondido), la moto que no arrancaba. Pienso en como te quería mi gato y el lado derecho de mi cama. 

No dejo de encontrar pedacitos que guarde de vos. Autoindulgente, admiradora y lo que yo crei que era ser una amante. Todas las veces que me preguntaste si te quería, cuando junté un montón de canciones y les puse tu nombre, tu colección de tornillos, como no volvias al sur en diciembre porque no te gustaban las calles llenas de turistas. Cuando me dijiste que te parecía divertido que marcaba a todos como presas y yo llore, pero te quedaste, con un barrilete mal hecho por mi vista borrosa. Todas las veces que te quedaste. 

Hoy pienso en vos como quien piensa en navidad, recapitulo tu risa cada tanto, una galería de fotos: nuestras piernas picadas por mosquitos, nuestras narices sangrantes, nuestras ideas filmadas. 

Todo lo que amas es incidente

Ahora escribo sobre vos con certeza: alguna vez me amaste -y no es que fuiste mejor mintiendo que yo- me amaste y ahora tengo que explicar que no hiciste nada, es mi culpa, pero termino escribiendo sobre mi en relacion a vos, para evitar mirarte a los ojos.

-Vos amas, yo escribo. Vos queres, yo imagino. Pensé una vez, lo anote en un cuaderno.-

Y no puedo hablarte sin mirarte y que duela, no puedo escribirte un mensaje, una carta, un poema,

algo que alcance para pedirte perdón. 

Volví antes a mi casa derrumbada, vos me dijiste que me ibas a cuidar si hacía falta pero yo huyo como ando y casi intencionalmente hui de vos, con tu caja de cosas hasta mi casa, donde ya no hace tanto calor como te dije, donde no podemos ver películas y reirnos agarrandonos las manos. Traje tu banda favorita. tu amor a pedacitos, un libro que me recuerda a vos (como en 5 renglones y me alcanza) la decepción en la cara de mi hermana, una tuerquita. 

Ahora creo que puedo ser amada y de vos nunca lo dude

No se si iría al sur, no se si te buscaría de nuevo.

 Me confesaste que sos sensible, pero que yo nunca te asuste ¿que vas a hacer hijo del sur? ¿cuando el cielo traiga viento norte y termine en desmayarte?

Hago mal diciendo, solo estoy jugando a confesarme, hay días que no puedo dormir sin vos.

Gracias.

 Caminando la noche, podes volver un rato al lado mio. Reflejabas un color tan lindo; como una noche de verano, como una tarde sin altibajos, como besarte despacito.

Pienso ¿sera linda la que te de la mano cuando ya no te apures? ¿vas a dejar de esconderte en atardeceres?

Perdón: por tu patio, las flores arrancadas, las sesiones abiertas,

mi casa, la tuya, las paredes, los gatos, la noche,

la batería, los juegos de niño, el amor

y la colección abierta de cosas que no podemos reclamar nuestras.

Cuando no te conté que me iba, fue la primera vez que me dijiste que algo no te importaba. 

Ojalá de vez en cuando te ponga triste pensar en mi y que cuando dijiste que no llorabas por nadie haya sido mentira. 

Ojalá te abracen con amor y ternura. 

Ojalá te abracen con la calidez necesaria para olvidar mi crueldad accidental.

Te escribí algo cuando te subiste al colectivo, no lo repetí, lo encontré entre mis cosas:

«flash, luz 

¿como dos llamas se chocan sin morir? pudimos ver como las luces se apagan

confesión

todavía no puedo hablarle a gente con el mismo nombre que vos, 

llevo una bandera blanca»

Todavia no te extraño,

con cariño, 

Agos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio