Si yo vuelo

pero vuelo

de mí

de mis pensamientos

de mi cuerpo

de mi condena

(de mi autocondena)

¿Qué me queda?

Ni siquiera

una cáscara vacía

porque soy más

que lo físico

y más 

que lo espiritual.

Pero 

a la vez

no me queda nada

porque

nada

es mío

Yo

no soy

mía

No

me pertenezco

No

me reconozco

No

me habito

No

me apropio.