Esta hoja en blanco amenaza mis noches
ya todos saben que no soy especial.
Está que arde tu manera de amarme
Me prendo fuego y me vuelvo a enfriar.

Soy un canino lascivo, en un camino exhaustivo
yo solo vivo y respiro, recibo y doy mil cumplidos
y sigo seco y vacío hasta que te encuentro a vos.

Y te encuentro a vos.

Tengo las alas gastadas pero me ganan las ganas
de volar a tu ventana y encontrarme tu mirada
que me dice que me ama y no me dice adiós.

No me dice adiós

Pero digo que me voy y cada paso que doy
es un litro de bidón y yo ya no se si soy
Un convicto.
O un invicto adicto
de tu beso cereza al lado de mi cerveza.

Y es que si paro no clavo estas rimas trianguladas
Pero están tan saturadas que no me alcanzan los dados
Pero no paro.
Te diré por qué no paro.

Tengo un impulso adentro de este insulso convento
al que yo llamo mi cuerpo, un Ying o un Yang sin opuesto
y hoy vine con lo puesto, para confesarles esto:
No sé si hay un alma adentro de mi cuerpo.

No sé si hay un alma adentro de mi cuerpo.
Quizás sea por eso que busco en todos lados
Algo que no encuentro adentro mío.

Esta hoja en blanco amenaza mis noches
ya todos saben que no soy especial.
Está que arde tu manera de amarme
Me prendo fuego y me vuelvo a enfriar.

Quizás hoy no seas vos quien tiene la respuesta.